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Corrientes

Juicio por la masacre del San Benito: hoy es el turno de alegatos y posible sentencia

Está previsto que declare la última testigo de la causa. Se trata de una perito que no había sido localizada. Luego inician las conclusiones. El primero en alegar será el Ministerio Público, luego la querella y por último la defensa. Reforzarán la seguridad por prevención.

El primero en alegar será el fiscal Carlos Lértora, luego el abogado querellante Jorge Buompadre y por último la defensa, Marcelo Guitman, que representa al acusado Gastón Gregorio.

Esta mañana se reanudará el juicio por el asesinato de Matías Gregorio (16) y Rocío Castill0 (17) ocurrido el 28 de noviembre de 2010. Está previsto que declare la última testigo. Se trata de la psicóloga Bernárdez Portillo. Tras su testimonio comenzarán las conclusiones. El primero en alegar será el fiscal Carlos Lértora, luego el abogado querellante Jorge Buompadre y por último la defensa, Marcelo Guitman, que representa al acusado Gastón Gregorio.

El imputado se abstuvo a declarar en el inicio del debate. Hoy a las 8, será su última oportunidad de hablar antes de que el Tribunal pase a deliberar. Si la audiencia no se prolonga demasiado se podría conocer el veredicto pasado el mediodía.

El cuerpo tribunalicio integrado por los jueces Ricardo Carbajal (presidente), Gabriela Aromí de Sommer y Milagros Martínez Spalla dio inicio al proceso ayer a la mañana.

El abogado Marcelo Guitman que representa a Gastón pidió la palabra y planteó la nulidad de la designación del juez Carbajal y recusó al mismo magistrado.

 

La causa

El salvaje crimen de Matías Gregorio de 16 años y Rocío Castillo de 17 se produjo en la mañana del domingo 28 de noviembre de 2010 en una vivienda ubicada en la calle Alberdi al 2200 del barrio San Benito. Según las primeras investigaciones, César Gastón Gregorio, hermano de Matías, violentó la puerta del dormitorio donde descansaba la pareja y armado con un cuchillo le asestó más de cinco puñaladas a cada uno. El chico fue hallado en un pasillo en medio de un charco de sangre. En tanto Rocío fue asesinada en la cama. De acuerdo a la autopsia practicada a los cuerpos, ambos intentaron defenderse. 

  Tras la matanza, el homicida salió por el fondo de la casa, cruzó por la vivienda de un vecino y se dirigió a la costa del río Paraná. En el camino se deshizo del arma empleada en el homicidio, un cuchillo tipo carnicero. Horas después fue hallado en la zona de Astilleros Corrientes. Fue detenido cuando pretendía suicidarse.