La fundación «María de los Ángeles», creada por Susana Trimarco, inaugura su nuevo local en Tucumán, donde atienden 800 casos relacionados con la trata de personas, una tarea que posibilitó que «la gente tenga una mirada diferente» sobre el tema.
«Estamos muy contentos porque finalmente vamos a inaugurar la nueva sede de la fundación», cedida por el gobierno nacional, en la que también funcionará «la primera oficina del Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) en Tucumán», destacó Carlos Garmendia, abogado de Trimarco, madre de Marita Verón, secuestrada y desaparecida por una red de trata de personas el 3 de abril de 2002.
La principal misión del Centro será acercar la justicia social a personas de condiciones humildes que no pueden pagar un abogado para llevar adelante un juicio.
La principal misión del Centro será acercar la justicia social a personas de condiciones humildes que no pueden pagar un abogado para llevar adelante un juicio «No sólo se busca asegurar el derecho a que el ciudadano acceda a la Justicia de tribunales» sino además «asegurarnos que todos estos derechos que fueron reconocidos y establecidos en estos últimos diez años lleguen a la gente», sostuvo Garmendia.
Según el abogado, «la Fundación intenta que las víctimas de trata de personas o explotación sexual tomen conciencia de que la situación que tuvieron que vivir no está bien, no es su culpa y que tienen otras opciones de vida».
«Lo que buscamos es posicionarlos como ciudadanos productivos, abriendo las puertas a una nueva oportunidad y que se incorpore a la cultura del trabajo como actividad dignificante», agregó.
La Fundación cuenta con un equipo de abogados, un departamento de salud mental compuesto por psicólogos y psiquiatras y un grupo de trabajadoras sociales.
También funcionará allí un NAC (Núcleo de Acceso al Conocimiento), un programa del Eje Estratégico de Inclusión Digital del Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada.
La sala fue equipada con la última tecnología para ofrecer a la comunidad en igualdad de condiciones, acceso a la conectividad y a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, a fin de generar las condiciones para el desarrollo de
habilidades digitales y oficios en pos del desarrollo de las personas.
Tanto el CAJ como el NAC estarán abiertos para las chicas que asisten a la fundación y para todos los ciudadanos que estén interesados en acceder a sus beneficios.
Dentro del NAC funciona además una sección audiovisual donde se llevan a cabo talleres, como el de orientación laboral, que depende del Ministerio de Desarrollo de la provincia y capacita laboralmente a las chicas que acuden a la Fundación.
También está el jardín maternal gratuito «Los Ángeles de María», para hijos de chicas que fueron víctimas de trata o de violencia de género y se encuentran en situación de vulnerabilidad, que les facilita salir a trabajar y continuar con el tratamiento que realizan dentro de la fundación.
Para Garmendia, «hoy es claro y evidente que cuando uno habla de trata de persona, de prostitución, de proxenetismo, de prostíbulo, la mirada de la sociedad no es la misma de hace cinco años atrás».
«Creemos que eso es lo más importante que se ha logrado, más allá de que hemos ayudado a rescatar a muchísimas chicas», dijo el abogado y destacó que «hay muchas chicas que están en situación de prostitución en las calles y vienen y trabajan aquí».
Asimismo Garmendia relató «el gigantesco crecimiento de la Fundación en estos últimos dos o tres años» y valoró que «una ONG pueda trabajar al lado del Estado, tanto nacional como provincial, generando un cambio en la sociedad».
