A casi un mes de iniciado el conflicto en las escuelas secundarias porteñas, las escaramuzas se agravaron al ampliarse las tomas de colegios –de seis a nueve– en la Ciudad de Buenos Aires. Incluso, los jóvenes advirtieron que nacionalizarán la protesta, lo que en la práctica se concretó cuando los estudiantes del Carlos Pellegrini de la UBA tomaron en la mañana de ayer las instalaciones del emblemático colegio de la calle Marcelo T. de Alvear. Anoche, la Presidenta Cristina Kirchner respaldó a los estudiantes. En este contexto, el gobierno porteño insistió en responsabilizar a sectores políticos –la semana pasada señalaron al kirchnerismo y el chavismo– mientras los estudiantes decidían mantener asambleas al menos hasta el viernes a la espera de las conversaciones con el gobierno de Mauricio Macri. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dijo que “claramente la política mete la cola” para que los estudiantes hayan rechazado el plan obras presentado por el ministro de Educación Esteban Bullrich para 50 escuelas.El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, también respaldó a los adolescentes: “Si me preguntan qué pienso de que los alumnos se expresen, yo toda mi vida me expresé, ¿cómo voy a negar que un alumno lo haga?”, sostuvo. Y se sumó el ministro de Educación, Alberto Sileoni, quien afirmó que “la toma de los colegios secundarios de la Ciudad por parte de los alumnos es un tema que debe resolver el jefe de Gobierno porteño”. En línea con lo dicho por Fernández subió la apuesta: “Es difícil liderar la gestión de un gobierno que atraviesa un conflicto desde hace tres semanas estando en una gira por Europa”.Para reafirmar que el conflicto va in crescendo, el titular del centro de estudiantes de la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola, Ramiro Yordan, dijo  que “es probable que entre mañana y pasado (por hoy y mañana) se tomen más escuelas de acuerdo a lo que propusieron las asambleas, a la espera de una respuesta el viernes que incluya las demandas de cada establecimiento”. De hecho en el ámbito universitario –que depende de Nación– a la toma de tres sedes de la facultad de Ciencias Sociales se sumaría Filosofía y Letras.Desde el gobierno porteño informaron que seguían ocupadas las escuelas Fernando Fader, Larroque, Spangenberg (Lengüitas), María Claudia Falcone, y los normales 1 (con asamblea y clases), 2, 5, 7 y 8.