La Sala II de la CFCP rechazó los recursos de las defensas de Sergio Omar Ibarra, Berta Noemí Defeis y la hija de ésta, Mariana Isabel Córdoba, contra el fallo por los hechos que tuvieron como víctimas a S.C.R.D.y J.E.R., oriundas de Paraguay y Santiago del Estero, respectivamente.

Las mujeres eran obligadas a prostituirse en el local Kity Mollo, donde debían “trabajar” toda la noche y del que no podían retirarse porque, según constancias de la causa, se le aplicaban “multas”.

“No las dejaban salir, las tenían amenazadas”, contó un testigo, en tanto que otros dieron cuenta de las condiciones de alojamiento e higiene que debían afrontar las jóvenes.

Los camaristas Alejandro Slokar, Pedro David y Angela Ledesma afirmaron que los condenados cometieron los delitos de “trata de personas” en concurso con “explotación de la prostitución”, aprovechando la situación de “vulnerabilidad” y “pobreza” de R. y R.D., quien comenzó a trabajar en Kity Mollo siendo menor de edad.

El “empleo” de las jóvenes en el local nocturno “propició la profundización del estado de vulnerabilidad, pues permitió ejercer el control y vigilancia y restringir la libertad ambulatoria de las víctimas, con el fin de mantenerlas sometidas a explotación sexual”, sostuvieron los camaristas.

“Ambas mujeres –las víctimas- eran pobres antes, durante y después de su sometimiento en Kity Mollo”, coincidieron Slokar, David y Ledesma. 

La defensa impugnó el fallo condenatorio porque durante el juicio se prescindió de testimonios directos de quienes declararon en la etapa de instrucción y participaron del allanamiento del local nocturno, pero la Sala II de la CFCP convalidó la “incorporación por lectura” de los dichos.