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Entre Ríos

Docente torturado y asesinado: nuevas hipótesis

Tras haber encontrado muerto a Claudio Vera, de 44 años, el lunes por la noche, la policía local avanza sobre la pista de un agresor, que habría efectuado el mismo modus operandi en un robo horas más tarde. Sin embargo, la idea aún no convence: el profesor fue asesinado con ensañamiento, mientras que el otro hombre resultó ileso. La víctima habría conocido a su victimario.

La justicia enterriana dio a conocer los primeros avances que se manejan sobre el crimen de Claudio Vera, un profesor universitario de 44 años, que fue encontrado muerto el lunes por la noche en su domicilio de la ciudad de Paraná. El hombre vivía solo y fue hallado maniatado sobre su cama con el cable de una plancha, visiblemente herido a la altura del abdomen.

Por estas horas, la investigación del homicidio del docente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, cuenta con varias hipótesis, pero existe una que cuenta con más elementos que las otras.

Las coincidencias entre este hecho y el robo sufrido por un hombre, también docente, horas después del crimen del profesor, pusieron el foco sobre este posible agresor, que ayer fue detenido.

Según informaron a El Día, ambos casos compartirían el mismo modo de operar: el ingreso a la vivienda con el presunto consentimiento de la víctima, la cual luego es reducida mediante la atadura de manos, para finalmente robarle sus pertenencias. La vivienda estaba revuelta y se constató el faltante de su celular y la netbook. Sin embargo, la diferencia crucial, que hace dudar a los investigadores, es que Vera fue agredido con un golpe en la cabeza y un puntazo en el cuerpo, mientras que el hombre asaltado horas después resultó ileso.

Por otra parte, fuentes policiales confirmaron que no había indicios de violencia en el ingreso al departamento, como tampoco en el interior del mismo, lo que apuntaría que el responsable del homicidio podría haber conocido a la víctima.

 

Un mensaje raro

Los testimonios de los vecinos del edificio no arrojaron datos valiosos: muchos son estudiantes del interior de la provincia y no estuvieron durante toda Semana Santa en Paraná, mientras que otros dijeron que no escucharon ruidos ni movimientos fuera de lo habitual.

Por otro lado, se informó que en la zona del edificio no hay cámaras del sistema de videovigilancia del 911, por lo tanto no hay imágenes que puedan servir de pruebas al caso, mientras que las que se encuentran en comercios cercanos, no estaban en funcionamiento.

También se indagó al círculo íntimo del hombre, quienes permitieron recavar que el domingo al mediodía, Claudio Vera acordó con un grupo de amigas que por la tarde irían a pasear a la Costanera de Paraná.

Según informaron fuentes allegadas a la investigación, alrededor de las 16 una de ellas le escribió un mensaje por whatsapp para avisarle que se retrasaría un poco. La mujer recibió una respuesta desde el celular de Claudio, avisando que finalmente no iría al paseo, aunque llamó la atención la forma en que estaba escrito el mensaje: con palabras y un modo que no solía usar.

Esto hizo sospechar que el mensaje fue escrito por la persona que mató al profesor y le robó el celular, con el fin de despistar y demorar el hallazgo del cuerpo. Además, el horario coincide con el presunto momento de la muerte de Claudio, en horas de la siesta del domingo, según la autopsia.

 

Un asesinato con ensañamiento

El cuerpo presentaba una lesión por arma blanca a la altura del baso, pero según se pudo establecer en la autopsia, esa herida no fue la causa del deceso. El cuerpo del docente presentaba un fuerte golpe en la cabeza con objeto contundente, que fue provocado con la plancha, cuyo cable se utilizó posteriormente para maniatarlo.

Sin embargo, la autopsia estableció que esa herida no ocasionó la muerte instantánea del profesor, sino que el hombre “habría tenido una larga agonía” de más de 24 horas, por lo que de haber sido encontrado antes, Vera podría seguir con vida.

Según señalaron a El Once, se trató de un asesinato con ensañamiento ya que los exámenes forenses también establecieron que el cuerpo de Vera tenía visibles quemaduras, heridas provocadas posiblemente por cigarrillos por su victimario cuando aún estaba con vida.