La última del Clausura, que ya tenía campeón, se jugó principalmente para conocer las posiciones definitivas en la tabla de los promedios, con el condimento de tener involucrado en la pelea nada menos que a River Plate, que no dependía de sí mismo para escapar de la promoción.

Con cinco partidos en simultáneo, se vivió una tarde de suspenso y alto grado de emotividad. El primer grito de la tarde sería crucial para la definición: el gol de Olimpo condenaba sin remedio a River, que podía aspirar sólo a un desempate si vencía a Lanús. El millonario no solo no pudo, sino que terminó cayendo y deberá enfrentar el miércoles a Belgrano, en Córdoba. Sin dudas, una noticia muy difícil de asimilar para un club que enfrenta su peor presente de la historia.

El otro gol que marcó el rumbo de la tarde fue el empate agónico de Boca, que sacó a Gimnasia de la promoción y le dio una nueva vida a Huracán, que se iba a la B sin remedio, goleado por Independiente. Ahora, ambos equipos deberán afrontar un duro desempate, que mandará al perdedor al Nacional y obligará al vencedor a jugar la promoción.

Por la noche, Godoy Cruz cerró su excelente campaña derrotando a All Boy´s como local y ubicándose tercero, detrás de Lanús que se quedó con el subcampeonato. En la tarde del domingo, Arsenal venció a Estudiantes y selló su pasaje a la Copa Sudamericana, mientras Vélez, por la noche y ante su gente, festejó el campeonato con una victoria por 2 a 1 sobre Racing, que sumó su décima derrota del torneo y quedó fuera de la Sudamericana, a la cual ingresó Argentinos.

Este torneo, que se resiste a terminar, se completará esta semana con el desempate entre Huracán y Gimnasia, que se jugará en cancha de Boca. Paralelamente, todos los fantasmas de River deberán viajar a Córdoba para jugar el partido de ida por la promoción. Por cómo se fueron desarrollando los partidos, alguna sorpresa más deparará la definición.