Política

Argentina le quita condecoraciones a Pinochet

"Pinochet no es merecedor de la gratitud de la Nación Argentina,... su accionar ofende los valores y principios rectores de nuestros próceres resultando incompatible con dichas condecoraciones”, argumenta el documento que lleva la firma del Presidente.

Pinochet no es digno de homenaje.

La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, anunció que el presidente Alberto Fernández firmó un decreto en el marco de los 50 años del último golpe militar en Chile por el que le saca al ex dictador chileno Augusto Pinochet el derecho a usar las insignias Orden de Mayo y Orden del Libertador San Martín. Las mismas habían sido otorgadas por nuestro país.

“Pinochet no es merecedor de la gratitud de la Nación Argentina, pues es alguien que ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana, que su accionar ofende los valores y principios rectores de nuestros próceres resultando incompatible con dichas condecoraciones”, argumenta el documento que lleva la firma del Presidente.

En tanto la portavoz agregó: “Los Consejos de Orden de Mayo y Libertador San Martín dispusieron que por haber sido transgredidos tanto los ideales de mayo como los del General San Martín, y ser responsable Pinochet de actos incompatibles con los principios sanmartinianos que rigen dichas órdenes, no puede ser acreedor de tan alto honor y quedan las condecoraciones retiradas”,.

En ese sentido, sostuvo que Argentina ocupa “un lugar central en el concierto de las naciones, en el reconocimiento de la verdad, la justicia y la memoria como los pilares para el orden democrático y en ese contexto, y con la lucha de los derechos humanos como baluarte para toda la sociedad.”

“Tenemos que seguir luchando contra el negacionismo, contra el olvido y los intentos de impunidad”, concluyó.

Dos gobiernos peronistas condecoraron a Pinochet

El dictador trasandino recibió la Orden de Mayo en dos oportunidades. Catalogada como una de las más altas condecoraciones que otorga la Nación para ser impuesta necesita un decreto firmado por el Presidente y refrendado por el ministro de Defensa.

Fue en 1975 la recibió de manos de Isabel Martínez de Perón y en 1993 de Carlos Menem cuando Pinochet, era senador vitalicio en Chile.

De hecho, los entonces diputados radicales Federico Storani y Carlos Becerra presentaron un pedido ante la Cancillería para que le retiren las condecoraciones a Pinochet, luego de que el ex dictador se jactara de haber colaborado con el Reino Unido en la guerra de Malvinas de 1982.

Respecto de la Orden del Libertador San Martín, le fue otorgada en 1976 por el dictador argentino Jorge Rafael Videla.

Unos 30 años después de haber sido condecorado por última vez y tras el paso de cinco gobiernos democráticos, finalmente llega la quita de las insignias a Pinochet.

EL DICTADOR DE CHILE

Augusto Pinochet Ugarte nació en Valparaíso el 25 de noviembre de 1915, y antes de iniciar su carrera militar, estudió en el seminario San Rafael, en el Instituto Rafael Ariztía de Quillota y en el Colegio de Los Padres Franceses de Valparaíso.

En 1933, a los 18 años, después de varios intentos frustrados, ingresó a la Escuela Militar Libertador Bernardo O´Higgins, de donde egresó en 1936, con el grado de alférez de Infantería. Su extensa carrera militar lo llevó por varios regimientos de su país, por misiones en Ecuador y Estados Unidos, por la Academia de Guerra y a la jefatura del Ejército, en 1973.

Al año siguiente asumió como comandante en jefe subrogante del Ejército en reemplazo del Carlos Prats, quien había sido convocado por el presidente Salvador Allende para integrar su gabinete. El 23 de agosto de 1973, Prats renunció a la comandancia en jefe y recomendó a Pinochet como su sucesor.

Allende lo confirmó en el puesto. Pero menos de un mes después, el 11 de septiembre, Pinochet encabezó el golpe de Estado que derrocó al presidente socialista, quien se suicidó en el Palacio de la Moneda. Entonces, asumió una Junta Militar que el 21 de septiembre disolvió el Congreso y que entronaría en el comando del país a Pinochet por los próximos 17 años, hasta 1990.

El nuevo gobierno decretó el estado de sitio y el toque de queda, proscribió a la mayoría de los partidos políticos, censuró a los medios de comunicación y ordenó la detención de dirigentes y militantes opositores.

En ese tiempo, las fuerzas de seguridad mataron a unas 3.200 personas, de las cuales 1.192 figuran como detenidas-desaparecidas. Unas 28.000 fueron sometidas a la tortura y 300.000 tuvieron que partir al exilio.

Episodios como la Caravana de la Muerte o la Operación Colombo son solo una muestra de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura del General chileno. El Estadio Nacional sería un símbolo de esta persecución. También, los asesinatos del Prats, ocurrido en Buenos Aires, y de Orlando Letelier, un ex colaborador de Allende muerto en Washington.