Sociedad

Hay un demorado por el caso Candela

El hombre había llegado hacía pocas horas a Río Grande y se encuentra brindando declaración dado que posee un poder sobre la vivienda de Hurlingham allanada ayer ante la sospecha de que la niña pudo estar cautiva. La idea es que pueda aportar algún dato en la causa.

Candela apareció asesinada el pasado miércoles.

Un hombre fue demorado en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, con un poder sobre una vivienda de Hurlingham y 30 mil pesos, por lo que se investiga si tiene vinculación con el secuestro y crimen de Candela Rodríguez.

Fuentes de la policía de Tierra del Fuego confirmaron tiene 46 años y que había llegado hacia pocas horas a la ciudad fueguina con un poder sobre la vivienda de Hurlingham allanada ayer ante la sospecha de que la niña pudo estar cautiva allí.

Cabe aclarar que el fiscal General de Morón, Federico Nieva Woodgate, aseguró esta mañana que «por el momento no hay elementos firmes que permitan imputarle algo a alguien».

Según aclaró existen diversas líneas de investigación, aunque ninguna de ellas por ahora permite identificar a los autores del crimen de la niña de 11 años, hallada asesinada el pasado miércoles tras permanecer 9 días secuestrada.

Woodgate admitió ante una consulta sobre si la pesquisa está orientada hacia bandas de narcotraficantes, que «esa es una línea de investigación que está abierta» e indicó que anoche, al ampliar su declaración ante la Justicia, el padre de Candela, Alfredo Rodríguez, «habló de grupos, señaló cuáles eran y habló de que en el barrio lo trataban de buchón de la Policía Federal»

«Estamos en la etapa de recopilación de la mayor cantidad de información posible, en ese análisis surgen teorías, no tenemos en este momento nada demasiado firme como para optar por una línea de investigación y descartar otra», agregó el fiscal general.

Ayer, el padre de Candela Rodríguez, que está detenido por piratería del asfalto, declaró que si el crimen de su hija llegara a ser un «mensaje» para él, es porque lo acusaron de ser «alcahuete de la cana».

El padre de la niña reiteró que no le debe «nada a nadie» y aportó una lista con varios nombres de las personas con las que se relacionó durante años para que se los investigue.

Según los investigadores «se comenzó a analizar el entorno de un grupo que también se dedicaba a piratería del asfalto con el que podría haber estado vinculado el padre y otro grupo que podría haber tenido que ver con secuestradores y que estaría relacionado con otros parientes de la familia».

Ahora, el fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, tiene previsto escuchar a Carola Labrador, madre de Candela, quien tras el asesinato de su hija no volvió a declarar.