Opinión

Por Fernando Gómez

18F: Postales de una minoría derrotada

El 18F las minorías vuelven a las calles para provocar a la conciencia de las mayorías populares, nuevamente dispuesta a sublevar nuestros sueños.

El 18F las minorías derrotadas vuelven a la calle para poner en evidencia que su estrategia destituyente sólo conduce al fracaso.

El 19 de Septiembre de 1945, a pocos meses de la llegada al país del embajador yanqui Spruille Braden, se llevó adelante la autodenominada “Marcha por la Constitución y la Libertad”.

Los partidos opositores (Radical, socialista, demócrata progresista, comunista) se movilizaron en rechazo a las políticas implementadas por el entonces, Coronel Perón, que comenzaba a delinear un rumbo al Gobierno de Farrell y constituirían el pilar fundamental de la Revolución iniciada un año después. En el tramo final de aquella marcha, se lo vio entre los concurrentes a Mr. Spruille Braden, quien compartió la misma con el Ministro de la Corte Suprema de Justicia Ramón Tulio Méndez. El New York Times señaló exultante “250.000 personas se congregaron a favor de la libertad; multitud récord gritó: Muera Perón”.

Un año después, mas precisamente el 17 de Octubre de 1945, el subsuelo de la Patria comenzaba la sublevación que lo llevaría a construir sus años mas felices durante la década en que Perón alcanzó el Gobierno con mayor legitimidad popular de la historia argentina, y que habría de torcer el destino de ésta Patria para siempre.

Hoy, como ayer, las minorías vuelven a las calles. Con una representación política atomizada e incapaz de vertebrar un proyecto opositor a ésta década de conquistas populares que conduce la compañera Cristina. Sin mas articulador social que un puñado de Fiscales fracasados que no cobijan otro destino que ser funcionarios de cualquier gobierno de corte antipopular. Sin mas proyecto común, que reivindicar la acción de un suicidado agente de inteligencia extranjero devenido en Fiscal de la causa AMIA.

El 18F las minorías eternamente derrotadas escriben el testimonio de su incapacidad. El 18F las minorías derrotadas vuelven a la calle para poner en evidencia que su estrategia destituyente sólo conduce al fracaso. El 18F las minorías vuelven a las calles para provocar a la conciencia de las mayorías populares, nuevamente dispuesta a sublevar nuestros sueños.

El 18F se convocan los títeres de una estrategia golpista que está condenada al fracaso. Dijo el poeta que “no hay nada mas sin apuro que un Pueblo haciendo su historia”. Tronará el escarmiento, pues. En octubre, con nuestra victoria, con el sol por testigo.