El recientemente designado Obispo para la Diócesis de Orán, Monseñor Gustavo Zanchetta, protagonizó un escándalo al negarse a que gendarmes le controlen el vehículo en el que viajaba, llegando inclusive a fustigar a los oficiales con amenazas y malos tratos.
De acuerdo a un informe escrito por personal de Gendarmería, que fue difundido por el canal de noticias de Buenos Aires C5N, todo inició cuando un gendarme detuvo en ruta el vehículo de Zanchetta, quien viajaba con dos personas más que se identificaron como supuestos seminaristas, en el marco de un control antidrogas de rutina.
Al solicitarle el gendarme la revisación del vehículo, Zanchetta se negó amparándose en su cargo de obispo de Orán además de añadir que “siempre viajaba” y que “no tenía por qué revisarlo” ya que se trataba de una autoridad.
Según informó el personal de la fuerza nacional, el gendarme insistió y discutió con el religioso que arguyó sentirse ofendido por la actitud del oficial, sobre todo porque lo hacía en presencia de sus súbditos los seminaristas.
Luego de la discusión, el vehículo del Obispo habría sido igualmente inspeccionado, pero al retirarse amenazó al gendarme diciéndole que se comunicaría con autoridades superiores para que tomen cartas en el asunto sobre la osadía.
La actitud del religioso causó la indignación de los gendarmes quienes deben realizar los operativos designados, ante cualquier ciudadano. En tanto, desde el canal de noticias C5N, se caracterizó al menos de “contradictorio” en relación con el Documento de los Obispos sobre la violencia publicado la semana pasada por la cúpula de la Iglesia Católica.
Vale remarcar que Gustavo Zanchetta, es un sacerdote santafesino de 49 años, quien hasta antes de ser nombrado por el Papa Francisco como obispo, se desempeñó como párroco de San Francisco de Asís de Berazategui, en la diócesis de Quilmes.
Además tiene el cargo de subsecretario ejecutivo de la Conferencia Episcopal Argentina y secretario de la Comisión Episcopal para la Pontificia Universidad Católica Argentina.
