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Para Castro el referéndum no tiene ningún efecto desde el punto de vista del derecho internacional

En el día de hoy, la embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, volvió a reiterar que el referéndum que realizaron los ciudadanos británicos en Malvinas, "no fue convocado por las Naciones Unidas, ni cuenta con su aprobación, ni con su supervisión" y lo calificó de "parodia".

Castro reiteró que el referéndum en Malvinas no cuenta con la aprobación de la ONU.

 

La diplomática explicó que para que la consulta popular que se realizó en las Islas entre el sábado y el domingo último, y que ayer arrojó como resultado la aceptación para que el estatus político de las Malvinas continúe siendo británico, no tiene respaldo legal en el derecho internacional, ya que el principio de la autodeterminación de los pueblos no aplica para ellos, concepto que ya dejaron en claro las Naciones Unidas.

“Fue un referéndum organizado por británicos, para británicos y con el fin de que digan que el territorio tiene que ser británico. A diferencia de otros casos de descolonización, este referéndum no fue convocado por las Naciones Unidas ni cuenta con su aprobación, ni con su supervisión. El Reino Unido ni ha buscado que las Naciones Unidas organicen un referéndum porque sabe que nunca lo podrá conseguir”, afirmó Castro esta mañana en declaraciones radiales, al tiempo que consideró que “el referéndum fue una parodia”.  

La embajadora indicó que “la libre determinación de los pueblos, que es un derecho internacional contemporáneo, no es sin embargo un derecho reconocido a cualquier comunidad humana sobre un territorio, sino reconocida únicamente a los pueblos considerados originarios que han sido sometidos o que están siendo sometidos a un poder colonial”.

En este sentido, aseguró que “no es el caso de las Islas Malvinas, no se trata de un pueblo colonizado, se trata de un territorio colonizado”, al tiempo que dijo que  “no es una disputa sobre los habitantes, no son parte del contencioso, no son parte de la disputa de soberanía. Es el territorio el que es objeto de la disputa de soberanía”.

La funcionaria reiteró que el referéndum no tiene efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional y que en nada altera la disputa de la cuestión Malvinas. “Su resultado previsible no pone fin a la disputa, ni a los incuestionables derechos argentinos”, dijo.

En este sentido, consideró que la consulta popular es mala para los isleños: “Burlarse del derecho internacional no es bueno para nadie. Es una muestra muy clara de que su disputa no tiene asidero legal. Sería de interés de los isleños que el Reino Unido se siente a negociar con la Argentina porque resolvería muchas cuestiones prácticas”.

Además, criticó la “fabricación mediática” de que la Argentina es hostil hacia los habitantes de las islas. “Los malvinenses siguen yendo de vacaciones a la Argentina; a estudiar a la Argentina y tienen su salud en el Hospital Británico. Es una fabricación la hostilidad argentina hacia los malvinenses. Prueba de ello, es que hay 79.000 galeses viviendo en la Patagonia y a nadie se le ocurre tener hostilidad hacia ellos”, aseguró.

“Los que son hostiles me parece que es la otra parte, que está explorando nuestro petróleo, que están concediendo permisos de pesca en nuestra plataforma territorial a 25 años”, dijo.

La diplomática dejó en claro que “el referéndum no cambia a la Argentina ni al resto del mundo” y que la causa de las Islas no es solo argentina. “Es una causa regional, global, todo el continente se ha expresado muy elocuentemente rechazando un enclave colonial al sur de nuestro continente sudamericano, como la extracción de los recursos naturales y la militarización del Atlántico Sur, que es violatoria de los tratados de Tlatelolco, porque nosotros somos una zona de paz y una zona libre de proliferación nuclear”, dijo.

Castro precisó: “El referéndum no es ni más ni menos que una maniobra mediática que expresa la debilidad de la posición del Reino Unido, porque han votado aproximadamente 1.600 personas, que son británicos, contra la opinión de los millones del continente suramericano y los 54 países africanos que reconocen la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Pero no solo estoy hablando de los que reconocen la soberanía argentina sobre las Islas, sino de todos los países de la Unión Europea; del 77 + China, que son 131 países; los países árabes, todos han expresado que el Reino Unido tiene que cumplir con las resoluciones de la comunidad internacional expresada en las Naciones Unidas”.

La embajadora reiteró que hay un ilegítimo gobierno en las Malvinas y una ilegítima asamblea legislativa, gobierno que es enviado por el Reino Unido.

“No es que no comprendamos a los isleños en su afán de ratificar su identidad. Ellos son británicos, la ley británica los reconoce. La Argentina no intenta cambiarles su identidad y su modo de vida, pero el territorio que habitan no lo es. Ellos tienen derechos civiles y políticos que son incuestionables y que la Argentina está dispuesta a reconocer. Pero hay un derecho que no tienen, que es decidir sobre el destino de nuestro territorio o a resolver la controversia de soberanía, eso no les cabe a los habitantes de las Malvinas”, puntualizó.  

Castro dijo que en las Islas viven 3.000 personas, de las cuales 1.500 son soldados británicos “en una enorme base militar completamente inútil, porque la Argentina no tiene contemplado ningún plan bélico para retomar Malvinas. La base militar es un despropósito para los británicos y una amenaza inútil”.