Sociedad

Piden la renuncia de Zaffaroni

Tras descubrirse que en seis departamentos de su propiedad se ejercería la prostitución, la Asociación Civil Anticorrupción, a cargo de, Ricardo Monner Sans pidió que dejara su cargo. "Si ignoraba, debe irse por ignorar, y si no ignoraba y está macaneando, debe irse por macanear", sostuvo Sans.

La Asociación Civil Anticorrupción, cuyo titular es Ricardo Monner Sans pidió la renuncia del juez  de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, y aseguró que «la dignidad no es negociable».

«Usted está obligado a tener una conducta digna», señala Monner Sans en una carta que le remitió al ministro del Máximo Tribunal.

En ese sentido, Monner Sans le reclama a Zaffaroni que deje su cargo: «Se tiene que ir ya, sin esperar que se lo juzgue» y recordó que «fue juez del proceso, fue designado por la barbarie militar del tramo 76-83″ y durante ese período «se le tuvo que perdonar» que estuviera en situación de «evasión fiscal», que luego debió ser regularizada.

«No puede ignorar que no había prostíbulos», consideró y agregó: «Si ignoraba, debe irse por ignorar, y si no ignoraba y está macaneando, debe irse por macanear».

El juez de la Corte Suprema quedó envuelto en un escándalo luego de que saliera a la luz que en seis departamentos de su propiedad se ejercería la prostitución.

El juez Eugenio Zaffaroni había reiterado el viernes pasado que desconocía el destino que se habían dado a varios departamentos de su propiedad en los que presuntamente funcionaban prostíbulos, en tanto que la ONG La Alameda lo denunció en la Justicia en el marco de una investigación sobre una red de prostitución.

Sin embargo, aseguró que si bien es dueño de quince propiedades en Capital Federal, como no puede «ejercer actividad comercial ni administrarlos personalmente», tiene «un apoderado y una inmobiliaria que los alquila», y agregó que se limita a recibir lo que le pagan y ni siquiera revisa «mucho las cuentas».

Zaffaroni, tras explicar que todas sus propiedades están «debidamente asentadas» en su declaración de bienes, señaló: «nunca firmé un contrato de locación personalmente y nunca conocí a ninguno de los inquilinos».