Sociedad

«Nadie puede vivir sin saber de dónde viene»

Así lo declaró hoy la diputada Victoria Donda como testigo en el juicio oral sobre el robo sistemático de bebés durante la última dictadura militar. Los hijos recuperados "somos la evidencia de que el plan (para el robo de recién nacidos) existió, sino yo no estaría acá sentada", agregó.

Victoria Donda es testigo en la causa por el robo de bebés.

La diputada nacional Victoria Donda, quien recuperó su identidad en 2004 tras cohabitar 27 años con sus apropiadores, afirmó que «nadie puede vivir sin saber de dónde viene», al declarar hoy como testigo en el juicio oral sobre el robo sistemático de bebés durante la última dictadura militar.

La legisladora de Proyecto Sur aclaró que sigue teniendo «gran afecto» por quienes figuraban como sus padres, el ex oficial de la Prefectura Juan Antonio Azic y Ester Abregó (fallecida), pero sostuvo que «el hecho que me hayan criado con amor, no hace menos grave el delito que se cometió».

La testigo consideró que los hijos recuperados «somos la evidencia de que el plan (para el robo de recién nacidos) existió, sino yo no estaría acá sentada».

La diputada, quien concluyó su testimonio con la lectura del texto «Portadores de sueños» de Gioconda Beli -y lloró al hacerlo- dijo estar «orgullosa» de sus desaparecidos padres biológicos, José María Laureano Donda y María Hilda Pérez, ambos militantes de «Montoneros», pero que sentía «vergüenza» por no buscar sus restos ni haberse hecho antes el ADN que confirmó su identidad.

Fue el juez federal Norberto Oyarbide quien en octubre de 2004 le notificó los resultados del estudio realizado por expertos del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durán y luego se enteró que su tío, Adolfo Donda, «estaba en un grupo de tareas» de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

A ese centro de detención clandestino fue llevada su madre, embarazada de cinco meses, tras ser secuestrada a fines de marzo de 2007 en la plaza de la localidad bonaerense de Morón y pasar por la comisaría 3ra. de Castelar. Dos meses después «desapareció» su padre.

«A (Adolfo) Donda lo único que le preguntaría es donde están mi mamá y mi papá», respondió la testigo cuando se preguntaron si había tomado contacto con su tío.

«(Adolfo) Donda estaba en la ESMA y sabía que su cuñada embarazada, estaba cautiva» en ese lugar, manifestó la diputada, para quien su tío debería ser otro de los enjuiciados por el robo sistemático de bebés de padres desaparecidos durante el último régimen de facto.

«Tío» también era el trato que Victoria Donda le brindaba al prefecto Héctor Fébres, que sería quien, cuando tenía pocos días de vida, la habría entregado a Azic.

La testigo contó que, luego que se conociera su real identidad habló con Azic (que intentó suicidarse con un disparo en la mandíbula), y quien fuera su «padre de crianza» -como lo mencionó en reiterados pasajes de su exposición- «me pidió perdón».

Donda dijo que conoció a su abuela materna, Leontina Puebla («una de las “primeras” 14 “Madres de Plaza de Mayo») en 2006, en Toronto, Canadá, lo que le ayudó a reconstruir su pasado y aspectos relacionados con el secuestro de sus progenitores y el embarazo de su madre. «Cuando me abrazó sentí que era mi abuela» y «me hizo sopa de verduras los 15 días que estuve en Toronto», acotó la testigo, autora de libro «Mi nombre es Victoria», el mismo título de un documental que refiere su historia personal.

La testigo comentó que fueron las investigaciones realizadas por las organizaciones HIJOS y Madres de Plaza de Mayo las que la llevaron a sospechar sobre el vínculo con sus apropiadores.

En una ocasión, siendo niña, su «madre de crianza» le comentó que Victoria «había nacido del corazón» y que era «un regalo de Dios».

Su inquietud creció con lo que la testigo calificó como «cosas raras»: dijo que nunca renovó su documento de identidad en un registro civil ni vio fotografías en las que apareciera retratada en su niñez.

El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal Seis (TOF 6) se realiza en los tribunales federales de Comodoro Py 2.002 de esta ciudad.

Están procesados, además de Azic, los ex dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Benito Bignone y sus camaradas de armas Jorge «el tigre» Acosta, Santiago Omar Riveros, Rubén Franco y Antonio Vañek, y el médico Jorge Magnacco, a quien su imputa haber intervenido en los partos.

Según supo Donda por el relato de sobrevivientes, Magnacco «cortó el cordón umbilical» de su mamá el día de su nacimiento, que la diputada manifestó desconocer, a pesar que en su partida de nacimiento fue anotada la del 17 de setiembre de 1977.

«¿Y ahora, cuando festeja su cumpleaños?», quiso saber la presidente del TOF 6, María del Carmen Roqueta, a lo que la ex apropiada contestó: «tienen 365 días al año para hacerme regalos».

Los procesados en esta causa, cuya instrucción está a cargo del juez federal Daniel Rafecas, son juzgados por 34 casos de sustracción, retención y ocultamiento de menores y sustitución de sus identidades.

Fuente: Telam