Sociedad

El Senado distinguió a Estela de Carlotto

La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo recibió anoche la máxima distinción que entrega el Senado de la Nación. Por iniciativa del senador por Capital Daniel Filmus, Estela de Carlotto fue galardonada con la “Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento”.

Carlotto recibió la distinción en el Senado.

En un acto emotivo y en un colmado Salón Azul, la señora de Carlotto señaló que a pesar del dolor las Abuelas celebran la alegría cada vez que se recupera un nuevo nieto. Y aseguró que no dejarán de luchar hasta hallar al último de los 400 hijos de desaparecidos que aún faltan.

“En general, es el que recibe una distinción el que dice ‘gracias’”, comenzó expresando el senador Daniel Filmus, autor de la iniciativa que derivó en la entrega del premio a Estela de Carlotto. “Sin embargo, nosotros desde el Senado te decimos ‘gracias’ a vos, por poder distinguirte, por poder distinguir a las Abuelas. Es que realmente que sea el Senado, la Casa de la Democracia, la Casa de las Provincias, el que te entregue esta distinción a vos y a todas las Abuelas, nos llena de orgullo”, añadió Filmus.

Más adelante, el legislador porteño destacó “el coraje de enfrentar a la dictadura” que tuvieron en su momento las Abuelas, aunque las haya escuchado “mil veces decir que no era coraje, si no su deber de madres y de abuelas” lo que las impulsaba. Filmus añadió que “tan difícil como enfrentar a la dictadura, a los tipos armados, fue enfrentar los 30 años de democracia. Porque –digámoslo, Estela-, este Senado que te da esta distinción es el mismo Senado que en un momento votó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”.

Por eso, subrayó luego el legislador, “Este Senado les dice ‘gracias’ a vos, a las Abuelas, a los hijos, a los nietos. Porque si no hubieran estado ustedes, esas leyes de Obediencia Debida, Punto Final e Indulto hubieran quedado para siempre”.

A su turno, Estela de Carlotto tuvo que buscar las palabras: “Uno, más o menos, se prepara para un homenaje, algo que en  general en el fuero íntimo se rechaza. Porque nosotros decimos que hacemos lo que queremos hacer, lo que sentimos, lo que tenemos ganas; lo que nos inspira el amor por nuestros hijos, el orgullo que sentimos por ellos y sus compañeros que dieron sus vidas..”

“Pero vivir un momento así –continuó la titular Abuelas- es tan gratificante…Porque es mirar a personas queridas, conocer a las que no conocemos; ver el fruto de nuestro trabajo, que son los nietos recuperados. Ver a los amigos leales, permanente, como los de Teatro por la Identidad. Y lo único que puedo agregar es que, cuando uno tiene un dolor tan grande como es lo contrario a la ley de la vida –que una hija o un hijo sea asesinado por una dictadura-, y se resigna a vivir el dolor, nada más, no vale la pena. Ahora, si se transforma ese dolor que no se apaga, y se lucha, uno puede decir que está bien, que está haciendo lo que corresponde. Lo que siente, lo que tiene ganas y lo que debe hacer”.

Frente a un calificado auditorio integrado por actores como Arturo Bonín y Susana Karr; músicos como Víctor Heredia y Adriana Varela; legisladores nacionales y representantes de organismos de derechos humanos, Estela agregó: “Cuando nos dicen que somos ‘heroicas’, nosotras decimos que no, que somos mujeres, mujeres comunes. Algunos se enojan. Por ahí está Nicolás Gil Lavedra (director de cine), que la otra vez me decía: ‘No, Estela, no sos una mujer común…’. Sí, lo soy: barro la vereda, me pongo ruleros, cebo mates. Hago tortas, los tallarines de los domingos…Soy una mujer común. Por eso, cuando dimensionan tanto, en lo personal pero también en lo institucional, me da miedo. Porque por ahí, el amor de ustedes, el cariño de ustedes, dimensiona esta tarea que estamos haciendo”.

La señora de Carlotto destacó luego que “a pesar del dolor, la felicidad reina en Abuelas”, porque sus integrantes son alegres, tienen la capacidad de hacer chistes, de disfrutar y alentar a los nietos, cobijarlos. “Y caminar la historia de nuestro país”.

Sobre el final, la titular de Abuelas enfatizó sobre el festejo de este 25 de Mayo que, dijo, “es el festejo de la década ganada”. Y ante una lluvia de aplausos, afirmó que “Esa década ganada nos ha dado la satisfacción de la resurrección de nuestros desaparecidos. Cuando, como en este caso, la presidencia de país la ocupan los compañeros –porque Néstor y Cristina fueron compañeros, sigue siendo compañeros-, tenemos que sentirnos satisfechas. Abuelas es el festejo permanente. Siempre hay una oportunidad para levantar una copa y brindar. Y las que no encontramos a nuestro nieto, festejamos el hallazgo de los otros nietos; los abrazamos, también son nuestros. Y eso nos hace tanto bien, mientras esperamos que el nuestro llegue algún día…”.

Carlotto concluyó admitiendo que el premio no era suyo solamente si no “de todas las abuelas”. Y tras asegurar que tras ese homenaje se iría “más joven” del lugar, expresó un deseo en voz alta: “Ojalá pueda tirar el bastón Y es cierto. Porque el bastón simbólico de las Abuelas, que no lo usan felizmente, existe. Pero nadie lo usa porque nunca nos arrodillamos. Y no nos vamos a arrodillar por más que un De la Sota diga que tenemos que negociar la sangre de nuestros hijos”.

El multitudinario acto terminó como había comenzado, con música. Con  la que aportaron la Orquesta Infanto-juvenil de Balvanera, dirigida por la profesora Gabriela Gariglio, y las voces de Adriana Varela y Víctor Heredia. Y, también, con la enorme emoción de todos los presentes, en particular de los numerosos hijos y nietos de desaparecidos presentes, los que no dudaron en expresar junto a Heredia una acción y un deseo: “Todavía cantamos, todavía esperamos”.