Política

Del Kirchnerismo a la vereda de enfrente

Macri no se hace cargo de los problemas como debería”, afirmó Pepe Scioli, hermano denarvaísta de Daniel. Asegura que le apasiona estudiar la Ciudad. Y señala que el jefe de Gobierno porteño tiene que ocuparse de resolver sus cuestiones antes de pensar en candidaturas nacionales. José “Pepe” Scioli integró primero el oficialismo, secundando a su hermano, en la provincia de Buenos Aires. Y ahora lo hace con Francisco de Narváez, desde la oposición. Hoy es una espada importante en el espacio del funcionario con nacionalidad colombiana, junto con el legislador Daniel Amoroso.

Entró a la política hace trece años, de la mano del ex motonauta. Asegura que “ No hablo de política con Daniel por respeto y para preservar el vínculo de sangre”. El hermano del actual gobernador bonaerense ocupó la secretaría de la gobernación durante la primera pare de la gestión, pero luego mostró algo de su posicionamiento cuando en la última campaña electoral criticó la citación judicial del juez federal Federico Faggionato Márquez contra Francisco de Narváez, en el contexto de una cusa por tráfico de efedrina.  Entre 2003 y 2007 fue director de la Corporación Puerto Madero. “La Ciudad tiene serios problemas de gestión y no creo que Macri pueda darse el lujo de distraerse con su proyecto presidencial. No es posible construir bicisendas cuando hay chicos que se mueren de frío en las escuelas o tardar meses para nombrar 70 anestesistas, porque son cuestiones de vida o muerte Además es una cosa de locos pensar que la gente de la provincia no debe atenderse en hospitales porteños”, aseveró.  Entre sus estudios sobre la Ciudad, está abocado a cinco temas: seguridad, educación, salud, medio ambiente y espacio público y transporte. “Si no nos ocupamos de estas cosas, la Ciudad va a ser inhabitable en 15 años”, declaró.También asegura que no quiere que la Argentina sea como Bolivia o Venezuela. Prefiere acercarse a lo que es Brasil, un país que Lula potenció enormemente, con una clase política que puede sentarse a dialogar, con búsqueda de concenso. “ El kirchnerismo nos metió en tal lógica política que ahora cualquier reunión con empresarios es una conspiración. Acá los problemas no existen según el oficialismo. Es la lógica de haber estado ocho años sin reuniones de gabinete, por ejemplo”, finalizó.