El subsecretario de Derechos Humanos bonaerense, Gustavo Nahmías, consideró que «el repudio» a los casos de violencia de género «debe ser acompañado con acciones concretas para desterrarlos».

En este sentido el funcionario advirtió «es preciso aunar esfuerzos y entender que cualquier acto de violencia de género es una afrenta a toda la sociedad», por eso «estamos comprometidos con las tareas de prevención y formación para defender los derechos de la mujer».

Nahmías se manifestó de esta manera al acordar una serie de medidas para trabajar la problemática junto a la Municipalidad de La Plata y la fundación Casa Abierta María Pueblo.

El funcionario, junto a la titular de la Secretaría de Derechos Humanos provincial, Sara Cobacho; al diputado bonaerense Gabriel Bruera y al dirigente de la fundación Darío Witt, visitó ayer la casa donde, en 1992, el odontólogo Ricardo Barreda asesinó a su mujer, sus dos hijas y su suegra, y que el legislador platense intenta convertir en un Centro Municipal de Prevención contra la Violencia de Género.

El proyecto de ley ya presentado en la Legislatura provincial contempla la expropiación por parte del gobierno bonaerense del inmueble ubicado en la calle 48 entre 11 y 12 de La Plata.