Política

Sileoni marcó “falta de inversión” en las escuelas porteñas

"Es claro que el gobierno porteño tiene poco aprecio a la función del Estado, el propio jefe de gobierno no deja pasar oportunidad para hablar con desdén de las políticas del Estado, ahí hay una diferencia profunda que tenemos desde el gobierno nacional", destacó el ministro de Educación en función del conflicto desatado por las tomas de varias escuelas de la Ciudad.

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, consideró que el conflicto que mantienen los estudiantes secundarios con el gobierno porteño se debe a que la ciudad «no hizo las inversiones que tenía que hacer en materia educativa pese a que tiene el PBI más alto del país».

«Es claro que el gobierno porteño tiene poco aprecio a la función del Estado, el propio jefe de gobierno no deja pasar oportunidad para hablar con desdén de las políticas del Estado, ahí hay una diferencia profunda que tenemos desde el gobierno nacional», destacó Sileoni. Respecto a las nuevas autoridades del Sadop, el funcionario nacional aseguró: «Nosotros creemos que el Estado debe estar presente, comprometido, trabajando por una buena salud pública y por una buena educación, no digo que hemos llegado, digo que desde el 2003 nuestro gobierno está con esas preocupaciones».

También se refirió a la finalización del conflicto con los docentes de Santa Cruz, y evaluó que «el problema entró en una impasse, pertenece a una instancia que nosotros creemos superada».

«Hubo un sólo conflicto docente en la Argentina durante 2011 de naturaleza gremial y económica, ese conflicto se produjo en la provincia que más alto salario paga, que es Santa Cruz, entonces lo entendemos como un conflicto con una clara direccionalidad política», recalcó el ministro.

Según él, el problema «debía resolverlo la provincia y lo resolvió, y felizmente los gremios entendieron que no se puede ingresar a una lucha declarando un paro por tiempo indeterminado, que es una locura y forma parte de una Argentina que atrasa, la Argentina de hoy no merecía un conflicto de esa virulencia».