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Lo que dejó la fecha

Analizamos lo más destacado de la 13ra fecha del Torneo Apertura disputada este fin de semana.

Así quedó el micro que trasladaba a los jugadores de Quilmes.

Si repasamos los resultados de los partidos jugados en esta fecha la palabra que se convierte en constante es una: confirmación. Estudiantes confirmó el viernes que cuando debe ganar lo hace y no deja lugar a dudas, su chapa de candidato la tiene bien puesta.

Ayer Vélez confirmó también que le va a dar pelea al ganar un partido complicadísimo ante uno de los mejores equipos, el Banfield de Falcioni. Lo superó 3 a 2 en su estadio dando pruebas de su potencia ofensiva: cuenta con los dos goleadores del campeonato, Silva y Martínez y además tiene gol en el banco con Cristaldo, que entró para definir el partido a 15 minutos del final.   

Boca y River también confirmaron este fin de semana  que jugarán, el martes 16, uno de los superclásicos más devaluados de los últimos tiempos, ninguno consigue ganar y, para peor, pierden.

Boca no encuentra el rumbo. Los de Borghi, aunque recuperaron volumen de juego con el regreso de Riquelme, siguen sufriendo en los últimos minutos cuando, en el afán de querer ganar, dejan espacios, cometen errores y terminan quedándose con las manos vacías.

Para los de Cappa el panorama tampoco es alentador, los equipos que “salen a no perder”, como se refirió el entrenador hace algunas fechas cuando enfrentó a Gimnasia, lo complican a un River que equivoca el camino cambiando delanteros semana a semana en lugar de armar un equipo sólido al que no le conviertan goles todas las fechas. Este domingo el que lo cacheteó fue All Boys, un equipo serio que le ganó claramente 1 a 0 y desató la fiesta en Floresta.

Por último la confirmación que nadie quiere ver y muchos deciden no mostrar: la de la impunidad de los barrabravas. Esta vez fueron los de Quilmes que, ante la impotencia de ver perder nuevamente a su equipo, atacaron al micro del plantel. Una clara muestra de que se mueven sabiendo que no serán castigados ya que además de agredir al micro rompieron los vidrios de los automóviles que los jugadores habían dejado en Quilmes y se encargaron de amenazarlos cuando se dirigían a la comisaría a efectuar la denuncia. ¿La AFA? Seguramente también siga la senda de las confirmaciones y, como siempre, se desentienda de los hechos ya que, como afirmó Grondona la semana pasada “la AFA no es una empresa de seguridad”.