Anoche se disputó en Mendoza la segunda semifinal de la Copa América. En una noche muy fría y con poca gente en las tribunas, Paraguay volvió a mostrar que no es mejor que sus rivales pero que la suerte está de su lado y Justo Villar, su arquero, está pasando por un momento espectacular.

A pesar de cosechar su quinto empate en la copa, el seleccionado de Gerardo Martino accedió a la final tras imponerse por 5 a 3 en los penales, gracias al tiro que contuvo Villar a Franklin Lucena. Pero antes se jugaron 120 minutos y la imagen que dejó Paraguay fue muy pobre.

Le costó muchísimo asumir el rol de protagonista al seleccionado paraguayo ya que no se siente cómodo en ese lugar. Venezuela se paró bien e intentó siempre salir rápido, aunque en el comienzo fue Paraguay quien tuvo la iniciativa.

Sin embargo, la «vinotinto» se dio cuenta que podía ganar el partido y en el complemento comenzó a atacar con más gente, proyectando a sus laterales (Cichero fue en todas por la izquierda). Y tuvo las chances más claras: le anularon un gol en una finísima posición adelantada, el travesaño salvó dos veces a Paraguay y Villar sacó pelotas clave que hubieran dejado afuera al conjunto guaraní.

Con el 0 a 0 fueron al alargue pero no cambió el trámite, Paraguay cada vez más atrás y Venezuela apretando muy arriba y jugando en campo contrario. Santana fue expulsado en el final del primer tiempo del suplementario y el pitazo final cayó como un injusto castigo para Venezuela, que como Brasil en cuartos, había hecho todo el gasto para ganar.

En los penales Villar volvió a convertirse en figura atajando un tiro y siempre estando cerca de los disparos de los jugadores venezolanos. Vega, por el otro lado, nunca adivinó el destino de los remates paraguayos y la definición, esperable, marcó la victoria para los de Martino.

Hubo reacciones y enfrentamientos entre los jugadores en la boca del túnel luego de finalizado el encuentro, que no pasaron a mayores.

Uruguay y Paraguay se medirán el domingo en el Monumental para saber quien es el campeón. Si la celeste se queda con el torneo se convertirá en el único equipo que haya obtenido 15 veces el certamen, superando por uno a la Argentina. Paraguay buscará su tercer trofeo, que no consigue desde 1979, año en que llegó por última vez a la final.