Economía

Federalismo vs. Precios: Productos hasta 64% más caros en el interior

Así lo relevó la Fundación Colsecor en un nuevo reporte mensual de precios, que compara el valor promedio de 15 productos en localidades de nuestro país con el programa precios cuidados o hipermercados de la Ciudad de Buenos Aires

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En su reporte mensual de precios, la Fundación Colsecor, logró advertir que en la comparación de 15 productos en 50 localidades de las distintas provincias del país, los precios que se pagan en las provincias resultan ser hasta 64% más caros que en la Ciudad de Buenos Aires, y en el semestre, se ha verificado un aumento del 20,8% en promedio.

“La lechuga, el aceite y la leche fueron los más alejados de los valores de CABA durante noviembre. En seis meses, la manzana incrementó su precio 88%, mientras que la leche y el azúcar fueron los productos más estables, con sólo 1% de suba” releva el informe de Colsecor.

Cabe recordar que el informe corresponde a los valores registrados en noviembre en 50 localidades de siete provincias del país. Los productos cotejados conforman una canasta integrada por leche, aceite, harina, yerba mate, azúcar, lentejas, huevos, pan, lechuga, manzana, papa, vacío, nalga y pollo. También se indicó el valor del litro de nafta.

De los elementos estudiados, la mayor diferencia se observó en los valores de la lechuga (64%), el aceite (43%) y la leche (37%), mientras que el precio del azúcar, la yerba, papa y pollo sobrepasaron entre el 31% y el 25% a los de referencia nacional. Por otro lado, el pan se ubicó por debajo (-17%) y el vacío se encontró a un precio similar.

“El único valor que encontramos sistemáticamente más bajo en las localidades del interior es el del pan. Creemos que esto se debe en parte a que no involucra procesos de distribución ni logística, sino que se produce en cada lugar. Esto refuerza la idea del autoabastecimiento o el abastecimiento local como una estrategia para reducir los precios”, señaló la socióloga Natalia Calcagno, coordinadora del proyecto.

En el Reporte Mensual de Precios que la Fundación COLSECOR realiza desde junio ininterrumpidamente, también se observó gran disparidad según el lugar donde se efectuaron los registros. Así, puede advertirse que la lechuga, cuyo kilo cuesta $160 en Darregueira (Buenos Aires), está a $35 en Luque (Córdoba). Lo mismo sucede con la Manzana, que en Funes (Santa Fe) se encuentra a $249 mientras que en Dina Huapi (Río Negro) puede conseguirse a $79,99. Otro caso similar tiene que ver con el pollo, cuyo valor es de $240 en Las Isletillas (Córdoba) y de $109,10 en Bariloche (Río Negro).

 

Variación semestral 

El Reporte Mensual muestra una variación de precios promedio de 20,8% en el período comprendido entre junio y noviembre.

Los alimentos que mostraron mayores subas fueron la manzana (88%) y la papa (55%). El pollo, el aceite y la yerba registraron aumentos entre el 20 y el 24%, mientras que en el caso del pan y la lechuga estos fueron de 15% y 18% respectivamente. Los precios con menor variación correspondieron a los de la leche y el azúcar, ambos con 1% de suba en seis meses. La nafta, por su parte, registró un incremento del 13%.

“Con el Reporte de noviembre logramos el primer semestre de medición sistemática de precios. Eso nos permite ver una tendencia en los distintos productos. La primera gran conclusión es que no hay un comportamiento homogéneo en los precios, sino que las variaciones en el territorio y en el tiempo son heterogéneas según el producto que se trate. Observamos que aquellos estacionales como las frutas y verduras son los que movieron hacia arriba los precios promedio y también encontramos que hay otros con valores estables, como la leche, la carne o los huevos”, sostuvo Calcagno.

 

Las marcas

En el reporte se detallan también las marcas que pueden encontrarse en las góndolas de los diferentes puntos estudiados en el país. En este sentido, se identifican varias nacionales que abastecen todo el territorio, con precios variados. En general se observan pocas marcas locales. La yerba mate es uno de los productos con mayor variedad ofertada (40 marcas), seguida del azúcar y el aceite con 36 y 32 marcas respectivamente. En noviembre se registraron además 28 marcas de lentejas, 26 de harina y 19 de leche.

 

La retórica del federalismo

Cada vez, con mayor frecuencia se argumenta sobre la Argentina que necesita mirar las provincias para pensar su desarrollo. Los anuncios que proclaman el federalismo, suelen acabar rendidos frente a la realidad con la que se edifica en forma material y efectiva, por parte de los grupos económicos, la planificación centralista del país.

Argentina es un país desigual. Sin embargo, no todos los problemas se resuelven en el enfrentamiento porteños y provincias. La clave del incremento de los precios, la desarticulación territorial de un proyecto productivo y solidario que ordene la vida cotidiana de nuestra gente, es producto de un fuerte nivel de concentración y extranjerización del desarrollo económico del país.

En la rentabilidad de un puñado de grupos económicos, mayormente extranjeros, se explican las razones de la distorsión de precios que existe y el saqueo efectuado sobre el bolsillo de nuestro país federal.

 

Concentración y extranjerización

Concentración y extranjerización siguen siendo dos elementos basales del modelo que se basa en el crecimiento económico de la industria automotriz, el sector agropecuario (en especial a la soja), la minería, la construcción de viviendas para sectores con importante poder adquisitivo y la actividad bancaria y financiera.

Las grandes empresas, mayoritariamente extranjeras, son quienes concentran la actividad económica y la riqueza y los únicos a los que beneficia la inflación. Pensar que de allí deberían provenir los recursos para inclinar la balanza hacia los trabajadores, los jubilados y los sectores de menores recursos -y no del permanente endeudamiento con organismos como Anses-  sería una alternativa más que lógica y necesaria.

 

“El tiempo de los vivos”

Alberto Fernández, incluso antes de asumir, señaló que en la Argentina se terminaba el “tiempo de los vivos”. Sin embargo, a casi un año de la victoria política en las PASO, los índices de precios en el país marcan que “los vivos” gozan de una salud robusta.

El 25 de marzo, sin ir más lejos, el Presidente señaló “vamos a perseguir a los que no respeten precios máximos y cerraremos negocios si es necesario”. Sin embargo, productos como la manzana, la lechuga o el azúcar registran una distorsión de más del 200% en relación a los productos establecidos en los programas acordados entre el gobierno y los empresarios.

En un país que encabeza el top 3 del ranking inflacionario mundial, que ha devaluado su moneda por encima del 35% y que no logra recomponer salarios al ritmo, siquiera de la inflación estadística, las amenazas retóricas no alcanzan para frenar el avance de los especuladores.

Los niveles inflacionarios de la Argentina siguen siendo los más altos en términos globales y la pandemia, desnuda de manera clara y notoria que la razón de ser de dicho problema son los niveles altísimos de concentración económica, especulación financiera y cartelización empresaria en los formadores de precios.

A pesar de que se destruyen puestos de trabajo, se ha suspendido masivamente trabajadores durante la pandemia, se ha deteriorado los niveles de ingreso popular de manera inédita, el consumo se contrajo y se concentró en alimentos, la inflación sigue subiendo. La estadística del Indec en sus mediciones, y la realidad, aún mucho más.