El canciller ucraniano, Andrei Deschitsa, exigió a su homólogo ruso, Serguei Lavrov, «que se ponga fin a la actividades provocadoras de los agentes de los servicios secretos rusos en las regiones orientales de Ucrania», informó la cancillería rusa. Según Kiev, las provocaciones tiene como objetivo frustrar la reunión que celebrarán el próximo jueves en Ginebra los jefes de las diplomacias de Ucrania, Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos para tratar la crisis ucraniana y, en particular, las vías de normalización de las relaciones ruso-ucranianas. Activistas prorrusos radicales asaltaron y tomaron hoy una comisaría de Policía en Slaviansk, a 120 kilómetros de Donetsk, capital de la región homónima, situada en el sureste del país. «Esta es la clase de patriotas que necesitamos para acabar con el fascismo que se instaló en Kiev», sostuvo Alexander Filippov, uno de los líderes del grupo que ocupa la sede de gobierno en Donestk desde hace casi una semana. El ministro de Interior de Ucrania, Arsen Avakov, aseguró que las fuerzas especiales de la policía viajaron a Slaviansk, muy próxima a la frontera con Rusia, para liberar la comisaría tomada. «Habrá tolerancia cero con los terroristas armados. La reacción será muy dura, tanto, como la diferencia entre manifestantes y terroristas», subrayó el ministro citado por la agencia EFE. Esta mañana, otro grupo de activistas prorrusos entró en la Fiscalía regional de Donetsk, aunque liberaron el edificio poco después de manera pacífica. Lavrov negó ayer de manera categórica que Moscú esté detrás de los sucesos en la regiones orientales de Ucrania. «Nos acusan de que allí (en el sureste de Ucrania) hay agentes de algunos servicios secretos. No los hay. Tampoco hay tropas nuestras. Allí no hay militares nuestros ni agente nuestros», reiteró el canciller ruso en una entrevista con el canal de televisión Rossiya 1. Desde que las protestas pro occidentales triunfaron en Kiev a fines de febrero pasado, grupos de manifestantes pro rusos comenzaron a levantarse en algunas ciudades del este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, en contra de las nuevas autoridades, a las que acusan de proteger a sectores ultranacionalistas y antirusos.
Fuente: Telam