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Centro de Día para adictos al paco sigue funcionando en un container

Un Centro de Día para adictos al paco sigue funcionando en un container ya que el Gobierno porteño incumplió la medida cautelar ordenada por una jueza.

«Me dicen que quieren dejar de consumir. Pero no puedo contenerlos porque no tengo dispositivos. Seguimos en el container a la espera que alguien diga qué van a hacer», reconoció a este medio una trabajadora del centro de salud para adictos al paco del barrio Rivadavia a metros de la villa Bajo Flores, desde hace años territorio ocupado por bandas narcos. Hace dos meses se cayó el cielo raso del centro de día donde se asiste un centenar de menores carenciados adictos a la pasta base, lo que hizo que el centro  para adictos debiera cerrarse.La  solución del gobierno macrista fue colocar un container como sede provisoria. Pero la justicia intercedió para que se repare de manera inmediata el centro de día. Con la sentencia de la magistrada Alejandra Dana, a mediados de octubre,  la gestión PRO debía presentar un plan de obras y reparaciones de las falencias edilicias en «La Otra Base del Encuentro». El Ejecutivo, lejos de cumplir con esto, por el contrario, decidió apelar la sentencia, lo que  retrasó las obras y mantuvo la asistencia en el container. Un experto en la causa comentó a este medio que «justamente no se presupuestó la obra que debe reparar las falencias marcadas por bomberos. Al no haber presupuesto es imposible que se viole la ley de contrataciones. Esta claro que son argumentos formales para embarrar el proceso». El recientemente designado asesor Tutelar de Menores e Incapaces de la Cámara, Gustavo Moreno, hace horas dictaminó a favor del fallo judicial de primera instancia. Sin embargo quienes tienen la última palabra son los camaristas, Mabel Daniele y Esteban Centenaro. Ellos deberán dar vigencia o no a la sentencia de la magistrada Danas quien exige las obras.Los trabajadores de salud en «La Otra Base del Encuentro» informaron a este medio que se están haciendo algunos arreglos. «Pero nadie esta a cargo de la obra. Tampoco saben en el hospital Piñero quien responde por la obra y su monto. Sólo sabemos que están arreglando los techos, pintando y viene un electricista»También dicen que el  ministro de Salud porteño en las sombras, Ralph Kirby, insiste que va a construir un nuevo edificio para «La Otra Base del Encuentro». Ya nadie cree en las promesas. Mauricio Macri el año pasado decía algo similar.»La única verdad es la realidad. Nosotros funcionamos en un container colocado en la puerta de la sede original, ubicada en Camilo Torres 2101. Cualquiera lo puede comprobar», expresó con rabia uno de los profesionales que visita los lugares de consumos, conocidos en el Bajo Flores como «ranchadas».