Sociedad

Hay que armar el arbolito

En los últimos años el mercado ofrece arbolitos que van desde el tradicional verde o nevado, hasta algunos más exóticos en colores dorado, rosa y hasta negro. Sin embargo, el arbolito de Navidad que nació de una antigua leyenda europea es una tradición que se mantiene intacta a pesar de variar según el gusto y el estilo del hogar donde se arma.

El arbolito es una tradición que sigue firme.

La tradición de adornar el árbol navideño como lo conocemos hoy  se inició en Alemania y Escandinavia en los siglos XVI y XVII, extendiéndose posteriormente a otros países europeos.

Se trata de una amena actividad que convoca a la familia todos los 8 de diciembre y en especial es disfrutada por los más chicos que se ocupan de elegir las bolas y pelean por quien pone este año la estrella en el árbol. Algunos supersticiosos dicen que debe tener algo nuevo cada año y que cada siete años debe ser cambiado.

Sin embargo la tradición del árbol de Navidad se origina en una leyenda europea que narra cómo durante una fría noche de invierno, un niño buscaba refugio. Lo recibieron en su casa un leñador y su esposa y le dieron de comer.

Durante la noche, el niño se convirtió en un ángel vestido de oro: era el niño Dios. Para recompensar la bondad de los ancianos, tomó una rama de un pino y les dijo que la sembraran, prometiéndoles que cada año daría frutos. Y así fue: aquel árbol dio manzanas de oro y nueces de plata.

Por su parte, los germanos vestían sus árboles en invierno (cuando perdían hojas) para que los espíritus buenos que en ellos habitaban regresaran pronto.

Los adornos más comunes eran manzanas o piedras pintadas. Se dice que éste fue el origen de los adornos. Las bolas de cristal se incorporaron alrededor del año 1750 en Bohemia y la costumbre del árbol se extendió por Europa y América durante el siglo XIX.

Para su decoración se emplea en la actualidad una gran diversidad de objetos y elementos, siendo los más tradicionales:

• Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.• Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas (en algunas regiones también llamadas bambalinas), que simbolizan los dones de Dios a los hombres.• Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.• Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.Otra tradición dice que debe cambiarse cada siete años y cada año tener algún adorno distinto.

En tanto, la escena que representa el nacimiento de Cristo se fue completando con el paso del tiempo. A principios del siglo IV se representaba a Cristo en un pesebre y había solamente una vaca y un asno.

A fines del siglo IV se agregó una estrella. La Virgen María, recién a partir del año 431, con el Concilio de Efeso, apareció en el centro de la imagen.

Fue San Francisco de Asís quien popularizó la costumbre de armar un pesebre. En su viaje a Belén, en el año 1220, quedó asombrado por la manera en que se celebraba allí la Navidad. Entonces, cuando regresó a Italia, le pidió autorización al Papa Honorio III para representar el nacimiento de Jesús con un pesebre viviente.

A partir de ese momento, la tradición se extendió por Europa y luego por el resto del mundo.