Tras el referéndum se determinó que la mayoría de los habitantes de las islas Malvinas están a favor de mantener su estatus político como territorio del Reino Unido de ultramar.

Con una participación del 92% del total de 1.672 votantes que estaban convocados, los kelpers sufragaron en los cuatro centros electorales fijos instalados en las dos islas principales, Soledad y Gran Malvina.

El 98,8% de los malvinenses ha apoyado en un referendo mantener la actual soberanía británica, según el resultado de la consulta. En total, la isla tiene más de 2.500 habitantes. Los que estaban habilitados para votar debían tener siete años de residencia y los documentos al día.

Como consecuencia, Argentina reiteró su repudio por la consulta popular y una movida de prensa para desoír el reclamo argentino sobre la soberanía.

La embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, reafirmó que el eferendo en Malvinas “no tiene efecto alguno” desde el derecho internacional, en un artículo de opinión publicado ayer por el diario británico The Guardian.

La diplomática expresó que la consulta a los isleños, que comenzó ayer y terminará hoy, “no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional” porque “a diferencia de otros casos de descolonización, no fue convocado ni supervisado por las Naciones Unidas (ONU)”.

Por eso, señaló que “el referendo no pone fin a la disputa” que mantienen Argentina y Gran Bretaña por la soberanía que “seguirá sin resolverse como lo ha estado desde que un buque de guerra de la Armada británica usurpó las islas hace 180 años”.

La representante argentina en Londres cuestionó que “el referendo es organizado por británicos, para británicos, con el propósito de afirmar que el territorio tiene que ser británico”. “Por si alguno de los habitantes se mantenía indeciso hasta el fin de semana, las noticias locales de última hora decían que cualquier voto negativo ´fortalecería la posición argentina´”, añadió.

Castro resaltó que Argentina busca el diálogo, en sintonía con las 40 resoluciones de la ONU que definen la Cuestión Malvinas como un caso especial de descolonización, e instan a una negociación entre los gobiernos en Buenos Aires y Londres teniendo en cuenta los intereses de los isleños.

“Los habitantes británicos gozan indiscutiblemente de derechos civiles y políticos, pero no tienen el derecho de decidir esta disputa”, agregó.

“Son británicos, pero el territorio donde viven pertenece a Argentina”, señaló, y subrayó que el país “está comprometido a respetar la identidad y el estilo de vida de los habitantes de Malvinas, tal como lo hace con los 250 mil descendientes de británicos que viven en Argentina continental”.

En otros párrafos, la embajadora mencionó el apoyo al diálogo de la comunidad internacional y el rechazo de América Latina “a la existencia de un enclave colonial”, a la explotación británica de recursos naturales y a la militarización en el Atlántico Sur. “Somos una comunidad de 600 millones de personas con algunas de las economías de mayor crecimiento en el mundo, mientras que la mayor parte de Europa se encuentra en un estancamiento económico”, comparó.

En ese sentido remarcó que “mostrarse intransigente y apartarse de este cada vez más fuerte y dinámico bloque económico, simplemente no favorece los intereses de Gran Bretaña.”. “Tenemos la responsabilidad de no dejar esta controversia sin resolver a las futuras generaciones”, concluyó Castro su artículo.