Opinión

Por Hugo Osvaldo García

Comunidad adolescente y Pandemia

Como la Pandemia transcurre con abundante indolencia por parte de una porción importante de los habitantes en sus cuidados y prevenciones cabe preguntarse cuáles son las razones de tamaño desmadre. ¿Es casual? Esto requiere un análisis y debate de los cómos y los por qué.

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Por Hugo Osvaldo García

Como la Pandemia transcurre con abundante indolencia por parte de una porción importante de los habitantes en sus cuidados y prevenciones cabe preguntarse cuáles son las razones de tamaño desmadre. ¿Es casual? Esto requiere un análisis y debate de los cómos y los por qué.

La introducción masiva de dispositivos tecnológicos en la actualidad ha causado un gran cambio en la vida de los seres humanos

El incrementado uso de los medios de comunicación, así como su importancia formativa en el mundo actual, han hecho que estos- los medios-, se conviertan en el tercer agente social después del grupo de pares y la familia en la socialización de las personas.

Los medios de comunicación se han convertido de facto en una escolarización paralela a la educación formal ya que culturizan con la diversa información que poseen y a las que se tienen acceso, para difundir, ocultar o tergiversar

En este sentido y a modo de ejemplo concreto el Gobierno Autónomo de la Ciudad de BUENOS AIRES como parte de su estrategia de mantener y consolidar su poder, armó un dispositivo comunicacional partiendo de una ajustada identificación de sus destinatarios e interlocutores porteños: LA CREACION DE UNA COMUNIDAD ADOLESCENTE

El modelo social post-moderno impuesto por los medios masivos de comunicación y la propaganda es la adolescencia, que dejó de ser una etapa de la evolución vital para convertirse en un modo de ser que envuelve a todo el cuerpo social

El consumo que los jóvenes hacen de diversos medios, en especial del internet, está transformando el ocio y las formas de interacción de los adolescentes con su entorno y a la sociedad en su conjunto .
Asi, los medios de comunicación funcionan como mediadores de la socialización justamente entre los adolescentes y su entorno, es decir entre ellos y sus familias o grupo de pares.

A este actor social consumista se dirige una parte importante del espectro político nacional y muy especialmente en la geografía de Caba en defensa de su nada despreciable cuota de poder.

De casualidad nada, de causalidad todo.

Este universo adolescente es un sector social en donde ya no hay padres capaces de imponer limites ni establecer normas, ni respetarlas, por el contrario las normativas están para desafiarlas y eso se concreta porque se pretende que los adultos se convierta en adolescentes eternos.

Así los comunicadores autóctonos mienten descaradamente sobre la pandemia, relativizan la gravedad de la situación, promueven la libertad individual, egocéntrica y el libre albedrío y, maliciosamente apelan a la responsabilidad social individual porque saben que esa apelación será fácilmente violentada.

Por eso se les dibuja las calles con círculos 3D donde luego se colocan las tentadoras mesas, los esta llamando, tentando, invitando, convocando que asistan a violentar esa responsabilidad. Y la comunidad perpetrada y planificada como adolescente, artificial y artificiosa, no se va resistir y no se resiste.

La apertura, está más abierta que nunca.

La sociedad adulta tiene capacidad de receptar, decodificar, procesar y responder en consecuencia…pero no repara en que una gran parte de los receptores pertenecen a esa sociedad de fantasía adolescente a los que tienen llegada los medios masivos con sus comunicados desdramatizados y con su parafernalia sonora, colorida y paisajística a cielo abierto, pajaritos, gansos y verdes pastos con fuentes y río y…mesas, muchas mesas con gente inconciente y despreocupada por la realidad que asfixia al conjunto.

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Cuando se dispone un dispositivo comunicacional es vital establecer a que población va dirigida, que tipos de mensajes se envían para que el mensaje tenga la llegada buscada.

Los comportamientos sociales exceden las conductas individuales y tienen otras dinámicas.

Los adolescentes son la población más vulnerable debido a que ellos han nacido en una sociedad tecnológica y por lo tanto son los que han acogido de manera más personal y natural dichos dispositivos. Se ha demostrado que el teléfono móvil es el dispositivo tecnológico más popular entre los adolescentes y su disponibilidad orilla al 95 %, incluyendo los sectores pauperizados.

Estas simples reflexiones no deben minimizar la enorme gravedad del problema de la pandemia en la Argentina.

El pensador Alberto Kornblihtt escribió en un matutino que las víctimas mortales a causa del coronavirus equivalen a la caída de un Jumbo todos los días. Imagen terrorífica y contundente al mismo tiempo. Y también razona que si tal sucesión de catástrofes sucediese sería tapa de todos los diarios, radios y televisión con escándalos varios.

Pero no ocurre lo mismo con la pandemia. Ha sido desnaturalizada por esos mismos medios, desvalorizándola, y eso nos deja inermes ante su amenaza.
Aquí aparece en paralelo el “fenómeno” de las fake news cuyo fin no es informar o educar a la población. Por el contrario es parte de un andamiaje comunicativo para desacreditar y socavar la credibilidad de determinadas personas u organizaciones. Quizás el ejemplo más claro y al mismo tiempo burdo fue el desarrollo del término “infectadura” para menoscabar el trabajo de un grupo de prestigiosos profesionales de la salud que alertaron y alertan sobre los riesgos que corremos todos.
Por eso los oligopolios mediáticos, adictos, adscriptos y hábiles en el manejo de las fake news, son un pesado lastre que dificulta enormemente la discusión seria de asuntos públicos como la pandemia y la construcción de la democracia participativa en la Argentina.

Como decimos renglones arriba los medios de comunicación en el siglo XXI, convertidos en el tercer agente social, son una formidable de máquina de penetración cultural y disciplinamiento en la sociedad.

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A los ya clásicos medios se han sumado las innovaciones de los dispositivos tecnológicos como los teléfonos inteligentes tomando un papel protagónico en nuestra sociedad y especialmente en la vida de los adolescentes y su proceso social dando paso a la llamada “revolución digital”. ​
Existen dos definiciones del término Comunidad, una holística y otra individualista. La primera afirma que una comunidad es como un enorme organismo y funciona de forma homogénea; en esta definición todos los organismos son imprescindibles para que el desarrollo del grupo sea el esperado y agrega que cualquier población no puede ser estudiada o entendida de forma individual, sino en función de su lugar dentro de la comunidad.
Puede decirse que una comunidad es un grupo de seres humanos que comparten elementos en común, como idioma, costumbres, ubicación geográfica, visión del mundo o valores por ejemplo. Dentro de una comunidad se suele crear una identidad común mediante la diferenciación de otros grupos o comunidades.
Otra definición del concepto es el que concibe la Biología. Se refiere a un conjunto de diferentes especies que comparten un mismo hábitat y donde todas ellas son imprescindibles para el equilibrio del ecosistema.
Y la Comunidad Adolescente creada ?
Se caracteriza por disponer de mayor tiempo libre para ocuparlo en las redes sociales o videojuegos. Sin embargo, no todos los adolescentes caen en esa adicción, los más propensos a caer son aquellos que tienen una personalidad vulnerable, una estructura familiar débil y relaciones sociales pobres. ​ Además la presión de grupo así como el estrés también contribuyen a que un individuo se vuelva adicto. El uso de estos elementos es visto como un método de escape por algunos adolescentes que sienten una falta de amor fraternal o incomprensión de parte de los adultos.

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El abuso de las redes sociales puede llegar a aprisionar a los adolescentes ya que el mundo virtual contribuye a que se cree una identidad falsa y a la vez distanciar al individuo de la realidad. Cuando un joven es adicto , siente que solo va a sentirse feliz y bien al utilizar dicho dispositivo, sin embargo luego se sentirá solo y su satisfacción al usar aquello que le causa adicción disminuirá
La adicción trae como consecuencia un sinnúmero de problemas en los adolescentes como por ejemplo, conflictos personales, bajo rendimiento académico y problemas familiares vinculados con la falta de comunicación y desobediencia. Hoy en día muchos adolescentes están más pendientes de las relaciones virtuales que de las personales lo cual lleva al aislamiento .
También se afirma que los juegos de internet fomentan el comportamiento criminal, la discriminación racial y la falta de respeto a la autoridad. En suma, la adicción a estos mecanismos comunicacionales puede llevar, como resultado, a otras adicciones y otros problemas psicopatológicos como la depresión, fobia social u otros problemas de tipo obsesivo compulsivo.
Y así, detrás de este esquema, hay consecuencias.
Esas consecuencias se llaman Muertos. Pérdidas de Vidas Humanas !!!
Los profesionales de la salud, enfermos, agobiados, agotados cuando no fallecidos van cediendo posiciones.
Mientras muchos –hipócritamente- salen a aplaudirlos desde los balcones, son los mismos que se juntan sin barbijos, sin distanciamiento, sin respeto por el otro y los que producen más contagios, más muertes y enferman a los que asumieron con valentía atendernos y cuidarnos.
La Ciudad de Buenos Aires, la comunidad adolescente , exhibe su máximo y horroroso esplendor ante el mundo convirtiéndose en la tercera ciudad con más muertos por coronavirus .

MADRID 121/ 100.000 habitantes

NEW YORK 128/ 100.000 habitantes

CABA 109/ 100.000 habitantes

Quién quiera oir que oiga…