Sociedad

Marcha de antorchas a dos años del asesinato de Jere, Mono y Patóm

Se realizó ayer en Rosario una marcha de antorchas desde el Club Infantil Oroño hasta los Tribunales Provinciales de Rosario. Mientras en la Ciudad de Buenos Aires, integrantes del Frente Popular Darío Santillán realizaron una marcha de antorchas alrededor del Obelisco.

Piden justicia por el triple crimen de Villa Moreno.

Con motivo de la conmemoración de los dos años del Triple Crimen de Villa Moreno, en Rosario, donde fueron asesinados por sicarios Jere, Mono y Patóm, integrantes del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), la organización realizó ayer una marcha de antorchas desde el Club Infantil Oroño (Presidente Quintana entre Dorrego y Moreno ) hasta los Tribunales Provinciales de Rosario ( Balcarce y Pellegrini). 

 

“Hoy, miércoles 1 de enero, se cumplen dos años del asesinato de nuestros compañeros Jere, Mono y Patóm. Dos años de hondas e irreversibles ausencias, pero también de la edificación de una dignidad incontestable: aquella que nos empujó a no precisar venganzas, sino a construir pacientemente – aun contra todas las adversidades – un necesario punto de inflexión en esta Rosario que, triste y paradójicamente, sigue acrecentando sostenidamente su tasa de homicidios”, expresaron en un comunicado.

Asimismo marcaron: “Hoy podemos sentirnos orgullosos de haber iniciado un profundo e ininterrumpido proceso de movilización que otorgó visibilidad a una problemática estructural hasta entonces silenciada, que aun con cientos de muertes jóvenes en nuestros entornos periféricos era fácilmente «justificada» con la indigna nomenclatura del ‘ajuste de cuentas’”.

 

“Pudimos debatir públicamente y ubicar las responsabilidades donde es debido: desde un primer momento, sin rodeos, indicamos que la corporación policial estaba estructuralmente anudada a los intereses de la empresa del narcotráfico; sabida es la suerte que hoy corre Hugo Tognoli, ex Jefe de Policía de la Provincia de Santa Fe, y sus pares Pereyra y Maciel, responsables estos últimos de la Brigada Policial de la flamante Secretaría de Delitos Complejos”, añaden.

 

Además indican: “Nos mantuvimos siempre inconmovibles en la denuncia al Ministerio de Seguridad de la Provincia y su práctico manual de cinismo al montarse en una topadora con la finalidad de territorializar el narcotráfico, circunscribiéndolo a entornos selectivamente determinados que, por supuesto, eran nuestros barrios populares. No solo se trataba de la indignidad de estigmatizar profundamente a la víctimas, sino de correr el eje en relación a las responsabilidades estructurales: mientras arribaban desbocadas topadoras a nuestros barrios, nadie se interesaba demasiado en saber dónde se blanquea la plata grande del narcotráfico; por qué razón en la ciudad del Dakar es común que amanezcan baleadas las fachadas de las concesionarias de autos de alta gama; cómo es que la justicia continúa, en el mejor de los casos, fragmentando investigaciones, o mirando para otro lado ante escenarios cada vez más complejos”.

 

“Sucede que hay muertes y muertes: un homicidio – nos referimos al asesinato del «Pájaro» Cantero – sacudió profundamente las estructuras del elenco ejecutivo provincial. En algo así como treinta horas posteriores a este asesinato, tres homicidios se perpetraron en plena geografía macrocéntrica, con la inconfundible marca del sicariato. Esas muertes ameritaban algo más que la ridiculez de una topadora ajusticiando a un nenito de 14 años. Allí, aunque no abundó en los análisis respectivos, la amenaza que cundía sobre el sistema político santafesino (si no se desarticulaba al menos el recrudecimiento de una disputa en el interior de un universo conflictivo) cobraba una gravitancia inusitada. Así como se agotó el recurso del «ajuste de cuentas», todo pareció indicar a partir de allí que las topadoras ya no convencían a nadie”, sostienen desde las organizaciones.

 

En la misma línea manifiestan que “en forma paralela y coexistente con lo anterior, nunca quisimos sacarle el cuerpo al territorio; es que, en última instancia, es precisamente allí donde en parte se decide la suerte de la pibada. Sostener un proceso de movilización incesante, que genere un esquema judicial esperanzador en relación a la causa del Triple Crimen, siempre supimos debía ser consustancial a la profundización de nuestros proyectos territoriales, de nuestros ámbitos de prefiguración desde donde intentamos habitar y ofrecer, hoy, aquí y ahora, otro proyecto de sociedad, otros nichos desde donde construir identidad (diametralmente opuestos a los de la violencia, corolario irreprochable del retiro del Estado de nuestros territorios) para la pibada joven”.

 

“Así, recibimos con dolor, pero también con gran convicción y esperanza, un 2014 en el que indudablemente será justicia. Manifestamos la seria voluntad de que las causas por los homicidios, como así también la del encubrimiento policial, tramiten juntas en la etapa de enjuiciamiento. Esta posición obedece a una razón muy sencilla: lo que se ventilará en el juicio son los asesinatos de nuestros compañeros, producidos en el marco de una trama densa y compleja, donde el encubrimiento policial es un elemento constitutivo, inescindible. Es imposible analizar una cosa sin la otra. Sabemos que esto nos expone a la posibilidad de encaminarnos hacia un escenario de juicio escrito, al que iremos convencidos y resueltos, atendiendo a que nos sobra voluntad por profundizar la instancias de lucha que le otorguen visibilidad a este proceso judicial que, entendemos, también debe constituirse en un punto de inflexión sustantivo”, expresan.

 

Para cerrar destacan que “aun pesan y duelen sus ausencias, aun es difícil explicarse cómo es que sucedió algo tan impensado. Nos reconforta, al menos, saber que la imagen del Jere, Mono y Patóm hoy son un símbolo de esperanza y rebeldía para muchísimos pibes, en muchísimos barrios. Que muchísimos pibes como ellos se hayan puesto sobre el hombro el trabajo de multiplicar su ejemplo no solo cada primero frente a Tribunales, sino participando en la elaboración de un libro, de un Documental – Homenaje y, lo más importante, militando todos los días para construir Justicia, Dignidad, y la posibilidad de dejar de ser lo que han hecho de nosotros”.