Bonaerense

Casa de botellas

Se trata de una iniciativa de alumnos de Chivilcoy quienes utilizaron estos envases en la construcción de una casa de juegos. Esta construcción tiene además el techo construido con cartones de leche y de salsa de tomate, y el piso con tapitas.

Alumnos reciclan en construcción de casas de juego.

Los alumnos de la Escuela Rural N° 20 de Chivilcoy utilizan los envases plásticos vacíos de las gaseosas para la construcción de casitas de juegos y ya están a punto de inaugurar la primera. 

 

Se trata de un proyecto que los chicos denominan “La casita ecológica”, que además tiene el techo construido con cartones de leche y de salsa de tomate, y el piso con tapitas.

 

“La idea surgió para concientizar a los chicos sobre el cuidado del medio ambiente”, dice la docente Cecilia Russi, quien involucró en la tarea a los 34 alumnos de la escuela y agrega: “Veníamos haciendo actividades en materia de reciclaje y se nos ocurrió la idea de la casita”.

 

La arquitectura elemental es igual a la de cualquier casita de pequeñas dimensiones, sólo que en esta, en lugar de maderas o ladrillos, se utilizan botellas de plástico de dos litros y cuarto, con las que se da forma, en el patio de la escuela, a un perímetro de tres metros de largo por dos de ancho.

 

“A las botellas las rellenamos con papeles y otros materiales y residuos que no se degradan, cosa de otorgarle mayor firmeza y una consistencia similar a la de los ladrillos”. Esos papeles que sirvieron de relleno fueron recolectados por los propios alumnos en sus casas y mediante el aporte de algunos vecinos a la escuela. No ha sido poco, ya que con ellos tuvieron que completar el vacío de unos 500 envases plásticos.

 

“El propósito final es que los chicos tengan noción sobre el cuidado del medio ambiente, de todo lo que los rodea. En la práctica, la van a usar para jugar”, sigue la docente. La fase final de construcción se inicia en estos días. Sólo falta colocar el techo. Para ello usarán cartones de tetra brik de leche y de salsa de tomate. 

 

Para los alumnos fue una experiencia estimulante: “Se entusiasmaron mucho. Todos se involucraron con el proyecto trabajando los sábados. La mayor parte del material la recolectaron ellos, pero también contamos con los donativos de otras escuelas”.

 

Justamente, ese vínculo permitió que la Escuela Normal de Chivilcoy encarara un proyecto similar, con alumnos de quinto año construyendo un banco ecológico, con eco-ladrillos, unidos con alambre y cubiertos de cemento; una obra que luego fue pintada por los alumnos.

 

“Hace dos años hicimos unos carteles informando de lo que nos hacía falta, y así se estableció la relación con otras escuelas del distrito”, relata Russi. Así fue cómo en el Normal supieron de la Casita Ecológica y encararon una idea similar. Al mismo tiempo, desde el Normal colaboraron donando botellas”.