La diputada nacional por el Bloque Peronismo para la Victoria, Araceli Ferreyra, presentó un proyecto de Ley sobre Cupo Indígena, en ese sentido recalcó que “la reforma política y electoral es una nueva oportunidad para saldar algunas deudas históricas, especialmente de la etapa democrática. Las mujeres y los pueblos originarios deben ser objeto de una reparación en términos de representación política. Las mujeres, con la correspondiente representación electiva paritaria e igualitaria, expresada en #UNAyUNO”
Ferreyra destacó que “se conmemoró ayer el Día de la Mujer Originaria en memoria de la aguerrida Aymará Bertolina Sisa, quien fue baluarte en las luchas emancipadoras contra la corona española. Bartolina fue salvajemente golpeada, flagelada, violada y sentenciada a muerte para finalmente ser descuartizada como símbolo de advertencia muriendo un 5 de septiembre de 1782 por pedir justicia y libertad para su pueblo”.
“Con ella homenajeamos a todas las mujeres que pelearon por la independencia y forjando la Patria. Invisibilizadas en algunos casos, negadas como Rosa Guarù, la guaraní madre biológica del libertador San Martín, aún está pendiente recuperarlas del olvido y darles un lugar en la historia y en el presente”.
Así mismo la Diputada subrayó que “la representación de los pueblos originarios, empezando un camino, con el inicial cupo previsto conforme los datos surgidos del último censo: “Las personas que se reconocen como descendientes de las poblaciones originarias en el Censo 2010 son 955.032 personas y conforman 368.893 hogares. Es decir, el 2,38 por ciento del total de la población argentina y el 3,03 por ciento del total de hogares”. Esto refleja los índices evolutivos incrementales, los que a su vez son demostrativos de la importancia de la visibilización del aspecto ético y cultural de las políticas de reconocimiento y antidiscriminación implementadas. Pero es hora de dar un paso más allá, en el sentido de la manda constitucional y del Convenio 169 de la OIT (base del proyecto de ley de cupo de los pueblos originarios, tal como se menciona allí)”.
Esta fecha es una valiosa oportunidad para reflexionar sobre los derechos que las mujeres originarias comparten con sus congéneres de todas las sociedades y culturas, y también sobre sus derechos específicos que derivan de su condición particular en cuantos integrantes de pueblos originarios:
– Derecho al respeto de la identidad cultural del pueblo al que pertenecen.
– Derecho a su identificación como integrante de un pueblo originario específico.
-Derecho a no ser asimilados ni obligados a aceptar prácticas culturales ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural.
“El efectivo ejercicio de esos, y otros derechos, necesita de una representación parlamentaria que traiga sus voces, usos, costumbres y pautas culturales a la Casa del Pueblo” concluyó la legisladora.
