Gómez Coronado puntualizó: “El Casco Histórico de la Ciudad se encuentra regido por normas que favorecen la construcción de edificios de gran altura, que llevan a una desnaturalización del perfil propio del barrio. Esta zona posee un enorme significado histórico y cultural por corresponder a su núcleo fundacional de la ciudad y es un elemento fundamental de su identidad”.De esta manera, el Defensor del Pueblo Adjunto salió al cruce de una nota presentada, ante la Legislatura de la Ciudad, por el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo y la Sociedad Central de Arquitectos, en la cual manifiestan su oposición a la sanción de la Ley de ampliación del Casco Histórico.Gómez Coronado, al pugnar por la pronta sanción de la Ley, señaló: “es evidente que el Casco Histórico posee valores dignos de ser preservados y que hoy están en peligro porque las normas urbanísticas vigentes permiten la construcción de torres como la denominada Torre Quartier, de 27pisos y 90 metros de altura”.El Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad prohíbe expresamente la construcción de edificios de estas características en áreas de protección histórica. Aunque el predio mencionado aún no fue incluido en esa zonificación, ya existe un proyecto de Ley en la Legislatura porteña que contempla esa medida y que cuenta con el acuerdo de varios diputados para su próxima aprobación. El inicio de las obras pretende adelantarse a esa medida, causando un perjuicio permanente e irreversible al barrio, cuyo impacto ambiental, por lo demás, está lejos de haber sido evaluado con la seriedad necesaria.Los vecinos con la adhesión de las organizaciones vecinales San Telmo Preserva, Proteger Barracas y Basta de Demoler, participan de la iniciativa desde marzo de 2010, sin todavía tener respuesta a su inquietud. El legislador del PRO, Patricio Di Stefano, explicó sus proyectos de ampliación del Casco Histórico y de creación de un Área de Protección Histórica (APH) de la ciudad porteña.La primera iniciativa busca duplicar Casco Histórico, extendiendo la protección a al polígono comprendido por las calles Hipólito Irigoyen, Bernardo de Irigoyen, Av. Caseros, Perú, Brasil, Defensa, Av. Garay, Av. Paseo Colón y Av. San Juan. «Esta es una deuda de la Ciudad con su patrimonio que evitará casos como los de la torre Quartier, ya que no sólo preservará de la demolición a los edificios históricos sino que obligará a que construcciones futuras respeten los lineamientos de las existentes», afirmó el Presidente de la Comisión de Patrimonio Arquitectónico de la Legislatura.
Respecto de la segunda iniciativa relativa a crear un APH que comprenda un polígono limitado entre Rivadavia, Plaza San Martín, Florida y Leandro N. Alem, el legislador porteño de PRO argumentó que «la zona bancaria es uno de los lugares donde se halla a concentrado el mayor volumen de Patrimonio Arquitectónico en la Ciudad, además de contener un alto valor histórico por ser el lugar donde se fundó y comenzó a construir Buenos Aires».
Di Stefano explicó sus proyectos argumentando que «las iniciativas no pretenden congelar la Ciudad, sino fijar reglas claras que promuevan la inversión, protegiendo el patrimonio». Algunas de estas reglas son: la de preservar la uniformidad de las fachadas, respetar las alturas de las construcciones históricas, y seguir la línea del basamento. En los polígonos propuestos habrá regulación de marquesinas, publicidades, toldos, arbolado y niveles de calidad ambiental.
