Opinión

Escribe Hugo Presman

Caída de Máscaras

Las propuestas trascendentes puestas a consideración por el gobierno, han producido una caída de máscaras, en los sectores políticos y en el periodismo. En ambos se visualizan escenas de obediencia explícita. De abrazos ignominiosos y descarados con los sectores concentrados de la economía, de defensa sin pudores con las corporaciones.

Hugo Presman, detalla operaciones políticas y periodísticas.

Tal vez habría que remitirse a 65 años atrás para encontrar un arco opositor tan amplio sumido en un fandango semejante. En 1945, con la irrupción del Coronel Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, el establishment se tensionó (en el lenguaje de esta época: se crispó). Tal vez habría que definirlo con más precisión: se volvió loco. Y en defensa de sus intereses se armó un arco opositor desde el Partido Conservador representado por Antonio Santamaría hasta el Partido Comunista de Vittorio Codovilla, pasando por los radicales y el Partido Socialista. Detrás estaban la Sociedad Rural, la Unión Industrial, los grandes diarios. Con el apoyo popular de franjas enormes de las clases medias y sus sectores más dinámicos como los universitarios de la FUA. Se juntaban para luchar contra lo que consideraban el Hitler latinoamericano. Si el auténtico había sido derrotado en Europa, su réplica debía correr igual suerte en estas tierras. Los intelectuales como Jorge Luis Borges ya habían  salido a manifestar, por primera vez,  el año anterior, y humedecieron el pavimento con sus lágrimas por la liberación de París. Fue cuando Borges manifestó: «Pude comprobar que una manifestación colectiva puede no ser indigna». Pero lo más insólito era la presencia desembozada del embajador norteamericano Spruille Braden, quien actuaba como jefe virtual de la oposición. A 65 años de distancia esa obscena actuación pública resulta tan increíble como inadmisible. No hubo que esperar hasta el 2075 para observar actitudes igualmente serviles que dieron cuenta de ello: la casi totalidad de la oposición con la Sociedad Rural y su presencia en el predio regenteado por Hugo Biolcati y alquilado por «Alicate – tengo un plan- Francisco de Narváez; y la presencia de cinco posibles candidatos presidenciales    (Eduardo Duhalde, Francisco De Narváez, Carlos Reutemann, Felipe Solá y Mauricio Macri) tocando el timbre en la casa del numen de Clarín Héctor Magnetto, para participar de una cena pagada por el anfitrión pero con cargo al país, si algunos de los invitados llagará a presidente y tuviera que «devolver atenciones.»La ausencia de otros candidatos fue reflejada de la siguiente manera  por la ácida revista Barcelona: «Afirman que Cobos y Carrió no fueron invitados a la reunión opositora en la casa del CEO de Clarín, porque «ya había personal de servicio contratado.» Una curiosidad para la antología del periodismo independiente es que la reunión instigada y concretada por Magnetto nunca quedó reflejada en el diario de su propiedad. Para el lector de Clarín, ese encuentro nunca existió.La rápida respuesta de todo el frente opositor ante la desaparición de Fibertel llevó a otra ironía del mismo calibre: «Ahora todos somos Fibertel» Nadie ha expresado tanta desfachatez como la doctora Elisa Carrió. En materia agropecuaria sigue las propuestas de la Sociedad Rural respecto a las retenciones. En referencia a la ley de medios se abraza impúdicamente al grupo hegemónico Clarín. Sus declaraciones constituyen un collar que avergonzarían a cualquier político con un mínimo de dignidad y que en el caso de la estridente pitonisa resulta más chocante porque se envuelve en un discurso moral y ético. Algunas de sus frases: «Estoy dispuesta a defender al grupo Clarín; en ello no me temblará la mano.» «Clarín es la última muralla que protege la libertad de los argentinos.»» Al final vamos que tener que levantarle un monumento a Magnetto.»  » En cualquier país civilizado, Cristina Fernández sería destituida de inmediato por las falsedades de su  denuncia  sobre Papel Prensa.» «Paradójicamente  Clarín es un contrapoder. Si cae Clarín vienen por todo.» «El matrimonio presidencial lidera una banda de ladrones»»Los hijos de Ernestina Herrera de Noble son nuestros hijos» «Dejen en paz al campo.» «El kirchnerismo es el nazismo sin campo de concentración.» «La gente en la calle me dice: no los aguantamos más, me dice los quiero matar.» Ha reemplazado los pronósticos apocalípticos desmentidos sistemáticamente por una realidad poco dócil a someterse a sus desvaríos, por las frases cargadas de una pirotecnia descabellada.

PAPEL PRENSA, EL PERIODISMO Y LA OPOSICIÓNLa presidenta habló por la cadena nacional, presentando el informe «Papel Prensa: la verdad» el martes 24 de agosto. A la mañana de ese día, los diarios socios en la empresa cuestionada emitían un comunicado conjunto: «UNA HISTORIA INVENTADA PARA QUEDARSE CON PAPEL PRENSA», » Los accionistas privados de Papel Prensa venimos denunciando desde hace casi un año un plan del gobierno nacional para apoderarse de la compañía y controlar el papel para diarios, insumo esencial de la prensa libre. Controlar el papel es controlar la información y esto es lo que el gobierno viene buscando a través de varias herramientas: la propaganda oficial, la ley de medios..»Los dos medios, los periodistas «independientes» y la oposición en pleno se aprontaban para la intervención o estatización total de Papel Prensa. Pero Cristina Kirchner decidió enviar el informe a la justicia y al Congreso un proyecto de ley que democratiza la distribución de la entrega del papel colocando a todos los diarios en igualdad de condiciones.Los medios hegemónicos y sus periodistas afines siguieron escribiendo o hablando como si la empresa hubiera sido intervenida.»La operación oficial para quedarse con Papel Prensa (Clarín miércoles25-08-2010)EL HERMANO Y LA HIJA DE GRAIVER DESMIENTEN LA VERSIÓN OFICIALSon Isidoro Graiver, quien vendió Papel Prensa, y María Sol, única heredera de David Graiver. Por primera vez dan a conocer sus testimonios. Ante escribano, Isidoro dijo que la venta se hizo sin presiones, cinco meses antes de ser secuestrados por la dictadura. Y María Sol afirma que no tiene nada que reclamar La presidenta insistió en asociar la compra por parte de Clarín y La Nación a violaciones de derechos humanos. Fue un acto en la Casa Rosada con funcionarios y militantes. Y casi total ausencia de empresarios».

«La ofensiva del gobierno contra los medios» (La Nación miércoles 25 de agosto)DENUNCIARÁ CRISTINA KIRCHNER A LA NACIÓN Y CLARÍN ANTE LA JUSTICIA  «Acusó infundadamente a ambos de haber cometido delitos para comprar Papel Prensa. Se basó en un trabajo elaborado por un equipo que responde al polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Quiere que se declare de interés público la producción de papel, para regularla. Al acto en la Casa Rosada faltaron casi todos los empresarios invitados. Crítica de la oposición y juristas»A su vez su periodista estrella Joaquín Morales Solá escribió ese día bajo el título REVELADOR TESTIMONIO ISIDORO GRAIVER REFUTA A LA PRESIDENTA: » En una oración que duró una hora y diez minutos, Cristina Kirchner no aportó ningún dato nuevo a las falsas acusaciones ya conocidas sobre Papel Prensa…Los diarios La Nación y Clarín son culpables. Ese es el molde.El acto de ayer fue una misa pagana del kirchnerismo, a lo que sólo asistieron los adeptos por convicción o por conveniencia…El mayor derrape verbal de la Presidencia fue que olvidó por completo que Papel Prensa es una empresa privada y que sus socios pueden tomar decisiones- siempre dentro del marco de la ley – sin pedir la aprobación del gobierno. Habló de Papel Prensa como si fuera una propiedad más de la familia Kirchner.. El caso Papel Prensa es otra prueba más, simplemente, de que la administración ha hecho de los fundamentales derechos humanos una vulgar herramienta para domesticar la actual política argentina. Necesita, para eso, de una prensa deshonestamente unánime».

A partir de ahí, la posición de los dos diarios fue celebrar un triunfo inexistente, al considerar sesgadamente que  habían destruido el informe oficial con el testimonio de Isidoro Graiver, que desde ese día está inhallable  en el exterior y cuyo testimonio entró en contradicción con uno opuesto que brindó al diario Tiempo Argentino dos meses antes. También celebraron la prescindencia de la hija de David Graiver, María Sol.Así en los editoriales del domingo 29 de agosto, Eduardo van der Kooy escribió bajo el título «El escándalo, la locura y el descrédito»: «Los Kirchner, otra vez, fueron los únicos constructores de toda la locura y el escándalo que, bajo la máscara de develar supuestos delitos de lesa humanidad, apuntó a dirimir otra batalla contra los medios de comunicación..Hay en el país un clima político y social de incertidumbre que crece. La incertidumbre por descubrir cuánto daño más del que han hecho, serán capaces de causar los Kirchner».A su vez Joaquín Morales Solá escribió ese domingo: «Una derrota kirchnerista en todos los frentes. Fue la imagen patética de un ejército en retirada, disparando al aire los últimos proyectiles de una guerra perdida.. Los Kirchner tienen el final escrito en el corto plazo de un año, porque siempre resultan derrotados en su combate contra ellos mismos.»El pensador griego Mariano Grondona que derrapa en castellano con sus burdos sofismas escribió en su columna dominguera: «Lo más probable es que el contraste entre el relato de Cristina Kirchner sobre Papel Prensa y la verdad de lo que ocurrió, minuciosamente revelada por Isidoro Graiver, haya resultado de tal monta que dejó al descubierto el infundio del gobierno. Antes de que la Presidenta hablara, la calumnia ya había sido descubierta.. El grosero despliegue de los infundios que lanzó la Presidenta el último martes por la cadena oficial dejó al descubierto la evidencia de que su ardiente defensa de los derechos humanos no es sino un recurso más, entre otros, para manejar a los argentinos».Ese domingo 29 de agosto, el diario Tiempo Argentino publicó un extenso reportaje a Lidia Papaleo, viuda de David Graiver,  cuyo testimonio es de gran importancia en el informe oficial. A la noche fue entrevistada en el programa de televisión «Bajada de línea» conducido por Víctor Hugo Morales. A su vez, su hermano Osvaldo Papaleo hacía declaraciones en el mismo sentido en programas de radio y televisión. Increíblemente, y como si su conducta fuera la de una persona que padece autismo, Morales Sola escribió el 1 de septiembre  bajo el título «La obsesión por la venganza»:»Lidia y Osvaldo Papaleo no se pueden mostrar porque fueron desautorizados por Isidoro Graiver y por María Sol Graiver hija de la pareja formada en su momento por Lidia y David Graiver» Como puede apreciarse, se miente alevosamente, sobre los hechos. Si fuera comentarista deportivo, el inefable Joaquín, daría los resultados de los partidos de fútbol no como salieron sino como le hubiera gustado que salieran. Es indudablemente, una nueva versión de «periodismo independiente».

Sería inútil encontrar en los medios afectados y en «periodistas independientes» como los mencionados o Magdalena Ruiz Guiñazú, Nelson Castro, o Santos Biassati menciones acerca de la documentación presentada sobre las reuniones de Magnetto y Mitre con el preventor Oscar Bartolomé Gallino horas antes de  los interrogatorios con picana de los Graiver y Papaleo. O a la casi totalidad de la oposición ignorando las mismas en forma vergonzante. A su vez, el periodismo oficialista suele omitir o reducir a lugares irrelevantes denuncias contra funcionarios que aparecen en las páginas de los medios hegemónicos.Igualmente sorprendente han resultado declaraciones de periodistas que han experimentado en carne propia lo que significa Papel Prensa o el Grupo Clarín. Jorge Fontevecchia que suele remitirse a la dialéctica del amo y del esclavo de Hegel escribió el 29-08 en la nave insignia de su periodismo puro: «Pero a pesar de haber padecido Perfil- quizás más que ninguna otra empresa- la ventaja competitiva de Clarín y La Nación en Papel Prensa, prefiero que el Estado no intervenga. Me sentiría más incómodo con regulaciones gubernamentales al mercado de papel que con el eventual abuso de posición dominante que pudieran ejercer en el futuro Clarín y La Nación».

A su vez uno de los periodistas más creativos de las últimas tres décadas como Jorge Lanata, parece haberse reducido a una versión anoréxica de aquél que fue  en otras épocas, en contraste con su físico que acumula kilos. Ha afirmado que él siempre está del lado de los débiles y por eso ahora está a favor de Clarín. Días después manifestó su hartazgo sobre la revisión de los setenta. Un tiempo antes le había dedicado un libro suyo a Mirtha Legrand con la leyenda: «A la Chiqui que es la más grande».

PAPEL PRENSAEn este análisis se deja de lado, a pesar de su enorme importancia, los testimonios contrapuestos entre víctimas del terrorismo de estado. El origen de Papel Prensa lo narra con precisión el ensayista Alejandro Horowicz: » Bajo el gobierno del general Alejandro Agustín Lanusse se licita la construcción de una fábrica para producir pasta de celulosa. El alma del proyecto era el ingeniero César Cívita, empresario de históricas relaciones con el desarrollismo. Tanto que el staff de redacción de su revista insignia, Panorama, estuvo dirigida por Pedro Larralde y contó entre sus secretarios de redacción a Marcos Merchensky, connotados desarrollistas. Todo marchaba viento en popa, hasta que el 15 de agosto de 1972 se produce una masiva fuga de guerrilleros de la cárcel de Trelew, bajo la conducción de Mario Roberto Santucho. Sólo un puñado logró su objetivo, el resto fue recapturado y conducido a la Base Naval Almirante Zar. El 22 de agosto a la madrugada, 16 de los 19 prisioneros fueron muertos, y los tres sobrevivientes hicieron saber lo que todos sospechaban: los habían asesinado a sangre fría. Eso no fue por cierto la historia oficial, pero una cosa es palpitar la falsedad y otra denunciarla. Bajo la conducción de Tomás Eloy Martínez, Panorama informa la verdad en tapa, y la respuesta del gobierno resulta fulminante. No sólo exige y obtiene la cabeza del director, además sus relaciones con Cívita quedan definitivamente afectadas. Por eso el empresario, dueño de la editorial Abril vende todo y se marcha a Brasil, donde los aires siempre fueron menos malignos. Así concluye el primer capítulo de Papel Prensa». Además César Cívita era socio en Papel Prensa de César Doretti     ( primer marido de Magdalena Ruiz Guiñazú) y Cesar Rey.

El comprador fue David Graiver, un ascendente empresario, vinculado a Francisco Manrique y a José Ber Gelbard. Recibió para su adquisición préstamos del estado.  Fue subsecretario de Bienestar Social del gobierno de Agustín Lanusse por solicitud de Gelbard. Compró Papel Prensa( el 26% de Cívita) por cuatro millones de dólares. Luego de su muerte en un accidente de aviación muy sospechoso, el 7 de agosto de 1976,  aumentaron las presiones sobre su viuda  y la familia Graiver, por parte del gobierno y de los Montoneros que intentaban recuperar los 17 millones de dólares, una parte del rescate del secuestro de los hermanos BORN, depositado en los bancos de Graiver. Todo ello deriva en la venta de la empresa a la firma FAPEL, integrada por los diarios Clarín, La Nación y La Razón en  996.000 dólares con apenas una seña de 7.000 dólares  el 2 de noviembre de 1976. La interna en la Junta Militar está contado en el libro de María Seoane y Vicente Muleiro «El dictador. La historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla»: «Años más tarde, el general José Rogelio Villarreal (Secretario de Gobierno de Videla) contó que la discusión de a quién ofrecerle Papel Prensa produjo un duro enfrentamiento en la Junta. Fapel  era la candidata de Videla y de Martínez de Hoz. Massera tenía otro candidato: el banquero José Rafael Trozzo, dueño del Banco de Intercambio Regional (BIR). «Esa reunión-afirmó Villarreal- fue una de las pocas veces- que Videla «bluffeó», utilizando términos de póquer. Ocurrió cuando se discutía el famoso tema de Papel Prensa. De entrada había dos o tres candidatos. Massera destrozaba sistemáticamente a todos los candidatos, incluida Fapel. Videla venía verdaderamente deprimido de todas esas reuniones. Entonces un día le digo: Vea, mi general, evidentemente el candidato de Massera es Trozzo   ¿ por qué no utiliza la misma forma que Massera para terminar la discusión? En la reunión dígale: Muy bien, vos no estás de acuerdo con esto, pero ya te digo que el señor Trozzo es mala palabra para el Ejército. Esta era la terminología que usaba Massera. Cuando no quería algo decía: Esto es mala palabra para la Armada. Massera nunca había mencionado a Trozzo en las discusiones, pero nosotros sabíamos que su candidato era él. Entonces Videla dijo: Trozzo es mala palabra para el ejército. Y se acabó la discusión. Videla volvió encantado esa noche.»Pero la operación, como había una menor de dos años heredera de David Graiver, recién quedó parcialmente concluida en marzo. Una semana después comienzan los secuestros.No se necesita ser un Sherlock Holmes para darse cuenta de lo irregular de la transacción. Venta de la empresa a una cuarta parte del importe abonado unos pocos años antes. Una seña ridícula. Y los secuestros pocos días después de formalizar la operación.Una descripción de la época puede encontrarse en la famosa carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar del 25 de marzo de 1977, cuando se producía el cambio de propietarios de Papel Prensa: «El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron… Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados. De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras… Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, «con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles» según su autopsia.Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el «submarino», el soplete de las actualizaciones contemporáneas»

CAÍDA DE MÁSCARASSe vuelve a los feriados de carnaval en el preciso momento en que se caen las máscaras. Los antifaces de las empresas que predican la libre competencia en economía  y el periodismo independiente y durante 31 años monopolizaron el papel para diarios. Los que en un sincericidio confesaron: «controlar el papel es controlar la información» La de los periodistas que son independientes del gobierno y dependientes de los poderes económicos. La de aquellos que posaban de «progres» y ahora parecen señoras gordas asustadas. La de los políticos que ya no sólo defienden a las corporaciones sino que se abrazan y  fotografían con los representantes del establishment. La crispación tensa las facciones y se caen las máscaras. Bienvenida la crispación.

Hugo Presman