Política

Por Anabel Acevedo

“Hay que recuperar la memoria”

En este nuevo rol que le toca como coordinadora, Delia Bisutti comenzará a cerrar parte de su historia y la de muchos que fueron víctimas directas de la última dictadura militar. En esta entrevista reivindica el valor de la educación pública, de la militancia y de la democracia.

"La militancia no es una mala palabra, es un compromiso"

Delia Bisutti, es coordinadora de las políticas de los Sitios de la Memoria de los ex Centros Clandestinos de detención de la Ciudad de Buenos Aires. Además, fue diputada por la Nación y Legisladora porteña.   ¿Cómo es tu trabajo actual en los ex Centros Clandestinos de detención? Yo estuve detenida en los 70´s en el centro clandestino conocido como “Sheraton” en donde funcionaba y sigue funcionando la comisaria de Villa Insuperable. Soy sobreviviente y testimoniante, mi marido es uno de los 30 mil detenidos-desaparecidos. A mí, como a muchos, nos costó poder hablar del tema, hicimos todo lo que había que hacer en el marco de las normas, la CONADEP, el reconocimiento de los sitios. Ahora, hubo un convenio de Ciudad y Nación para que Nación empezara a gestionar los ex Centros Clandestinos, por una ley de sitios, que lleva adelante las políticas de la memoria en los ex Centros Clandestinos de todo el país, y asumo como coordinadora.   ¿Cuáles serían tus funciones principales? Hacerme cargo de lo que dice el convenio, de los centros como El Olímpico, Virrey Zeballos, El Atlético, Azopardo, también donde funcionó la ESMA y el centro de oficiales. Los cinco más renombrados y los trabajadores que están cumpliendo funciones en estos ex centros, que también pasan bajo la órbita de Nación. Coordinar desde ahí las políticas nacionales de memoria, verdad y justicia, generar políticas para que sean visibles estos centros con señalización, capacitación y recorridas. Ponerlos en estado de preservar para poder mostrar qué ocurrió en esos centros y que nuestro país bajo el yugo de las fuerzas armadas fue una fuerza de ocupación, para que no olvidemos.   A nivel militancia, desde joven estuviste vinculada en el sindicato de los docentes, fuiste Secretaria General ¿Qué papel juega la militancia para poder ayudar a la gente?  Para mí es fundamental, primero porque desde muy jovencita cuando ya empecé a escoger la docencia en el año ´69 o 70´s en La Matanza, me involucré con el sindicato, me afilié y fui elegida como delegada por mis compañeros y siempre estuve en ejercicio en lo que fue la CTERA, tanto en La Matanza como en la Ciudad de Buenos Aires. Y la militancia es un compromiso gracias a que yo no vivo sola en la sociedad, ni busco méritos para mí en lo individual (que sí los busco) pero que no me puedo realizar –esto sí lo saco de la doctrina del General Perón- uno no se realiza en una sociedad si no es en conjunto, si tengo avances que me permita a mi avanzar como individuo. De lo contrario, surge aquel del sálvese quien pueda y creo que eso no es lo que corresponde para la formación de alguien que digne ser un ser social-político como lo somos todos. Y el que no milita o no se compromete, en realidad lo está haciendo para otro lado o está jugando para su propio partido, no acuerdo con los que juegan su propio partido en la sociedad si no se comprometen con el conjunto para  jugarlo desde donde sea.   Habiendo sido delegada sindical por el gremio de los docentes, durante muchos años ¿Qué importancia tiene para una persona contar con una educación pública? Vengo trabajando toda la temática educativa desde hace muchos años, como docente y como Secretaria General de UTE por más de diez años y miembro de la CTERA y porque tengo un compromiso con la educación pública desde mis convicciones. Además, fui Subsecretaria de Educación y me interesa realmente que el Estado pueda dar una educación a todos a través de la educación gratuita, laica y obligatoria. Y que se comprometa con los fondos de financiamiento para que todos tengan la opción de la escuela pública estatal.  Cosa que lamentablemente, en la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos años, no viene sucediendo, esa es la política del Gobierno de la Ciudad. Como Diputada Nacional o de la Ciudad de Buenos Aires, integré en ambos parlamentos la Comisión de Educación; precisamente tengo varios proyectos presentados, algunos aprobados y otros no. Entre ellos, todo lo que fue la regulación de los jardines maternales privados, en la legislatura del año 2000. Y varias temáticas relacionadas con la defensa de los trabajadores de la educación, con el derecho de los niños y niñas a poder tener una educación gratuita y estatal. Creo que no hay posibilidades de que una persona pueda tener una inserción tanto laboral como social, cultural, si no accede a los bienes educativos a través de la educación normal, dentro del rol que le compete al Estado para garantizarla. Pero también creo que la educación para poder darle esas herramientas y esa formación, necesita ver en qué marco se dan esas herramientas para que esos individuos -sea niño, adulto, mayor o joven- puede aprehender a asirlos con todas las herramientas que hacen para su formación pero también con una mirada de país. Formar para defender las cosas de nuestro país. La educación tiene que apuntar a esos dos puntos; a la persona como tal, como individuo pero no como un ente aislado, sino como un ente integrado en la sociedad que vive en un país que tiene que formarse con el conocimiento de qué cosas tiene que entender para que su país siga adelante, y la educación en eso es fundamental.   ¿Hay diferencia entre las juventudes militantes de los 70´s y esta juventud de ahora? Siempre hay diferencias porque los contextos políticos históricos son diferentes. En la época de los 70´s nosotros militábamos en época de dictadura para lograr la democracia. En el ´73 logramos la democracia, volvimos a votar, yo voté por primera vez y en el ´76 nos volvieron a dar un golpe los militares. Veníamos de procesos en Argentina, desde los años 30´s donde un gobierno democrático, salvo el de Perón, no dura. Había derrocamientos de lo que eran llamadas las fuerzas militares, que parecían ser un partido más pero eran una fuerza de ocupación en nuestro propio país. Hasta que llegó la última dictadura que nos diezmó a muchos de los militantes. Entonces es imposible comparar. Lo que uno puede comparar es lo importante de la militancia, del compromiso y lo importante de comprometerse con un proyecto. Nosotros militábamos para que ese proyecto llegara al gobierno y que desde el gobierno se pudiera transformar. Nos duró poco porque la dictadura del ´76 barrió con lo que se había conseguido en el ´73. Y los jóvenes de hoy tienen la suerte, primero, algunos, de haber nacido en democracia, y otros, que son más grandes, pero que militan en época de democracia. Los que están de acuerdo con el gobierno, militan con un gobierno que es el que está transformando y con el cual pueden interlocutar, lo cual no es poca cosa: poder estar militando en un proyecto y que además ese proyecto sea el que está conduciendo el destino de nuestro país.   ¿Qué valor tiene la democracia, para los jóvenes que no vivieron en dictadura y para algunas personas de la oposición al Gobierno Nacional que dice que este gobierno es una dictadura?  Tiene un valor enorme pero los jóvenes espero que lo valoren, son nacidos en democracia por más que sepan o lean no sé si llegan a visualizar lo que se vivió; por eso hay que recordarlo continuamente, para que nunca más vuelva. Porque uno puede ser un opositor pero no puede decir que es una dictadura porque no se tiene claridad o se quiere intentar confundir de lo que es una dictadura genocida. Son hechos no parangonales, si podemos seguir esta batalla de recuperar todo lo que implica más memoria para tener toda la verdad de los acontecimientos, saber dónde están muchos de nuestros compañeros desaparecidos que nunca se supo en donde los mataron o en donde los hicieron desaparecer, hay muchos niños, nietos que todavía no se han podido recuperar y que todavía en alguna familia están viviendo. Revalorizar y darle valor a la democracia es fundamental y poder decir que desde el ´83 que recuperamos la democracia que volvimos a votar y a tener gobiernos democráticos. Es la primera vez que Argentina tiene tantos años seguidos de democracia porque permanentemente había gobierno electos débiles o fuertes como el peronismo pero derrocados permanentemente. Hay que darle ese valor y el del voto para cambiar las autoridades, municipales, nacionales, provinciales y a partir de ahí dar el debate pero con un poco más de altura en los conceptos que se vierten y en las diatribas que se dicen. Porque últimamente estamos viendo que la mayoría de  los sectores que aparecen mediáticamente, con mucha liviandad en las palabras y desaprensión en el agravio y eso lo puede hacer llevar a denigrar los valores de la democracia. Hay que profundizar la democracia y dar todos los debates pero también profundizar los contenidos.     ¿Este Gobierno Nacional brindó esta posibilidad? ¿Reivindicó esa bandera de lo que era la democracia y los jóvenes que se comprometen? Creo que este gobierno desde Kirchner y ahora con Cristina, volvieron a poner primero énfasis en lo que transforma la realidad, que la herramienta para hacerlo es la política. Para eso, por supuesto, para transformar la realidad hay que comprometerse. Por eso la militancia no es una mala palabra, es un compromiso. Como decía antes, donde uno deje de mirar su ombligo para mirar varios ombligos y hacer una política para que todos tengamos las mismas posibilidades o por lo menos generar las mismas posibilidades y generar más igualdad y equidad y de eso se trata cómo distribuir la riqueza para los que menos tienen. Creo que eso es fundamental y esto es un camino que lleva a que este gobierno haya puesto más el énfasis en la juventud porque son quienes más intentan transformar y se comprometen con las transformaciones porque la juventud es la etapa de más idealismo, de más compromiso. A partir de la asunción del gobierno de Néstor, habiendo pasado la época neoliberal de los 90´s donde todo era me salvo yo y lo demás no importan (así terminamos el 2001 que no se salvaba nadie) reivindicar la política como herramienta de transformación y reivindicar la militancia y que los jóvenes se comprometan con un proyecto nacional y popular creo que es fundamental.   ¿Qué te hace tener fuerza y fortaleza para poder seguir luchando, a pesar de todo lo que viviste? Porque desde la coordinación también sería seguir con la lucha. No es fácil. Todos fuimos víctimas porque el país quedó bajo la dictadura genocida. Algunos fuimos más perjudicados directamente por la militancia que hicimos. Pasé por distintos procesos como van pasando cada uno de los sobrevivientes o las familias que han quedado diezmadas. Si yo te diría hace 15 años que iba a estar en esto, te diría que no, porque hace 15 años todavía me costaba hablar de lo que había vivido. Son todos procesos que uno va atravesando porque hubo una época, después de estar en democracia, de muchos años de muchos miedos, porque el miedo está tan metido adentro que hasta te da miedo hablar con el que está al lado. Aunque ya estés en democracia aunque ya sabías quién era y la angustia de no poder contar lo que habías vivido. En los últimos años pude, a través de la palabra, poner afuera estas vivencias. Nunca me sentí una víctima y como tal no milité en los organismos, siempre acompañé todo eso, desde la legislatura y el congreso como diputada, desde el cargo de dirigente gremial y nunca hubiera pensado que iba a estar coordinando la política de memoria en los centros. Y esto también creo que es un avance de los últimos años, del 2011 en adelante. La derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que se restauren los juicios. Con leyes reparatorias y de sitios, la ley nacional de sitios que es política nacional que es poner en valor, visibilizar, conservar los sitios del horror que tuvimos en la República Argentina. Por un lado, algunas veces pensé que iba a hacer yo acá por todo lo que pasé. Y la verdad que además de sentirme en condiciones de poder hacerlo me va a ayudar a terminar este proceso que uno tiene porque al estar con la temática, poder seguir exponiendo las atrocidades que vivimos porque siempre hay cosas para contar y por descubrir. Y aun hoy hay muchas familias que no hablan de sus desaparecidos y testimonios que nunca los dieron y los empiezan a dar y conexiones en los datos de los sobrevivientes que nunca se juntaron. Todavía hay mucho por rastrear y por investigar. Creo que también un hecho muy importante, a partir de la recuperación de la ex ESMA donde funcionó el centro de detención clandestino más grande, es que esté funcionando el Archivo Nacional de la Memoria, es hacer una política de centralizar todas las declaraciones, los dichos del Nunca más, los juicios para poder avanzar y no quede en el olvido y quede registrado, recoger los testimonios que aparecen todos los días en todo el país de familiares o amigos.