Sociedad

Marcan “insuficiente” la presencia femenina en la dirección de empresas

Así lo manifiesta un informe de la OIT y precisa que al ritmo actual tomará entre 100 y 200 años alcanzar la igualdad de género en la dirección de las compañías.

La desigualdad de género se manifiesta más en altos cargos empresariales.

La presencia de las mujeres en las esferas directivas altas y medias progresó de manera tan insuficiente en las últimas dos décadas que al ritmo actual tomará entre 100 y 200 años alcanzar la igualdad de género en la dirección de las compañías, concluyó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tras analizar los datos de una encuesta publicada en las últimas horas.

 

La encuesta, realizada por la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP) de la OIT, incluyó a 1.200 empresas de 39 países en todas las regiones del mundo.

 

Según el informe publicado hoy, denominado «La mujer en la gestión empresarial. Cobrando Impulso», «el 87 por ciento de las juntas de las empresas entrevistadas estaban presididas por un hombre, y el 13 por ciento, presididas por una mujer».

 

El reporte añadió que «en el 30 por ciento de las empresas entrevistadas no había ninguna mujer en sus juntas directivas, mientras que el 65 por ciento tenían menos un 30 por ciento y sólo 13 por ciento tenían juntas integradas por un número similar de hombres y mujeres, es decir del 40 al 60 por ciento».

 

«El 30 por ciento suele considerarse la masa crítica necesaria para que las opiniones de las mujeres sean tenidas en cuenta», sostuvo el informe.

 

La encuesta señaló, además, que en las regiones en desarrollo «el número de mujeres en cargos de directoras generales apenas superaba el 20 por ciento».

 

«La mayoría de las empresas entrevistadas eran medianas y grandes. Esto refleja que hay más mujeres en las empresas locales que pueden llegar a altos cargos en comparación con las grandes empresas que cotizan en bolsa o las empresas internacionales», concluyó el documento.

 

El informe señaló además que, según la encuesta «Catalyst21 2013″ sobre el porcentaje de mujeres que integraban las juntas directivas en los últimos años en 44 países, sólo en Finlandia, Suecia, Noruega y el Reino Unido las mujeres representaban más del 20 por ciento de los miembros de las juntas; en 13 países, entre el 10 y el 20 por ciento; en 14 países, entre el 5 y el 10 por ciento, y en 13, menos del 5 por ciento.

 

La encuesta corroboró una concentración de las mujeres en determinados tipos de actividades de gestión empresarial, lo que se denomina como el fenómeno «paredes de cristal», que establece una segregación por género en las ocupaciones empresariales.

 

Según las respuestas, la mayoría de los gerentes de tecnología de la información y la comunicación eran hombres, mientras que había más mujeres encargadas de la gestión del control de calidad y la contratación.

 

La OIT aseguró que «la situación no es mucho mejor en la política. Las mujeres representaban casi el 22 por ciento (21,9 por ciento) de todas las parlamentarias del mundo en abril de 2014, y en marzo de 2014 solo había 18 mujeres jefes de Estado».

 

Consultadas acerca de por qué consideran que se da esta diferencia de género en los cargos de mayor poder, el informe señaló que las empresas de «todas las regiones con excepción de Europa Central y Oriental coinciden en los cinco o seis principales obstáculos relativos a las funciones sociales y reproductivas de ambos sexos, así como al reflejo de esas funciones en las estructuras del lugar de trabajo».

 

La primera causa mencionada es que «las mujeres tienen más responsabilidad familiares que los hombres», a la que le siguen «Los papeles que la sociedad atribuye a los hombres y las mujeres», «La cultura empresarial masculina», «Las mujeres con insuficiente experiencia empresarial general o en puestos  directivos», entre otros.

 

En el plano educativo, la OIT detalló que «en la mayoría de las regiones hay más mujeres que hombres con licenciaturas y maestrías. En numerosos países no es un fenómeno reciente, y ya dos decenios atrás las mujeres habían alcanzado la paridad con respecto a la obtención de títulos universitarios».

 

Frente a esta situación, en el informe se recomienda a las empresas aplicar «soluciones flexibles» que permitan a las mujeres conciliar las obligaciones profesionales y familiares.

 

Asimismo, se consideró importante ofrecer una cobertura de protección de la maternidad y ayuda para el cuidado de los niños, de modo que las empresas puedan contratar y retener a las mujeres talentosas.

 

Finalmente, se destacó la necesidad de resolver el fenómeno que lleva a que las mujeres queden rezagadas a pesar de su alto nivel de educación, confiándoles desde el inicio de sus carreras el mismo tipo de tareas que a los hombres.