Cultura

Se agudiza el conflicto educativo en Caba

¿Qué pasa con la vuelta a clases en la Ciudad de Buenos Aires?

Por las medidas que no contemplan la salud, presupuesto, transporte, seguridad y objetivos pedagógicos de las comunidades educativas; el conflicto educativo se agudiza en la Ciudad de Buenos Aires.

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El jueves pasado, el Consejo Federal de Educación estableció un indicador común para todo el país para dividir en tres la situación epidemiológica nacional y que teniendo en cuenta ese marco, cada gobernador decida si las clases presenciales vuelven a desarrollarse o no y de qué forma. La Ciudad de Buenos Aires es nuevamente el epicentro de la confusión ya que a pesar de no estar dadas las condiciones, ya anunció la reapertura de las aulas.
Al terminar la reunión de ministros la semana pasada, Nicolas Trotta manifestó que «Se aprobaron por unanimidad estos indicadores que permiten establecer ciertas consignas para lograr el regreso seguro a las escuelas de acuerdo a niveles de riesgo de contagiosidad». Según los parámetros dispuestos, la Ciudad de Buenos Aires sería, a partir de los datos que el gobierno encabezado por Horacio Rodríguez Larreta provee, calificaría como nivel medio de contagiosidad.
El nivel medio de contagiosidad contempla la realización de actividades no escolares, acciones de revinculación, lúdicas, recreativas, física o artísticas y de apoyo escolar para estudiantes del último año de nivel primario y de nivel secundario con un máximo de 10 personas y preferentemente en espacios abiertos como puede ser el patio de la escuela.
Si bien el gobierno porteño anunció ayer que a partir de hoy estarían abiertas las escuelas, varios son los motivos de rechazo y confusión de las comunidades educativas para con el Ejecutivo de la Ciudad.
En primer lugar, en ningún momento, siquiera en los proyectos de protocolos anteriores, el Ministerio de Educación de CABA, encabezado por Soledad Acuña, dialogó con los gremios docentes, las autoridades escolares, las familias o con las y los estudiantes y sus espacios de representación. Esto hizo que las propuestas estuvieran muy alejadas de la realidad de quienes hacen funcionar las escuelas y en apenas horas juntó una gran cantidad de comunicados, cartas y posteos en redes rechazando masivamente las propuestas y repudiando el desinterés de la gestión porteña por el bienestar y la opinión de las comunidades educativas.
En segundo lugar, la iniciativa actual de la cartera de educación de la Ciudad, que propone las aulas burbuja ocupadas mediante un sistema de turnos, no tiene objetivos pedagógicos ni de contención de ningún tipo. El tercero y uno de los puntos mas importantes del rechazo, es que no se contempla ningún tipo de asistencia o presupuesto para que los establecimientos educativos tengan productos de limpieza necesarios para tan ardua tarea de desinfección constante, ni para que las y los estudiantes, docentes, auxiliares y directivos tengan los insumos básicos de seguridad e higiene.
El cuarto ítem que generó polémica fue el tema del transporte, la grandísima mayoría de las y los estudiantes se movilizan con transporte publico, además, muchas y muchos son los alumnos que viven en provincia de Buenos Aires y cruzan la Avenida General Paz para ir a su escuela; si bien la reapertura habilita a las y los docentes a viajar en transporte público con sus permisos no sucede lo mismo con las niñas, niños y adolescentes, que además muchas veces son acompañados por familiares adultos que aseguran su bienestar durante el viaje. Ni las y los estudiantes ni las personas que las y los acompañan en muchos casos debido a que son menores de edad, podrían movilizarse como lo harían usualmente; pero habilitar el uso de colectivos, trenes y subtes para todas esas personas tampoco parece la solución ya que se generarían aglomeraciones en las paradas y estaciones y al interior de las formaciones. Tomar un taxi tampoco sería una solución masiva ya que según cálculos de Unicef, alrededor de 8 millones de niñas, niños y adolescentes son pobres actualmente en Argentina, muchas y muchos de ellos residen en CABA y no podrían bajo ningún aspecto sustentar los viajes a la escuela de esa forma. Sin poder llegar a los establecimientos muchos estudiantes quedarían marginados.
El quinto lugar de los argumentos de rechazo está relacionado a la forma en la que se registran los casos de Covid-19 en la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de que varias funcionarias y funcionarios del gobierno porteño aseguraron que la información sobre infectados y fallecidos en la ciudad están actualizados, se comprobó que recién la semana pasada se estuvieron cargando los datos de fallecidos en meses anteriores. Muchas son las voces de trabajadores y trabajadoras de la Salud, autoridades hospitalarias, infectólogos, especialistas, funcionarios, dirigentes gremiales y funcionarios que denunciaron que los casos de Covid-19 se informan al Ministerio de Salud Nacional “por goteo” es decir muy lentamente, lo que genera que en los reportes parezca estabilizada la curva de contagios, las muertes diarias sean un número insignificante al lado de la cantidad real, y la saturación del sistema sanitario no parezca tal ya que no se informa que en las camas de terapia intensiva hay más enfermos de Covid-19 de los que se contabilizan en el reporte Nacional.
Hisopados que no llegan, camas que no pueden ser ocupadas por la falta de personal ya que las y los trabajadores se han infectado o lamentablemente han fallecido; muertes que no se registran como de Covid-19; y la forma única en el país de contabilizar los casos que impone hisopado a una única persona con síntomas y no a su núcleo conviviente y a quienes hayan tenido contacto estrecho con esa persona, aunque todos ellos también tengan iguales o peores síntomas; en el registro la única persona señalada como infectada será la hisopada y no el resto a quienes no se les realiza hisopado pero si se les dicta aislamiento; son todas denuncias que aparecen cada vez de forma más masiva en la Ciudad de Buenos Aires.
Entonces calificar a la jurisdicción como de riesgo medio, es arriesgado, ya que no hay certezas de que la curva esté realmente estabilizada y está claro que los contagios y muertes son muchas más de las oficializadas por el Gobierno Porteño.
Por todo esto es que las comunidades educativas se han negado masivamente a concurrir a las escuelas. La Unión de de Trabajadores de la Educación (UTE) y Ademys, los principales gremios docentes de CABA han dictado además, medidas de fuerza desde la primer hora de hoy y durante todo el día de mañana, la retención de tareas presenciales y el paro han hecho que a pesar de estar en curso la reapertura, no haya guardapolvos blancos dentro de las escuelas.
Agravando el conflicto, el viernes pasado el ministro de Educación de la Nación, en dialogo con la radio de El Destape, aseveró que la Ciudad no entregó las listas de los chicos que no tenían conectividad para que el Gobierno Nacional pudiera entregarles las notebooks y garantizarles internet; “Por lo que comprobamos, no existió una visita a los 6.500 estudiantes de la Ciudad para relevar su situación socioeducativa”, sostuvo Trotta.
Así es como, a pesar del anuncio de Soledad Acuña y las afirmaciones de Horacio Rodríguez Larreta, las escuelas siguen vacías y las y los estudiantes sin conectividad sin relevar, marginados y marginadas en todos los aspectos. Además, hasta hoy por la mañana las y los directivos de escuelas secundarias porteñas no habían recibido ninguna comunicación oficial sobre el tema.
informaron a este diario que hasta el lunes –feriado– al respecto, de modo que no tenían manera de comenzar el martes con actividad alguna.
Se espera que el Gobierno Nacional pueda dialogar con el porteño para poder amoldar el sistema de registro de casos de Covid-19 de la Ciudad con el resto de las jurisdicciones del país y que actualice el registro de los últimos meses. Las comunidades educativas mientras tanto, siguen en la incertidumbre con la expectativa que, a un mes de finalizar el ciclo lectivo, se tome en cuenta las necesidades, urgencias y propuestas de las y los estudiantes, docentes, directivos, auxiliares y familias.