Con la reconstrucción de los hechos y la versión de militares, policías y quienes estuvieron el día de la rebelión policial en el Hospital de la Policía, en el Regimiento Quito 1 y en las instalaciones del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), que funciona en un complejo sobre las avenidas Occidental y Mariana de Jesús, la Fiscalía espera reunir suficientes elementos para determinar si el jueves pasado se pretendió matar al presidente.Ayer, se hizo de 09:00 a 12:35 la reconstrucción de los hechos. Acudieron fiscales, jefes y decenas de subalternos policiales y militares y el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, entre otros.Liderados por el fiscal Luis Enríquez se cumplió la diligencia, para la cual se pidió desalojar a la prensa «para no entorpecer» el trabajo, según argumentó el jefe policial Fernando Romero, cuyo pedido fue acatado.El coronel Luis Castro, comandante del Fuerte Militar Patria, cuyos efectivos intervinieron en el rescate del mandatario, fue uno de los primeros en intervenir. Relató al fiscal que sus hombres actuaron «en defensa propia y en forma disuasiva pese a que policías apostados en diferentes puntos dispararon primero…».La diligencia, solicitada por la Fiscalía dentro de la etapa de indagación previa (investigativa), contó también con la presencia de los cuatro vehículos que se utilizaron para evacuar al presiente tras el rescate (una Blazer color verde, una Ford negra y dos Nissan Patrol color plomo, una de ellas de placas FTG-170), los cuales presentaban varios impactos de bala y vidrios destruidos.»Desde el ángulo desde el que se disparó (al carro presidencial y su comitiva de seguridad), no había policías», aseguró Gonzalo Guzmán, elemento del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), que rindió su versión en la que trató de descargar responsabilidades a sus compañeros, ante lo cual el fiscal Enríquez le aclaró: «No haga especulaciones y peor comentarios». Con ello, le pidió que se limite a contar hechos, ya que las evidencias, grabaciones y otros testimonios darían cuenta de que sí hubo gendarmes.Con esta diligencia, según Miguel Palacios, otro fiscal que acudió ayer, se explicó que se busca determinar el lugar de los disparos contra Correa y los causantes.Jalkh resaltó que su presencia obedecía a que están dispuestos a colaborar con la Fiscalía en las investigaciones, porque «al país le interesa que se conozca todo para que quede perfectamente establecida y en evidencia la gravedad de los hechos que ocurrieron, para que, así, la Justicia tome los procedimientos que son propios en estos hechos tan graves», entre ellos, quién disparó contra el presidente y de dónde salió la bala que mató al policía Froilán Jiménez.Resaltó: «Es muy importante esta reconstrucción de hechos y recabar las diferentes versiones para, con base en ello, determinar responsabilidades, basados en la suma de elementos de investigación».