Sociedad

Por Esperanza Vega

Mendoza: la lucha popular contra la minería resiste presiones

En los últimos días se intensificó el reclamo de los vecinos de San Carlos para impedir que una empresa canadiense explote una mina a cielo abierto y contamine el agua del lugar. El Mensajero Diario habló con unos de los representantes de una lucha que busca ser silenciada por muchos pero que cada vez obtiene más logros.

Reclamo popular contra la autorización del gobierno provincial a Teck Cominco.

La actividad minera en nuestro país es explotada por capitales extranjeros que se llevan las riquezas gracias a leyes que así lo permiten y contaminan nuestros suelos y recursos naturales. Dados los fuertes intereses económicos estas leyes no son modificadas, el tema es silenciado, pero los pueblos no se callan y gracias a su resistencia son hoy los defienden lo que es de todos los argentinos. Un claro ejemplo es la comunidad de San Carlos, Mendoza, y el Mensajero habló con Daniel Funes, un representante de esta lucha quien nos contó de qué se trata.

Vecinos autoconvocados de San Carlos, Mendoza, se manifestaron durante toda esta semana, incluso cortaron  la ruta 40, para reclamar contra el permiso otorgado por el gobierno provincial a la minera canadiense Teck Cominco para realizar trabajos de exploración en Laguna del Diamante. ¿Cómo está la situación hoy? El gobierno de la Provincia autorizó y publicó edictos para que la empresa canadiense inscribiera como propietarios con derechos a una mina, en una zona que es reserva provincial, que para los vecinos es emblemático porque ahí se inició hace ocho años la lucha contra las mineras. En el Boletín Oficial sale publicada la autorización para que la minera inscriba como derecho la explotación y la exploración minera.

Primero desencadenó la reacción del intendente que rechaza el edicto, porque generalmente los edictos la gente no los lee. Luego los vecinos nos autoconvocamos y en asamblea decidimos volver a la ruta.

Nosotros iniciamos la lucha hace ochos años y hemos conseguido varios logros, por ejemplo la ampliación de la reserva que se consiguió gracias a la movilización de la gente y en este momento cortamos la ruta para que se le retire la autorización a esta empresa.

¿Qué argumenta el gobierno provincial? El gobierno dice que el permiso es provisorio y que si se hacen oposiciones legales seguramente se va a caer. Incluso funcionarios ya salieron a decir que es muy difícil la explotación allí y como vecinos nosotros nos vamos a reunir hoy a la noche y vamos a seguir hasta lo imposible porque esta situación nos va a dejar sin agua.

Lo interesante de San Carlos de Mendoza es que la mayoría de la gente está en contra de la minería, hay un rechazo casi unánime hacia la actividad, y Mendoza depende del glaciar, del agua que baja de la montaña y si no hay un arroyo del que baje agua limpia nos tenemos que ir todo.

¿Cuáles son las consecuencias que traería esta actividad en la zona?

La ley que promueve la actividad minera metalífera a cielo abierto en el mundo tiene varios contextos, pero a nosotros nos preocupa el tema del agua que esta actividad demanda en cantidad y acá ya es escasa. Además al ser una actividad a grande escala y al usar cianuro, ácido sulfúrico y una sopa química, todo ese mineral que queda, genera una contaminación inevitable. Incluso el Parlamento Europeo argumenta los mismos motivos que nosotros y todos los que luchan contra esta actividad.

La actividad minera es contaminante y además no dejan nada para el país, las regalías que pagan las empresas son del tres por ciento y de ese porcentaje hay que pagar gastos de explotación. Es una actividad no rentable, propuesta por el gobierno menemista que es puramente de entrega. Hasta que no cambie este contexto nosotros no queremos ni hablar de minería acá.

¿Tiene alguna ventaja esta actividad?

Las únicas ventajas son para las empresas extranjeras que explotan la mina y las leyes mineras la impiden al gobierno nacional a explotar las minas. Mendoza tiene una riqueza minera increíble y sería bueno ver cómo se aprovecha pero en el contexto legal y técnico actual es imposible.

¿Cómo es actualmente la actividad minera en todo Mendoza?

Hoy en Mendoza solamente se está explotando las minas de piedras de aplicación y algún yeso, pero minería metalífera, por una ley que logramos a través de la movilización del pueblo, logramos que se limitara el uso de sustancias tóxicas y que tuvieran que pasar por una serie de filtros y controles que ninguna empresa podía pasarlos, porque no pueden probar que no se contamina el agua. Así se ha rechazado San Jorge hace unos meses atrás.

¿Cuál es la postura de los trabajadores frente a la resistencia del pueblo? Hoy está pasando con los trabajadores  mineros que gente de Mendoza trabaja en minas de San Juan, los de Jujuy en minas de Santa Cruz, y los de allá en Catamarca, porque no quieren trabajar para una mina que contamina a sus propias familias. Igualmente nosotros no afectamos el trabajo minero porque nos oponemos a minas que todavía no se explotan, lo que perjudicamos es el negocio de las empresas.

¿Qué expectativas hay con respecto al nuevo mando que asumirá Paco Pérez en este marco? El muy preocupante porque el gobernador electo está acusado y hay pruebas de que ha trabajado para una empresa minera, incluso esta ley que prohíbe el uso de sustancias tóxicas, tiene pedido de inconstitucionalidad y él como abogado fue el patrocinante de algunas de las empresas que presentaron este recurso.

Él durante la campaña prometió respetar la ley, la voluntad de la gente, dijo que en este momento es ‘un tema que no se puede tratar’; reconoció que el 93 por ciento de los jóvenes consultados les habían dicho que no a la minería pero este tipo de actos nos hacen dudar. Nosotros sospechamos que como son del mismo partido el gobernador entrante le pidió al actual que hiciera el trabajo sucio de inscripción para no tener que hacerlo él.

De cualquier forma el apoyo popular hace que sea muy difícil que Mendoza revierta la situación, siempre y cuando la gente se mantenga movilizada.

Dada la contaminación que genera esta actividad, no sería necesario desestimular de alguna manera el consumo de joyas, que es puramente estético. La mayoría del oro que se saca no se utiliza en joyería, sino que va a los bancos como reserva federal de Canadá y Estados Unidos, que significa otra forma de saqueo. Nosotros les estamos dando el oro para que la moneda de otros países sea más fuerte que la nuestra lo cual es ridículo.

Por otra parte hay una cuestión cultural pero creo que el mundo está cambiando. El oro es símbolo de riqueza, lujo y poder por eso muchos siguen invirtiendo en oro. Incluso yo tengo un remordimiento, y mi hija atleta lo padece, porque los trofeos o medallas a su desempeño son de oro, símbolo de la excelencia. Pero nosotros planteamos que el agua vale más que el oro por eso también planteamos que en los torneos haya una medalla de agua.

¿No cree que el Estado nacional debería regular esta actividad, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los beneficiarios son extranjeros? Las leyes de promoción minera, que le dan la posibilidad a las empresas de apropiarse de todo, son de la nefasta época de Menem. Sin embargo, y esto es doloroso para quienes apoyamos este modelo que se impuso en 2003, la deuda ambiental en el tema minería y soja le duele mucho a los pueblos del interior.

Ojalá que este modelo empiece a ver en esta parte que es una deuda histórica y puedan reflexionar. Ahora lo usan de bandera los partidos de la oposición pero tampoco han hecho nada.

¿Se puede eliminar la industria minera o reducir considerablemente su explotación?

Yo creo que podría ser hasta pro minero, pero no en el marco técnico legal actual. La riqueza de la cordillera argentina podría darnos para vivir muchos años pero no podemos permitir estos métodos, que los metales se vayan del país como piedra que no tiene valor. Si en lugar de esto se instalara una mina de cobre, con un método no tan rentable para empresa minera, pero que saliera el cobre hacho cable, dínamo, este valor agregado podría significar trabajo, riqueza y crecimiento legal para el país. Pero hoy sacamos es oro y lo regalamos como si fuera tierra y después lo compramos al precio que ellos ponen.

Si la gente de las capitales no piensa en un país completo a nosotros nos cuesta mucho. Este ruido que hacemos los pueblitos del interior que se escucha poco, sería bueno que se escuche en Buenos Aires y se solidaricen con nosotros.