Tal como lo anunciara el mes pasado, el titular de Aysam, Guillermo Amstutz, confirmó que hace quince días cursó al EPAS un pedido de aumento del 43 por ciento en la tarifa para cubrir el déficit operativo mensual de 10 millones de pesos.

El funcionario ya había adelantado que la suba del 17, 39 por ciento aplicada desde mayo no sería suficiente para paliar los números rojos con los que cierra su ejercicio contable cada año la empresa estatal, y que debido a esa situación solicitaría un nuevo incremento antes de fin de año.

“La empresa ha tenido un colapso de su infraestructura esencialmente en lo cloacal y en muchos sectores con la rotura de cañerías de agua y de distribución, que se encuentran con muchas deficiencias de funcionamiento”, explicó Amstutz.

Además, el titular de Aysam agregó: “Necesitamos recursos económicos que permitan ponernos a prueba en la eficiencia del personal y de nuestro trabajo administrativo”.

El alza se verá representada en la boleta de los mendocinos por 40 pesos adicionales por mes, es decir de unos 80 pesos por factura, ya que se cobra por bimestre.

Habrá más multas por derroche

Por otra parte, Amstutz anunció que, por medio de una resolución interna, todos los operarios de la empresa que trabajan en el exterior podrán cumplir la tarea de inspectores, por lo cual tendrán la potestad de imponer multas por derroche o mala utilización del recurso vital.

Es decir que a partir de ahora, unos 350 trabajadores de Aysam podrán aplicar sanciones a quienes se detecte que cometan una infracción, como el riego de jardines fuera del horario permitido, entre otros. Previamente eran quince los empleados que estaban autorizados a realizar esta labor.

“Una persona que está haciendo una tarea de reparación o cualquier otra actividad en la calle si ve un mal uso del agua potable puede actuar como agente de determinación de la infracción”, expresó el titular de la empresa.