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Mineros chilenos

Se demora el rescate de los mineros chilenos

El inicio del rescate de los 33 mineros atrapados desde hace más de dos meses en una mina en el norte de Chile sufrió una demora por la necesidad de nuevos ensayos para afinar el operativo para extraerlos de la mina por un ducto desde 622 metros de profundidad. El primero de ellos será Florencio Avalos, de 31 años, capataz de la mina San José y considerado el más hábil por los socorristas.

Luego de varios días bajo tierra, los mineros verán la luz.

Los socorristas realizaban una segunda prueba con la cápsula sin pasajero por el ducto, después que la primera se saldara con algunas abulladuras y rasguños.Jorge Sougarret, un experto entrevistado por la televisión chilena, señaló que la falla se debió a un problema en las ruedas ajustables de la cápsula en la transición entre la parte del tubo que está revestida (hasta 56 metros) y la que no lo está, lo que generó que la cápsula golpeara contra el ducto y se produjera una «abolladura en la puerta», que fue reparada. En la primera prueba la cápsula descendió hasta 65 metros.La prolongación del periodo de pruebas ha aumentado la tensión pues ya sobrepasó el cálculo previo del ministro de Minería Laurence Golborne, quien señaló que el rescate comenzaría a las 01H00 GMT del miércoles.Por esta cápsula, de 4 metros de alto y 450 kilos de peso, serán emergidos uno a uno los mineros. El primero de ellos será Florencio Avalos, de 31 años, capataz de la mina San José y considerado el más hábil por los socorristas, según confirmó el presidente Sebastián Piñera.En el campamento La Esperanza se encuentran unos 2.000 periodistas de todo el planeta.Piñera señaló que tras Avalos, saldrán el electricista Mario Sepúlveda, de 39 años, el ex militar Juan Illanes (52 años) y en cuarto lugar el operador de maquinaria pesada, el boliviano Carlos Mamani, de 23.Está previsto que el presidente boliviano, Evo Morales, esté en la mina al momento de la salida de Mamani.Se los considera los más hábiles del grupo, capaces de poder sortear algún inconveniente de último minuto. Luego está establecido que les sigan un grupo de diez más débiles y por último los más fuertes.El último en salir, según una lista tentativa presentada por los socorristas a los familiares, sería Luis Urzúa, un topógrafo de 54 años, que era el jefe de turno en el momento del derrumbe y que asumió el liderazgo del grupo durante los 69 días de permanencia en la mina.El presidente estadounidense Barak Obama afirmó que rezaba por el éxito del rescate. «Nuestros pensamientos y oraciones acompañan a los mineros, sus familias y los valientes hombres y mujeres que han estado trabajando tan arduamente para rescatarlos», dijo Obama en un comunicado difundido por la Casa Blanca.El presidente venezolano Hugo Chávez saludó el inminente inicio del rescate en la red social Twitter: «¡Estamos con Chile! Dios con Ustedes. Saludos al Presidente Piñera!!».»Esta historia comenzó como una posible tragedia y esperamos que en unas horas más termine con una verdadera bendición», afirmó Piñera a los periodistas. Durante el rescate, la cápsula avanzará a una velocidad de 1 metro por segundo (equivalente a la de una caminata lenta) a través del ducto de 622 metros. El ascenso durará unos 15 minutos, y el tiempo estimado de salida entre minero y minero es de una hora.Una baliza con luces y una alarma similar a la de una ambulancia anunciarán el momento en que cada uno de los mineros esté a punto de salir a la superficie para alertar a los equipos médicos, explicó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.Jean Romagnoli, uno de los médicos encargados del rescate, dijo que los 33 están en buenas condiciones para el largo ascenso.El ingeniero jefe André Sougarret advirtió que «siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical», por «la caída de rocas y que alguna de las cápsulas se atasque».Los médicos estiman por su parte que el mayor peligro es un ataque de pánico en el ascenso.Cada minero será atendido por un médico apenas arribe a la superficie. Después pasarán a módulos especiales, donde podrán reunirse con dos o tres familiares.Desde allí serán llevados en helicóptero a una base militar (en un trayecto de unos 12 minutos) en Copiapó, a 45 km de allí, y luego recorrerán unos 300 metros a un hospital estatal de la ciudad, donde se ultimaba detalles para darles la bienvenida, al igual que en varias poblaciones de Copiapó.