Finalmente, el esperado duelo entre Argentina y Brasil por la revancha del Superclásico de las Américas terminó en un papelón a causa de una falla en el grupo generador encargado de iluminar el Estadio Centenario de Chaco.

Con ambas selecciones en el campo de juego y mientras se oían versiones a capella de los himnos, poco a poco las luces se fueron apagando hasta quedar en una verdadera penumbra.

La situación pareció una falla temporaria (sucede ocasionalmente en nuestro fútbol, por caso en el Estadio de Independiente hace poco más de dos meses) pero con el correr de los minutos, no hubo mejorías y el árbitro decidió enviar a los jugadores a los vestuarios.

Fueron 40 largos minutos hasta que comenzó a circular la posibilidad de suspender definitivamente el encuentro. «Esto es indefendible. Nunca nos sucedió algo así. Tocó en esta ciudad donde se hizo muchísimo esfuerzo», explicó Guillermo Toffoni, encargado de la organización del encuentro.

Se escuchó decir que el micro de Brasil chocó a un generador que falló y luego fue reparado, también se balbuceó ante las cámaras jugarlo otro día de esta semana pero fue descartado al instante por los compromisos de ambas selecciones con sus respectivos clubes.

Los jugadores se retiraron decepcionados y algunos emitieron su opinión. Oscar Ustari afirmó que: «No se veía y el árbitro también hubiese sufrido el partido. Pero no depende de los jugadores. Para jugar estos partidos tiene que estar todo 10 puntos».