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Formosa

Secuestrada a los 12 años recupera su identidad a los 60 años

María Benítez fue secuestrada a los 12 años en un Hospital de Formosa, acompañaba a su madre para que le pusieran suero, la durmieron con una pastilla y la llevaron a Córdoba donde fue reducida a la servidumbre. Estuvo sometida bajo amenazas durante 48 años. Ahora pudo recobrar su identidad y reencontrarse con su familia.

Según ella, su denuncia es reciente porque se trata de una familia poderosa, “Yo no podía hacer nada porque al fallecer los hijos, ahora queda la nuera, quedan los nietos, queda la enfermera viva”.

María repitió varias veces el nombre, Ana P. de G., miembro de una familia adinerada del barrio General Paz de la ciudad de Córdoba. La enfermera era de nombre Elsa O. de A. La primera se ha jubilado como jefa de turismo. “Si antes hacía una denuncia, a mi me iban a dejar paralítica porque me iban a cortar las piernas porque era eso lo que me decían de chica”.

María tuvo un primer encuentro con su familias el pasado jueves, “vino mi hermana de Buenos Aires, porque yo tenía noción de que éramos cinco y resulta que después me entero que somos seis, cuatro mujeres y dos varones porque cuando me secuestraron, hasta ahí éramos cinco. La que nació última fue la que vino a visitarme el día jueves”.

El encuentro con su hermana fue, según la protagonista, “Divino, divino, hermoso. Fue una alegría, yo no la conocía a ella, realmente no la conocía pero yo me dí cuenta que somos parecidas y ahí nomás le dije “Parecemos mellizas”. Mi hermana tiene 43 años.

Hoy a los 60 años está decidida a contar su terrible historia y exige justicia. Quiere que quienes le robaron su identidad se hagan responsables por sus actos despojados de toda humanidad.

En la denuncia involucró a una enfermera, un pediatra de mucha trayectoria en la ciudad de Formosa y una acaudalada familia de la ciudad de Córdoba.

En contacto con Radio Uno y El Comercial, María con notable acento cordobés relató que: “Pasaron cuarenta y ocho años y yo estaba cuidando a mi madre en el Hospital de Formosa y le iban a poner un suero. Yo me quiero quedar con ella pero la enfermera me dice que no, entonces salgo afuera.  Luego viene una enfermera con una bandejita, un vaso de agua y una pastillita y me dice “tomá esto para que te pongas bien porque esta haciendo mucho calor”. 

Continuó diciendo que: “De ahí ya no me acuerdo más nada, aparezco en otra clínica donde atiende el Dr. L.……, un reconocido profesional de la ciudad y de la provincia. En el diálogo con El Comercial, María le pidió a este medio que indagara sobre la forma que ese profesional pudo llevarla.

“Ni le avisó a mi madre o a mi padre y eso que fueron a la casa de él y les dijo que “Mary ya es profesora, está bien casada, tiene tres hijos”. Nada que ver lo que él les mintió y les dijeron a mis padres”, explicó.

La madre, también fue denigrada por el juez a quien recurrió para saber del paradero de su hija, “Mi madre venía llorando, fue al juzgado para pedir por mi y le contestaron, en esa situación de secuestro “Usted no tiene para darle de comer a su hija. ¿Le parece que es una respuesta de un juez a una madre?”, “Mi padre falleció a los 44 años, una persona joven, mi madre a los 58 años y ambos han fallecido de tristeza ¿A usted le parece eso?”.

 

Todo lo hacían de noche

María contó también que: “Yo me doy cuenta porque a medida que vamos a todos los lugares, todo se hacía de noche, actuaban de noche entonces sospeché porque si es una cosa normal se hubiera hecho todo a la luz del día. Cuando fui a parar a la casa de esta gente, me llevaron a una Clínica aquí en Córdoba de una enfermera que él la conocía que se llama Elsa O. de A. Ahí me entró a mi la intriga porque ella me lleva hasta la casa y paso la noche. Al otro día me lleva a la casa de los suegros, luego al otro día me lleva a la casa de Ana P. de G. cuyo hijo era médico y ahí paso toda mi vida”.

Gracias a las autoridades de su pueblo, María pudo exponer su caso porque la policía hacía caso omiso de sus denuncias; “El martes tengo que ir a la comuna de Anisacate (Córdoba), ellos me van a asesorar todo y también los derechos  humanos de Buenos Aires ya han tomado cartas en el asunto porque yo quiero que se haga justicia. Quiero que se haga justicia por mis padres porque ellos pedían hasta último momento que yo iba a volver “Va a venir Marilú, va a venir Marilú”.

Agregó además que: “Yo hice esto porque mi marido me insistió, me dijo “Mary, vos tenés que buscar a tus hermanas, por lo menos que sepan que vos estás viva”. Yo primero denuncié en la policía, no me hicieron caso, fui de vuelta, me dijeron que ya habían pasado muchos años”. 

María continuó con su relato: “Como no me hacían caso y mi marido conoce a un periodista de Anisacate que me escucha y también me escucha el intendente de Anisacate. Le cuento todo lo que había pasado a su gabinete completo y me tomaron todos los datos, así empezó.

Finalmente dijo que: “Yo quiero ir a Formosa porque tengo dos hermanos ahí, un hermano y una hermana pero en realidad me gustaría que la reunión se hiciera acá porque gracias al intendente de Anisacate me ayudaron a avanzar con mi pedido de justicia”.