Sociedad

Recordando al Padre Mugica

A 39 años de su muerte el cura tercermundista es recordado por sus pares y por los vecinos de los barrios villeros que se sumaron a su lucha. “Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece”, oraba Mugica.

Este sábado se cumples 39 años de la muerte de Mugica.

 

La figura de Carlos Mugica será recordada este fin de semana con múltiples actividades en las villas de Buenos Aires por parte del equipo de sacerdotes que continúa en esos barrios el legado del cura asesinado por la Triple A hace 39 años.

 

La celebración central será en la parroquia Cristo Obrero de la villa 31 del barrio porteño de Retiro, que Mugica fundó y a donde descansan sus restos desde 1999 cuando fueron trasladados desde el cementerio de la Recoleta.

 

El padre José María Di Paola, expresó que los curas villeros «estamos agradecidos del gran legado que nos dejó Mugica, que vivió el sacerdocio de una manera entusiasta, más allá de la sacristía, para relacionarse con otros ámbitos como el sindical o el universitario; y que decidió venir a vivir en las villas, al lado de los más pobres».

 

En tanto, el padre Gustavo Carrara sostuvo: «Me viene a la memoria la elección de Francisco y su mensaje de que quiere una iglesia pobre para los pobres. Esto era lo que Mugica y el grupo de sacerdotes que lo acompañaban buscaban: esa iglesia que soñó y quiso Jesús», expresó el titular de la Vicaría de Villas porteñas.

 

El padre Pepe, quien debió irse al norte del país tras las amenazas de muerte que recibió por su trabajo contra los traficantes de droga, está instalado ahora en la villa La Cárcova de José León Suárez, donde preparan para este fin de semana homenajes, misas y una caminata por las calles del barrio en recuerdo de Mugica.

 

Además la figura de Mugica será recordada con una misa que se celebrará mañana a las 18, a la que habitualmente concurren dirigentes políticos y sociales.

 

Otra celebración se realizará también mañana a las 20 en la parroquia San Francisco Solano, ubicada en Zelada 3771 del barrio porteño de Villa Luro, donde fue asesinado el padre Carlos a manos de la Triple A.

 

En tanto, el domingo a las 11 se realizará otra misa en la villa 31, tras la cual está prevista la entrega de los premios Padre Mugica a las personas del barrio que se destacan por su labor comunitaria, un guiso popular calculado para unas mil personas, y un festival de música con Víctor Heredia.

 

El padre Mugica pertenecía al movimiento de sacerdotes tercermundistas, que estuvo vinculado a las luchas populares del país en las décadas de 1960 y 1970, y fue el fundador de la parroquia en la villa 31.

 

El cura fue acribillado a balazos el 11 de mayo de 1974 en una emboscada cuando se disponía a subir a su automóvil, estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano, tras celebrar una misa.

 

La causa por los crímenes cometidos por la Triple A la lleva adelante el juez federal Norberto Oyarbide, quien los consideró como delitos de «lesa humanidad» y, con esa decisión, logró que la causa sea considerada imprescriptible, ya que corría serio riesgo de ser archivada.

 

 

“Señor: Perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece.

Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no.

Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no.

Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo.

Señor: Yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre.

Señor: perdóname por decirles ‘no sólo de pan vive el hombre’ y no luchar con todo para que rescaten su pan.

Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí.

Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos.

Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz», rezaba Mugica.