Internacionales

Perú: Por una mínima diferencia ganó Humala y es el nuevo presidente

Con más del 90 por ciento de los votos escrutados el nacionalista Humala aventaja a la conservadora Keiko Fujimori por poco más 300 mil votos. Su gobierno busca “convocar a los mejores cuadros técnicos para poder hacer un gobierno de concertación”.

Ajustado balotaje entre ambos candidatos.

El nacionalista Ollanta Humala se convirtió virtualmente anoche en el próximo presidente de Perú y prometió: “Vamos a promover más inversiones, vamos a llevar una economía de mercado que es la consolidación, el fortalecimiento del mercado interno”.

Humala, que con el 90 por ciento del escrutinio oficial aventaja a la conservadora Keiko Fujimori por apenas 300 mil votos, se comprometió a garantizar la estabilidad jurídica y a reconocer los contratos suscriptos por el Estado, excepto aquellos en los que se detecten irregularidades.

El flamante ganador se propone “convocar a los mejores cuadros técnicos independientes e intelectuales para poder hacer un gobierno de concertación, de ancha base, en el que nadie se sienta excluido y donde todos estén representados” y ratificó, además, su intención de crear programas sociales para beneficiar a adultos mayores que hoy no tienen ingresos y a las madres que trabajan.

El teniente coronel retirado aseguró que luchará contra la corrupción, la delincuencia y la inseguridad, y subrayó que hará “todos los esfuerzos para eliminar el terrorismo del país”. Menos de una hora antes de la medianoche, Humala había aparecido públicamente por primera vez desde el cierre de las urnas para proclamarse ganador. “Hemos ganado las elecciones”, sostuvo cuando todos los resultados oficiales y extraoficiales conocidos parecían asegurarlo, aunque aún no hubiera sido proclamado oficialmente.

Humala reunía esta madrugada 7.073.683 votos (51,25 por ciento de los sufragios válidos) contra 6.727.728 (48,74 por ciento) de Fujimori, cuando se había relevado 91,39 por ciento de las actas de votación, según reportó la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Sin embargo, es razonable esperar que esa ventaja se amplíe a medida que avance el escrutinio, dado que los primeros datos relevados corresponden a las zonas urbanas del país (toda el área metropolitana de Lima y las capitales de departamentos), que son las más favorables a Fujimori.

De hecho, cuatro escrutinios rápidos -tres realizados por empresas privadas y el restante por la Asociación Civil Transparencia- atribuyeron a Humala entre 51 y 52,2 por ciento de los votos válidos, y a Fujimori, entre 47,8 y 49 por ciento.

Acaso porque ya lo habían advertido las encuestas que circularon -clandestinamente dentro de Perú, porque ya regía el período de veda que establece la legislación electoral- en los tres días previos a la jornada electoral, el triunfo de Humala no fue puesto en duda ni siquiera por su competidora.

Más de dos horas antes de que Humala leyera su declaración, Fujimori se asomó al balcón del hotel donde se alojó durante la jornada electoral y admitió implícitamente su derrota al señalar que había recibido la adhesión de “casi la mitad” de la ciudadanía.

Casi 20 millones de ciudadanos (de ellos, 750.000 en el exterior) estaban habilitados para votar y hasta donde llegó el escrutinio oficial, la tasa de asistencia era de 84,92 por ciento de los empadronados, con 0,66 por ciento de votos en blanco y 5,17 por ciento de sufragios nulos, en ambos casos sobre el total emitido.

Humala se había impuesto en la primera vuelta, el 10 de abril, con 31 por ciento de los votos válidos contra 23 por ciento de Fujimori.