Opinión

La semana que fue, la semana que viene

El análisis político del director del Mensajero Diario, Miguel Gómez Sanjaume.

La columna habitual de los domingos de Miguel Gómez Sanjaume.

Gestualidad y Poder

La ventaja de escribir una nota de análisis político semanal, en este caso, es que permite tomar una cierta distancia de los hechos.Esta semana se presentaba como una semana medianamente tranquila, un corte al medio censo mediante, una preocupación principal, los avances en la investigación de la muerte de Mariano Ferreyra‎, la discusión del presupuesto etc. parecían los temas centrales de la misma.La muerte de Néstor Kirchner en El Calafate, su lugar en el mundo, cambio el escenario y literalmente puso patas para arriba la Argentina y Latinoamérica.La muerte siempre fue impiadosa con el peronismo, Eva Perón, Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner solo son los ejemplos más significativos.Darwin Passaponti el muerto fundacional del 17 de octubre, Felipe Vallese el primer desaparecido, Valle, los fusilados de José León Suárez, Gustavo Rearte, John William Cooke, Cacho El Kadri, Norberto Ivancich y por supuesto los treinta mil desaparecidos son apenas un listado de esa aseveración.Este cronista, pide perdón por lo auto referencial; ha asistido  a demasiados velorios de significado político y de los otros.Como un pre adolescente inquieto  por la política asistió, sin participar activamente, al velatorio de Evita.Era un pueblo despidiendo a su madre, había congoja, había dolor pero quedaba Perón garantizando la obra de la Madre.En el velorio de Perón, aquí si con una participación más activa, era la despedida al Padre con dolor, congoja y angustia porque todos sabíamos lo que se venía.En el de Néstor Kirchner, lo que había era un  proyecto y continuidad.El mérito superlativo de Néstor fue devolver a la política el rol que jamás  debió haber perdido y que lo perdió no por los desaciertos de algunos políticos, aunque aportaron bastante, sino por una clara estrategia de dominación.A la política y a los políticos los remplazaban los técnicos y los medios de comunicación convirtiendo a las empresas periodísticas monopólicas en los máximos hacedores de la realidad cotidiana de los argentinos.El éxito de su obra se mostró en la multitud que ocupó la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y el camino hacía su Santa Cruz natal.Una multitud sobre la cual cabría señalar dos cosas como mínimo.Los mayores agradecían el regreso de la dignidad a sus vidas.Los jóvenes pedían, pedían continuidad y profundización.No hubo aparato, pese a que la gran mayoría de los presentes forman parte o se referéncian con alguna organización social, política o sindical.No hizo falta, el pueblo tuvo claro que era la hora de que individualmente pero con conciencia colectiva había que plesbicitar un modelo y una conducción.Eso fue lo que sucedió.Se lloraba al flaco, se lloraba al personaje desgarbado que cumplió con su promesa de “no dejar en la puerta de la Casa Rosada sus convicciones” pero se gritaba el apoyo al proyecto y se reconocía la conducción de Cristina.Una Cristina que en su triple papel de viuda, Presidenta y Jefa política se mostró en todo momento a la altura de los acontecimientos.Un velorio es necesariamente el espacio de lo gestual.Que otra cosa es sino la capilla ardiente, las ceremonias de saludos, el último adiós, las flores, el camino al cementerio etc.Y si algo tuvo el velorio de Néstor Kirchner fue la gestualidad de un pueblo y de todo un Gobierno claramente encabezado por Cristina.Desde el ingreso a Casa de Gobierno por primera vez  donde descendió con firmeza del vehículo que la transportaba hasta su bajada del automóvil en Leandro N Alem para retar a los policías que maltrataban a su pueblo. Todo fue una clara demostración de autoridad, compromiso y decisión de profundizar el modelo.También el pueblo marco gestualidad.La mano al corazón, los gritos fuerza Cristina, “el aguante”, las puteadas a Cobos por su traición, el grito “Néstor vive en nosotros”  fueron la contra parte de la gestualidad Presidencial.El proyecto, ya a nadie le cabe la duda de que siempre hubo un Proyecto, se consolida en dos pilares fuertes.El Movimiento Obrero Organizado, esto es Moyano y la CGT pero también muchos gremios no moyanistas y una parte significativa de la CTA y la juventud son esos dos pilares.La lección de la historia aprendida es que hoy a diferencia de los 70 esos sectores no están enfrentados, por el contrario debaten, acuerdan, operan en conjunto.También hay que registrar que en los últimos tiempos la CGT entrelazó acuerdos con los sectores sociales que se habían caído del mapa laboral.El Movimiento Evita de Pérsico, por mencionar solo el ejemplo más público, es hoy un interlocutor valido en el edificio de Azopardo.Esto provoca terror en la oposición.Oposición que merece un análisis más detallado.El mayor problema que siempre tuvo Magnetto en su carácter de jefe virtual del Grupo A es que no solo no lograba unificar personería sino que además tenía demasiados caciques y pocos indios.Pero sobre todo tenía caciques más preocupados por su maloqueo que por una acción de conjunto.Es que la seudo unificación de esos caciques se daba a partir de la existencia de Néstor Kirchner convertido en la razón de vida y existencia política.Hoy en el escenario no esta Néstor pero sobre todo lo que no está es la posibilidad de una derrota en el 2011.Felipe Solá,  el más experimentado de los trapecistas del grupo A, eterno afiliado a los proyectos ganadores, más allá de lo que expresen, fue el primero en darse cuenta.Apenas 24 horas después del fallecimiento de Néstor y cuando todavía no se mostraba en todo su esplendor la plesbicitación del modelo señalo que había que leer el apoyo del pueblo.“Quien muere rodeado de pueblo, por algo será; la única verdad es la realidad”, “Con la muerte de Néstor Kirchner todo cambia, se modificarán muchas cosas porque hay un mensaje o discurso de campaña electoral que termina” y por último dirigiéndose ya a la Presidenta “cuente con nosotros para todo lo que sea ayudar a esta situación”.Fiel a su conducta de “traidor serial”, tal como se lo conocía en los espacios de la juventud de los setenta, ya comenzó a tender los lazos para un retorno deseado.Es que sus intentos yoistas de ser candidato le esta costando mucha plata y cosechando pocos éxitos.Moyano rápido como ninguno capto la situación y para contribuir al desmembramiento del grupo A dejo caer su frase “es posible la unidad en el peronismo”Uno no se imagina a un Duhalde, Rodríguez Saa o Romero volviendo a encolumnarse con Cristina y el proyecto pero Das Neves y sobre todo las segundas y terceras líneas comenzarán más temprano que tarde a buscar los puentes de plata para el regreso a la avenida que se muestra ganadora.Hablamos de gestualidad, una gestualidad respaldada en una acertada lectura de la realidad y en firmes convicciones políticas e ideológicas, si ideológicas porque con la política también la ideología dejo de ser mala palabra, una gestualidad que pese al dolor diseño escenarios posibles.O que otra cosa es recibir a Ricardo Alfonsín y negarle la entrada a Cobos.En las elecciones uno tiene que ganar y otro tiene que perder.No hay ganador sin la contrapartida de un perdedor.En el velorio de Néstor Kirchner Cristina y su equipo,  terminemos con el mito de que eran solo ellos dos, decidieron que en el 2011 se le gana al radicalismo con Alfonsín a la cabeza.Cobos, pobre Cobos, su mediocridad solo le alcanza para construir una figuración en base a traiciones sin compromiso.No fue capaz de comprometerse con el proyecto que lo llevó a la Vicepresidencia, no fue ni siquiera capaz de comprometerse en serio con la traición a ese proyecto, no fue capaz de comprometerse con la palabra diciendo mi voto es negativo.Solo fue capaz de mascullar un triste “mi voto no es positivo”.Esa mediocridad, esa falta de compromiso, esa incapacidad de ser un Señor Traidor volvió a mostrarse cuando masculló que Kirchner había sido un gran Presidente.Cobos ya fue, no tiene destino en el radicalismo, no tiene destino fuera de el y sobre todo no tiene destino como cara visible del sector de la sociedad que festejaba la muerte de Kichner.Algún periodista menor de Clarín intentará sostenerlo, pero día a día ira pasando de los titulares a las paginas pares del “Gran Diario Argentino” para terminar en algún “pirulo” escondido.Si no fuera tan mediocre hubiera sabido que su frase tendría que haber sido “acompaño a la Sra. Presidenta y a su familia en esta hora de dolor” y no tratar de ganar escenario queriendo “robar velorio”.Si no fuera tan mediocre se daría cuenta que ahora es la hora de la renuncia, no porque el abandono de su cargo le facilite algo al kirchnerismo sino porque le daría a Cobos la posibilidad de no tener un triste y aburrido final.Más sintonía fina tuvo Carrió que prefirió el silencio reservándose el rol de “rabiosamente antikirchnerista” e intentando sostener su imagen de “honestidad bruta”.El pamperonismo abandonará el barco dejando a un Duhalde cada vez más solo y emperrado cual Menem en seguir siendo aspirante a la Presidencia en un estilo similar al de Altamira y las candidaturas testimoniales de la ultra izquierda.Una vez más es Magnetto el que ve bajo el agua y todavía tibio el cadáver del expresidente mandó publicar en la Nación un artículo de Rosendo Fraga donde se pretendía marcar la cancha a la Presidenta.Esto nos lleva indefectiblemente a las operaciones políticas que ya comenzaron y continuarán, la multitud obligo a los medios monopólicos a no poder ignorarla y esa es la razón por la que las operaciones políticas no ocuparon la primera plana pero que  existieron existieron.Que Máximo Kirchner será el respaldo afectivo de Cristina es obvio, que continuará aportando política también, pero de ahí a convertirse en un modificador de la política económica del Gobierno solo es una fantasía febril de quienes siguen creyendo que la realidad es lo que desean y no lo que es.El jueves Clarín decía que Máximo al dedicarse a administrar los negocios familiares se había relacionado con banqueros a los cuales les habría señalado “sus  dudas” sobre la política económica del gobierno y como quien no quiere la cosa mencionaba sus críticas a Moreno.También entre las perlitas con las que trataban de echar leña al fuego, opacando la pueblada que se vivía en el país real, estaba la mención al enojo con Boudou por su llegada tarde a la casa rosada ocultando que en otra gestualidad lo que Boudou estaba haciendo junto a su equipo era monitorear, por orden de la Presidenta, el efecto en los mercados de la situación Argentina.Partiendo de una realidad,   el lógico reacomodamiento que deberá darse en el equipo de gobierno y en la fuerza política que sostiene al gobierno, ya se comienzan a inventar escenarios donde lo que se procura es mostrar una “nueva Isabel”.Pero en el país real otro es el escenario.Primero hay un proyecto político vivo, pergeñado por un equipo político donde Néstor y Cristina eran piezas fundamentales pero también existen otros actores que los constructores de discurso único pretendieron negar.El proyecto que arrancó desde un Ateneo peronista en un barrio de Santa Cruz y que fue cumpliendo etapas programadas tales como el primer cargo de Concejal, la Intendencia, la Gobernación y diputaciones provinciales hasta terminar en la realidad política y de poder que hoy goza el proyecto no fue producto nunca de un solo hombre.Al contrario nombres como De Vido, Icazuriaga, Zannini, Alicia e inclusive algunos que se abrieron por no entender la matriz de funcionamiento fueron y seguirán siendo un equipo.Un equipo con prácticas no comunes en el modelo político individualista que se instalo desde el advenimiento de la Democracia.Se fatigó a la sociedad con un mensaje de cuestionamiento a la  falta de discusión política y de elaboración colectiva no aceptando que lo que había era una matriz política a la que uno adscribía en sus definiciones más profundas y a partir de allí lo que uno debía hacer era trabajar en la concreción de los proyectos que consolidaban esa matriz.Por supuesto que habrá que remplazar a un hombre excepcional, un autentico “animal político” en la construcción cotidiana de ese proyecto, proyecto que tal como lo señaló Cristina y lo más importante el pueblo, esta vivo.Pero cuidado, quien quedo como cabeza visible es también un “animal político” y el grupo duro que fue construyendo ese camino, incluyendo a Máximo, también lo son.Ese reemplazo será, como no puede ser de otra manera, colectivo.Como ya lo era antes o acaso alguien se creyó que solo era Néstor el que ordenaba el interior o la tumultuosa provincia de Buenos Aires.El discurso construido por los medios hegemónicos negó siempre el rol de la “banda” Santacruceña, lo de banda es afectuoso, así como el de los nuevos actores que se fueron sumando desde la primera concejalía para el grupo hasta el día miércoles en que Néstor murió.Actores que debieron asumir en contra del discurso monopólico el ejercicio de una jefatura ayer bicéfala hoy depositada en Cristina.Quienes no lo pudieron entender y quienes no lo puedan hacer hoy quedaron y quedaran a la vera del camino.El lunes la Presidenta estará en la Casa de Gobierno ejerciendo en plenitud la conducción de un proyecto que construyeron Néstor y Cristina más un grupo de compañeros que se fueron sumando desde aquel Ateneo peronista de un barrio de Santa Cruz.Fue una larga marcha, salvando diferencias insoslayables, casi como la Gran Marcha de Mao.Y revisar esa gran marcha tal vez nos permita comprender la esencia de las reglas que la política fija para este tipo de epopeya.Cambiar en serio la matriz  de un país exige conducción centralizada así como alianzas a veces permanentes a veces circunstanciales y de eso se trató y de eso se trata.Cabría hablar de los sectores que por izquierda abandonaron el proyecto o se pararon de la vereda de enfrente privilegiando sus deseos personales, pero tampoco es cuestión de fatigar a los lectores, los más honestos escucharan la voz del pueblo en Plaza de Mayo y volverán.Los otros seguirán el destino del ridículo, ese lugar del que según Perón no se volvía.Para terminar quiero apropiarme de la frase de Hugo Moyano “Después de Perón y Eva Perón nadie hizo tanto por el pueblo”.