Sociedad

Peligro en el mar

Alertan sobre la desaparición de peces

A raíz del documental "Un mundo sin peces", que se estrenó en los últimos días en el país, se alertó que según investigaciones científicas existe la posibilidad de que para 2048 se extingan los peces. Sin embargo no todos los estudios sostienen lo mismo.

Los peces podrían desaparecer en menos de 40 años.

El documental «Un mundo sin peces» muestra hasta qué punto la sobreexplotación de un recurso vital, impacta en la vida cotidiana de más de mil millones de personas y busca alertar sobre la posible extinción de los peces hacia el 2048, según predicen algunos estudios científicos.

Charles Clover, un experto británico de visita en la Argentina, analizó los peligros de la sobrepesca y aseguró que la crisis del mar “es una muestra de los límites del crecimiento del capitalismo” y asegura que la actividad no es sustentable desde los ’70.   Este hombre es el editor de Medio Ambiente del diario inglés The Daily Telegraph, y autor del libro The End of the Line, sobre el que se filmó la película Un mundo sin peces, presentada esta semana en el complejo Hoyts Abasto.

Según él “existe un consenso sobre el peligro de la actividad y los enormes costos sobre la biodiversidad y su posibilidad de regeneración. Hoy, un tercio de los mares y océanos tienen un 90% de agotamiento de fauna marina. Hay una crisis en el mar y vamos hacia el colapso.”

Además sostuvo que esta destrucción se remonta a 1950 “cuando la tecnología permitió, con Japón a la cabeza, el desarrollo de una industria mundial que pesca indiscriminadamente y sin control. Desde los ’70, la actividad ya no es tan sustentable, pero las empresas consiguen subsidios y firman acuerdos permisivos en países subdesarrollados, exportando el problema desde Europa a la periferia. El Banco Mundial estima que por no administrar este recurso con racionalidad se pierden 50 mil millones de dólares de ganancia cada año”.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cerca del 70% de las reservas pesqueras en el mundo están siendo faenadas a niveles que rozan, ya han alcanzado, o ya han sobrepasado, su máxima capacidad.

En tanto las flotas pesqueras en el mundo son un 250% mayores de lo que pueden soportar sosteniblemente los mares; sólo el 0,6% de los océanos del planeta está designado como protegido; en los últimos 50 años, el consumo mundial de atún se ha multiplicado por diez, de 0,4 millones a más de 4 millones de toneladas.

Al respecto, el productor del documental, George Duffield, manifestó: “La sobrepesca es el gran desastre medioambiental del que la gente no ha oído hablar. Esperamos que este documental realmente haga saltar la alarma. Podemos arreglar este problema si empezamos ya mismo».

Las maravillosas imágenes del mundo marino que refleja el documental contrastan con las actividad depredadora de un número minoritario de empresas; el despilfarro de devolver anualmente al mar siete millones de toneladas de peces muertos capturados con redes de arrastre; y la aniquilación de la población del bacalao y el atún rojo.

Igualmente, esta producción cinematográfica indica que la alternativa es controlar la pesca reduciendo el número de barcos pesqueros en el mundo; proteger las grandes áreas de los océanos a través de una red de reservas marinas en las que esté prohibida la pesca; y educar al consumidor para que elija comprar pescado de pesquerías independientemente certificadas como sostenibles.

Sin embargo, un equipo internacional de científicos ha sacado en conclusión que hay altas probabilidades de que sobreviva una diversidad mucho más amplia de criaturas – desde depredadores como los tiburones y el atún hasta diminutos moluscos y algas -, lo que supondría la salvación de la diversidad de la vida marina.

En un artículo publicado en la revista Nature, los especialistas sostienen que un estudio de 1998 había dado lugar a un criterio muy utilizado que indicó que la pesca excesiva podría llevar a que se agotaran las redes alimentarias marinas, y los pescadores se volcarían en las especies más pequeñas debido a la desaparición de las grandes.

Pero los controles de abundancia de existencias y otros datos indicaron que el estudio de 1998 había dado una lectura inexacta desde el Golfo de Tailandia a los mares de Alaska, según científicos de Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido.