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Mendoza

La provincia produce 860 mil kilogramos de miel y exporta el 90 por ciento

La provincia cuenta con 564 apicultores, más de 84 mil colmenas y treinta salas de extracción inscriptas. Poco más de 50 por ciento de las colmenas se concentra en el sur provincial, en tanto que el resto se distribuye entre las zonas norte, Valle de Uco y este.

La producción apícola de Mendoza se convirtió en una de las más importantes del país, con una cosecha de 862.000 kilos durante la temporada 2013 a 2014, de la cual 90 por ciento se destina a exportación.

La producción apícola de Mendoza se convirtió en una de las más importantes del país, con una cosecha de 862.000 kilos durante la temporada 2013 a 2014, de la cual 90 por ciento se destina a exportación.

Según el Ministerio de Agroindustria, con 564 apicultores, más de 84.000 colmenas y 30 salas de extracción inscriptas, la producción apícola mendocina es «una de las más importantes del país».

El producto que principalmente explotan los apicultores mendocinos es la miel, indica el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), aunque como parte complementaria se produce también polen, propóleos y cera.

Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el 90 por ciento de la venta de miel a granel tiene como destino la exportación a Japón, Alemania, los Estados Unidos y países árabes como principales destinos; en tanto que el 10 por ciento restante se comercializa en el mercado interno, el cual presenta una mejoría gracias a campañas de difusión en distintos eventos como la Fiesta de la Vendimia, la UcoMiel, la Expo Apícola de Lavalle o la Semana de la Miel Paceña.

Poco más de 50 por ciento de las colmenas se concentra en el sur provincial, mientras que el resto se distribuye entre las zonas norte, Valle de Uco y este.

La provincia cuenta con cerca de treinta salas de extracción inscriptas, a las que debe sumarse la miel obtenida en forma artesanal por parte de pequeños productores, con un rendimiento por colmena de unos 20 kilos, aunque existen zonas que lo superan ampliamente.

La polinización también ha sido una importante fuente de ingresos para los apicultores que han obtenido buenos ingresos en frutales -almendros, cerezos y pepita- y aún mejor en cultivos para la producción de semillas como cebolla y girasol.

Asimismo, en la provincia, se trabaja fuertemente en incrementar el consumo interno y la diferenciación por origen botánico, para lo cual se encuentra habilitado un laboratorio de análisis polínico para poder establecer el origen de las mieles, donde se podrían caracterizar mieles de jarilla, algarrobo, atamisque u orégano.

Estos tipos producidos en esta región podrían mejorar su valor con dicha caracterización, como ocurre en países europeos con mieles de acacia, eucaliptus o castaño.