El expolicía Jorge Orellano, detenido desde febrero pasado, recuperó su libertad aunque seguirá procesado por la desaparición de Mariela Bortot, la mujer de 40 años de quien nada se sabe desde el 25 de enero, luego de que saliera a caminar por las calles de la localidad de Inriville.

El juez de Control Manuel Trigos dio a conocer la resolución de liberación bajo fianza del acusado por el presunto delito de «privación ilegítima de la libertad». El uniformado, de 51 años, debió pagar una fianza de 50 mil pesos.

La posibilidad de la liberación de Orellano se vislumbró a principios de mes cuando arribaron a la fiscalía de Gustavo Zuchiatti los resultados de análisis de ADN a cabellos y sangre hallados en el vehículo del expolicía, los que dieron negativo con respecto al patrón genético de Bortot. Además, semanas anteriores se había conocido que no había comunicación telefónica entre ambos.

Orellano es un expolicía devenido a jefe de seguridad de propiedades del intendente de Inriville, Eduardo Rodrigué. En esos campos, como también en el basural de la ciudad de Bell Ville y la perrera de Inriville como en toda la costa del río Ctalamochita, se concretaron sendos rastrillajes con la participación de bomberos voluntarios del sureste provincial y también de la localidad santafesina de Alcorta, sin que ninguno de ellos arrojara resultado positivo.

A 6 meses de la desaparición de Mariela, que había salido a caminar por las calles del pueblo y por cuyo paradero la Provincia ofreció 100 mil pesos de recompensa, el caso parece caer en un misterio.

El pasado miércoles La Mañana publicó la versión surgida en una radio de Alta Gracia, donde una oyente dijo haber visto con vida a Mariela semanas después de su presunta desaparición en el hospital de la ciudad del Tajamar.