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Tras 10 años

Resurge Loma La Lata, el yacimiento de gas más grande de la Argentina

Loma La Lata, el yacimiento neuquino que revolucionó la matriz energética de la Argentina y que en la última década inició una pendiente sin freno y hoy produce menos de la mitad que en su época de esplendor, pero que a fines de 2013, YPF logró incrementar la producción, que arrastraba caídas del 15 por ciento anual

Dicen que cuando más grande, cae más fuerte. El refrán se puede aplicar a Loma La Lata, el yacimiento neuquino que revolucionó la matriz energética de la Argentina y que en la última década inició una pendiente sin freno y hoy produce menos de la mitad que en su época de esplendor.

Sin embargo, YPF revirtió la tendencia a fines de 2013. Los datos de la Secretaría de Energía de la Nación indican que no sólo se detuvo la caída sino que ya comenzó a crecer la producción. Si se compara diciembre de 2013 con igual mes de 2012, se obtiene una suba del 10,4 por ciento (418,5 millones de m3 de gas contra 469,4).

Los buenos resultados comenzaron a vislumbrarse con la conducción de Miguel Galuccio.

En diciembre de 2012, la baja se redujo al 6 por ciento cuando se arrastraban caídas del orden del 15 al 16 por ciento anual.

Loma La Lata fue descubierto en 1977 y se convirtió en el yacimiento gasífero más grande de Sudamérica. Permitió incrementar el consumo de gas de la industria nacional y de los hogares, y estuvo acompañado de la construcción de los grandes gasoductos troncales que parten desde Neuquén.

Entre 2002 y 2003 alcanzó una producción histórica de 36 millones de m3/día. Hoy se ubica en 16 millones de m3, cifra que significa el 32% del gas que se produce en Neuquén y el 14% del total del país.

Para resucitar al viejo gigante confluyeron varios factores. La necesidad estratégica del país de reducir la brecha de importaciones energéticas -una de las causas de la expropiación de YPF-, junto con los mayores precios que dispuso la Nación para la nueva producción y el cambio de paradigma en la compañía, produjeron el renacimiento de Loma La Lata.

Una fuente de la empresa consultada por La Mañana destacó que se logró bajar 10 puntos de declino sólo con trabajos en los viejos pozos. “Para poder crecer necesitás mantener la curva de producción que es el gran volumen de la extracción”, explicó.

 

Maduros

Loma La Lata tiene más de tres décadas. A medida que los reservorios son más maduros pierden presión y aumenta exponencialmente la capacidad del gas de contener agua en forma de vapor. El hidrocarburo toma agua de la formación y a medida que sube por el caño hacia la boca del pozo, por la caída de la presión y la baja de las temperaturas, el líquido se condensa. Como las perforaciones cada vez producen menos gas, se va formando una columna de agua hasta que su peso es igual a la energía que tiene el reservorio y el pozo se ahoga.

Ese panorama atraviesa hoy la mayoría de los pozos productores de Loma La Lata. Para combatirlo, se aplica un proceso denominado, en inglés, deliquification, para evitar el ahogamiento.

Para ello, YPF inició el año pasado una campaña masiva de instalación de un sistema llamado plunger lift, que consiste en un pistón que se baja al fondo del pozo cuando se tapona el fluido de gas.

“Ningún yacimiento de la Argentina tuvo el comportamiento de Loma La Lata. Después de varias décadas, estabilizar a cero la declinación en un campo de este tamaño, es algo muy importante”, indicaron desde YPF.

A su vez, se instalaron unos 200 compresores en boca de pozo. La magnitud del trabajo fue tal que especialistas de YPF fueron invitados a realizar la principal ponencia sobre este tipo de equipos en un congreso mundial realizado en Praga.

Una tercera técnica que se aplica es la inyección de químicos desde la superficie que transforman el agua en espuma y le quitan peso para que el gas pueda arrastrarla hacia arriba.

 

Nuevos pozos

Un segundo eje de la recuperación del gigante neuquino son las nuevas perforaciones. El proyecto en marcha más importante es el desarrollo de tight gas. Se trata de rocas de baja permeabilidad que necesitan de fracturas hidráulicas para ser puestas en producción, apuesta que hoy con el subsidio de Nación, que eleva el precio a 7,50 dólares el millón de BTU, se volvió rentable.

A principios de 2013 YPF delineó un sector de Aguada Toledo-Sierra Barrosa, al sur de los lagos, denominado Segmento 5, y lo desarrolló desde mediados de año, con 28 pozos de gas terminados en la formación Lajas. En diciembre las nuevas perforaciones comenzaron a pesar en los reportes de producción, cuando, por primera vez, después de 10 años en baja, Loma La Lata arrojó un saldo positivo.

Este año, en el Segmento 5 harán 43 pozos y otros 6 pozos en El Cordón, un reservorio distinto en la formación tradicional de la zona, Sierras Blancas-Lotena.

Por otro lado, en 2013 también se perforó entre el río Neuquén y los lagos Mari Menuco y Los Barreales, en tierras donde está la comunidad Kaxipayiñ. Hoy hay dos equipos que realizan perforaciones denominadas infill, en medio de pozos productores, para recuperar la producción que ellos no pueden drenar. Para 2014 se prevén 17 pozos de este tipo.

“Ahora el objetivo es crecer; de hecho, después de 10 años YPF aumentó el año pasado un 11,4 por ciento su producción de gas en las áreas que opera”, dijo la fuente.

Y agregó que un tercer pilar que permitió la recuperación del principal yacimiento gasífero del país es el uso de los últimos adelantos tecnológicos y contar con la elite de los profesionales de la industria.

“Antes YPF era una escuela que formaba y después la gente se iba a otras empresas. Hoy el proceso es al revés y los mejores eligen venir a la compañía”, destacó.

Señaló que, si bien hoy la mirada está puesta en el proyecto con Chevron en Vaca Muerta, en las formaciones convencionales de Loma La Lata hay tanta actividad como en el shale. La treintena de pozos terminada en la segunda mitad de 2013 grafica el resurgimiento de las inversiones en la extracción de gas.