En diálogo con Sala de Premsa, Jozami planteó, entonces, que el gran objetivo del centro cultural es extender a diferentes sectores de la sociedad una reflexión en profundidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Argentina.

Al conmemorarse un nuevo aniversario del golpe que dio inicio a la última dictadura, el titular del Haroldo Conti reconoció que “el primer objetivo del centro fue aportar a la formación de lo que se podría llamar una cultura de la memoria”.

“La creación del centro fue parte de una política más general, que es la de memoria, verdad y justicia, que tiene que ver con los juicios, la recuperación de estos espacios”, dijo el abogado y periodista.

Al respecto, apuntó: “Nosotros teníamos que estimular toda la reflexión, creación artística, literaria, en relación con los temas de la dictadura militar, el terrorismo de Estado, las luchas populares de los años ´70”. “Esa fue, de alguna manera, una tarea que fue ganando espacio”.

El funcionario explicó que desde el Centro delinearon dos líneas de trabajo: “Una que podríamos llamar ‘en profundidad’, y que tenía que ver con avanzar en la reflexión pero también entendiendo que la creación artística es un aporte; y la otra fue la de ‘en extensión’ porque queríamos que el centro cultural fuera una herramienta para convocar sectores más amplios de la sociedad a que se vincularan con estas temáticas de los derechos humanos además de quienes sabían qué había pasado en la ESMA”.

Comprendió, allí, que “la actividad cultural es una herramienta privilegiada porque convocó a una cantidad superior de gente a la que simplemente hubiera venido a conocer el predio, a hacer la visita”.

Y admitió: “El desafío que estamos cumpliendo es que estas dos tareas no entren en contradicción: no podemos repartir figuritas para que venga más gente, hacer cualquier banalidad, sino que tenemos que mantener cierto rigor en los espectáculos, las publicaciones, debates, muestras, pero teniendo en claro que existe ese gran objetivo de que esto no sea simplemente un diálogo con los movimientos de derechos humanos”.

Jozami resaltó que “la apuesta de la política de memoria, no sólo este centro, está apuntada a las nuevas generaciones, al futuro. Esta política va a dejar una huella en la sociedad, no cabe dudas. Pero es importante que esa huella sea duradera, perdurable, que tenga continuidad”.

Elogió que “a partir del período de Néstor y Cristina Kirchner, se desarrolló una visión más clara sobre lo que había sucedido realmente en la dictadura militar, que no había sido solamente para reprimir a la guerrilla sino para hacer una transformación reaccionaria de la economía y la sociedad para disciplinar a los sectores populares. Y me parece que, en esa línea, tenemos que seguir avanzando a entender mejor qué pasó con cada uno de los sectores sociales, qué políticas tuvieron también las fuerzas populares”.

  “Es una tarea de debate y reflexión permanente que tiene que hacerse con una mirada muy amplia, aceptando una pluralidad de ideas pero al mismo tiempo con un compromiso muy fuerte de no dar un paso atrás en la afirmación de la memoria”, planteó el integrante del grupo de intelectuales Carta Abierta.

Fuente: Sala de Prensa