“Las crisis financieras internacionales de 2009 y la actual han demostrado las limitaciones de la metodología de análisis que aplican las calificadoras de riesgo. La Argentina ha venido cuestionando el uso abusivo que se hace de estos indicadores y el comportamiento de las calificadoras de riesgo en diversos foros internacionales como el G20”, sostiene Hernán Lorenzino en el articulo de opinión que hoy publica en el Newsletter de la Embajada argentina en Washington.

El artículo integra el Newsletter Nº 11 de la embajada argentina en Estado Unidos, a cargo de Jorge Argüello.

El mismo, cuya distribución se realiza hoy en la capital estadounidense, contiene cuatro artículos. El primero ellos, a cargo del Ministro de Economía y Finanzas de la Argentina explica el rol de las calificadoras de riesgo en la generación de resultados buscados y el uso tendencioso de sus análisis para la gestación de ¨las profecías autocumplidas».

El segundo artículo lleva la firma del embajador Jorge Argüello y desarrolla la posición regional del Mercosur frente al creciente proteccionismo de los países desarrollados.

En el tercer artículo, se resalta la cooperación bilateral en materia de ciencia y tecnología entre los Estados Unidos y la Argentina y describe la visita conjunta del embajador en EE.UU, Jorge Arguello y la embajadora de Estados Unidos en Argentina, Vilma Martínez acompañados por el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, al stand de la Nasa en el predio de Tecnopolis.

El último artículo es una sección de preguntas y respuestas donde se resalta la situación de la balanza comercial de servicio bilateral Argentina-Estados Unidos y se pone en evidencia y explica la composición del déficit comercial que padece Argentina con los Estados Unidos.

En su articulo, el ministro de Economia y Finanzas sostiene: “Las agencias calificadoras fueron pensadas para evaluar de forma independiente la capacidad de repago de una deuda. Pero cada vez más, esas evaluaciones influyen sobre el valor de las deudas que evalúan, generando los procesos negativos a modo de “profecías auto cumplidas».

En su análisis, el ministro argentino señala lo acontecido en los casos de Argentina y Grecia: «Un ejemplo de este tipo de razonamientos ha sido el aplicado por las calificadoras en Grecia. En el 2009 Grecia obtenía el investment grade, antes de la crisis subprime. Desde el 2009 a la fecha a Grecia se le ha ido rebajando su calificación intensificando los efectos de la crisis” y agrega “En el caso de la Argentina el proceso ha sido el inverso, desde hace 5 años, nos califican como un país en crisis, con alto riesgo de no pago. Para las calificadoras en la Argentina todo está siempre por entrar en crisis, pero la Argentina hace 10 años consecutivos que crece y cumple con sus obligaciones financieras. ¿Cuál es entonces su capacidad predictiva y evaluatoria?”

Explica asimismo cuál es problema que se esconde de tras de las Calificadoras de Riesgo “El problema es que las agencias de calificación han abandonado el análisis de los “fundamentals” económicos para incorporar valoraciones subjetivas basadas en las recetas ortodoxas. Si sólo utilizaran los fundamentals los indicadores de la Argentina deberían haber mejorado: la Argentina ha logrado una fuerte reducción del peso de la deuda sobre el PIB pasando de 166,4% en 2002 a 41.8 en 2011, una mejor composición: la deuda en pesos pasó de tan sólo 3% del total al 40% en 2011, una mejora en el perfil de vencimientos: la vida promedio de la deuda bruta pasó de 6.1 años en 2002 a 10.7% en 2011, una fuerte reducción en el pago de los intereses en % de los ingresos corrientes pasando del 21,9% sobre el total de Recursos en 2001 al 6,6% en 2011.”

El newsletter de la embajada argentina en Estados Unidos, con una frecuencia quincenal e íntegramente redactado en inglés, está dirigido a todos los estamentos del gobierno federal de Estados Unidos.

Lunes de por medio el newsletter se distribuye a la totalidad de los miembros del Congreso norteamericano, los miembros de la Corte Suprema de justicia y los principales funcionarios de todos los ministerios de la Administración Federal.

Asimismo, los gobernadores de los 50 estados de la Unión, los alcaldes de las principales ciudades de los EEUU, así como las autoridades de las legislaturas estaduales y los principales «Think Tanks» de ese país.