Internacionales

Crisis en Ecuador: tras la revuelta, renuncia jefe de la Policía

La dimisión fue tras la sedición de integrantes de esa fuerza que intentaron hacer un golpe de Estado contra el presidente Correa.

El comandante general de la Policía de Ecuador, Freddy Martínez, anunció su renuncia luego de la sedición de integrantes de esa fuerza que desembocó en el intento de golpe de Estado contra el Presidente Rafael Correa.  En conferencia de prensa, indicó que sospecha de la presencia de infiltrados en las protestas de policías llevadas a cabo ayer y que derivaron en el secuestro del mandatario.  «Ayer fue un día lamentablemente crítico, caótico, hubo desorden por doquier, se irrespetó al comandante general, al ministro del Interior y, por si fuera poco, al Presidente de la República. Los policías, que estamos llamados a mantener el orden y la tranquilidad ciudadana, ayer provocamos desorden», expresó.  En ese sentido, señaló que con el presidente «sano y salvo» en el palacio de Cadondelet, sede del Ejecutivo, «es el momento oportuno» para presentar la renuncia. «Me temo que posiblemente hubo infiltración de gente interesada en desestabilizar a la Policía», afirmó en referencia a personas que con la cara cubierta se escondieron «en el anonimato, como lo hacen personas que están al margen de la ley».  Asimismo, manifestó su sospecha de que esas personas «no fueron policías». Martínez aclaró que quienes protestaron fueron una minoría, pues en la institución hay 40 mil agentes, y destacó la profesionalidad de los policías del Grupo de Operaciones Especiales que, junto a fuerzas especiales del Ejército, rescataron a Correa del hospital.  «Que mi salida sirva para que la gente que quería subvertir la tranquilidad de los policías no encuentre asidero en ese camino, simplemente para que las cosas vuelvan a su cauce normal y los policías salgamos a trabajar», sostuvo.  El renunciante funcionario pidió al Gobierno «que se revise con acuciosidad la ley orgánica del Servidor Público, ley polémica que causó esta serie de desatinos, para que no se afecten los derechos de los policías» y destacó la peligrosidad de la labor de las fuerzas del orden.