La campaña electoral debería empezar a bosquejar un debate amplio indispensable y abrir el juego a protagonistas sociales y económicos que quedaron históricamente afuera en la decisión de hacia dónde irá Argentina. En cuanto a la definición de las candidaturas, y la posición de Massa como ministro de economía, en el acuerdo con el FMI no veremos grandes cambios ni definiciones hasta que el panorama electoral quede más claro o el poder de EEUU se juegue por Massa o contra él.
Con respecto a un posible diagnóstico después de la elección de Massa como candidato por la “unidad”, y las internas de Unión x la Patria sobre el viraje del rumbo, creo que a esta altura hablar de derecha e izquierda es poco acertado. Hay que ver cuál es el candidato que tiene más en cuenta a la gente. Hace falta un debate muy amplio y profundo en el que participen las fuerzas sociales, los sindicatos, los dirigentes de pymes, y los movimientos populares, para definir un rumbo de desarrollo y cuáles son los sacrificios que se pueden dar para encaminar una distribución del ingreso más justa.
Los programas económicos solo son sostenibles económica y socialmente con la gente adentro. Wado seguro tenía más prioridad en la gente que en el sector financiero, por ejemplo, sin embargo, aunque Massa no tenga esa prioridad tan alta no estará solo en el poder. Lo que sucedió con Alberto fue que no tomó decisiones y el FdT no pudo obligarlo a mover la lapicera. En el caso de Massa el problema será cómo encaminar una lapicera que seguramente será frenética en su movimiento y eso parece más viable de encaminar. Por otro lado, si se elegía a Wado y perdía, la derechización de la Argentina iba a ser violenta, y tan profunda que iba a haber una represión social muy fuerte como en Jujuy y como se ve en Europa.
Massa va a ser ministro seguramente hasta asumir como presidente o perder las elecciones, en ese contexto lo mejor que puede esperar del FMI es que no le genere ruido y en un caso muy optimista que de señales de apoyo a su candidatura aunque sea muy indirectas.
En el caso de que gane Bullrich, habrá que organizar una resistencia y entender donde la pifiamos tan feo como para que ella sea la presidenta de la Argentina. Si sos un laburante y vas a votar a una mujer que va a destruir los derechos laborales, si sos estudiante y ves que ella está explicitando cómo le molestan las universidades gratuitas y amplias en todo el país, y cómo las va a cancelar y destruir, deberían de reflexionar. Si sos pobre y querés luchar por la inclusión, ella va a ser la primera que te va a romper un palo en la cabeza cuando reclames, ¿cuánta gente hay que no le importa nada y piensa que son ricos reencarnados? Si un laburante va a votar a una mujer que claramente va a destruir lo que quede de los derechos laborales y del salario real y a cualquier nivel, por lo pronto tendría que ir reflexionando qué es lo que hace que la vote y si vivís de venderle a los trabajadores también.
¿Se viene el Yuan yellow?
La cuota se pagó con DEG, derechos especiales de giro (el activo de reserva internacional que emite el FMI) porque no tenemos dólares, con el acuerdo de Guzman nos prestan cada 3 meses lo necesario para pagarles las cuotas que acordó Macri en 2018, haciéndonos nuevamente deudores. Pero Guzmán consiguió que en 2022 nos den un poco más de los pagos que había que hacer y este año un poco menos, y por eso Massa estaba renegociando para evitar tener que soltar esos dólares extra en Junio de 2023. No lo consiguió y tuvo que hacer el pago usando los yuanes y los DEG, esto no significa que cambiemos la moneda de pago, sino que los yuanes se vendieron por dólares para pagar al fondo, lo cual fue autorizado por el Banco de China como parte del acuerdo de SWAP en el que nos endeudamos con China a la misma tasa anual del 7% que nos cobra el FMI con sus tasas de penalización del Fondo incluidas.
Acá hay que tener cuidado, si el Banco Central se pasa de rosca tratando de facilitar el mercado de yuanes para que articulen exportadores e importadores relacionados con China, se pueden habilitan “rulos” que rápidamente metan al yuan en alguna timba financiera. Hasta ahora y desde el 2007 tenemos déficit con China vendiéndoles menos de lo que le compramos, por eso no sobran yuanes ni van a sobrar. Al pagar con yuanes al FMI solo cambiamos de deudor, no desplazamos al dólar y a EEUU sino que sumamos un acreedor.
Las cuentas en yuanes van a ser irrelevantes, salvo que normativas generen una especie de mercado de yuanes en que los argentinos exportadores a China se hagan de yuanes y se los vendan obteniendo beneficios a quienes necesiten para importar de ese país, pero eso no hace que no tengamos deuda sino que esta queda a cargo del Estado y los beneficios a cargo de los privados. Si no fuera porque el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, dejó que los dólares de los exportadores quedaran en el exterior en vez de hacer cumplir la penal cambiaria para que los traigan, ahora no estaríamos pasando por esta sequía de dólares mucho peor que la del campo y que estemos rascando el fondo de la olla de las reservas.
No nos confundamos, no estamos corriendo al dólar porque queremos confrontar con Estados Unidos, lo que está haciendo Massa es tirar la piola lo máximo posible con los yuanes que nos presta China para el descubierto en cuenta corriente y con los reales con que Brasil nos financia las importaciones que hacemos desde ese país, porque quiere asegurarse de vendernos trabajo brasilero y no hay dólares para importar desde ahí. Además nos financian para comprarles caños para el gasoducto argentino que les enviará gas a su industria en San Pablo. Por eso que quede claro, no estamos discutiendo la hegemonía del dólar en el mundo sino financiando la falta de dólares para importar.
Lo que no está definido todavía es hacia dónde va a ir la Argentina, tanto con Bullrich, Milei y Larreta queda claro que Argentina iría a una instancia a donde le sobre la mitad de los argentinos, pero con Massa y con Alberto no queda definido el proyecto productivo de la Argentina que implica darle trabajo, cobijo e incluir a los 47 millones de habitantes. Eso no se definió en un debate amplio y las definiciones que hubo fueron entre bambalinas, entre Kulfas, Guzmán y Alberto, pero eso no le sirvió a la mayoría de la población ni fue consistente. El debate del proyecto económico Nacional va a dar la correlación de fuerzas, porque ese debate y sus resultados, además, van a indicar luego si Massa está agarrando la lapicera y encaminando a la Argentina adonde sus votantes quieren que vaya o no.
Tenemos que definir qué vamos a hacer asociándonos con China, Brasil, Estados Unidos, y cuál sería la consecuencia positiva o negativa de esas asociaciones para ver cuánto nos da el cuero para bancarnos las consecuencias negativas de patear tableros geopolíticos. No creo que masivamente la población argentina quiera una revolución e ir al choque con Estados Unidos, entonces tenemos que acomodarnos para ver cómo nos relacionamos con ellos, y ver cómo esas relaciones carnales 20 años después sigan teniendo algún sentido que no sea dejar un montón de gente en la calle, desocupada, flexibilizada y volver al medioevo como se puede esperar de Bullrich, Larreta y Milei. Lo que tenemos que negociar es como puede jugar, con la gente adentro, una Argentina rodeada de una situación geopolítica de tormenta.
«Las internas entre el empresariado se van a reflejar en las movidas de mercado»
Por eso, en parte no menor, depende de las señales del FMI, la estabilidad del Ministro de economía y que tenga herramientas para desarmar las operaciones que le pueden hacer con movidas y presiones para apurar la depreciación del peso o sea la devaluación y moverle el dólar blue (ilegal), el contado con liqui o MEP (al límite de la legalidad), pero definitivamente la inflación no tiene que ver con más plata del FMI, porque solo con más dólares no hacés nada para detener la inflación. Si vos hicieras una devaluación importante, eso alimentaria aún más la inflación, pero mirando lo que pasó desde que está Alberto, o incluso en los últimos meses, no hay ninguna razón para pensar que la inflación va a bajar abruptamente si no hay medidas de fondo que combatan y castiguen a los más fuertes, especuladores y abusivos monopolios y oligopolios, así que no me imagino una baja abrupta. En cambio podría darse una suba importante si el empresariado trata de cortarle las alas a Massa, pero no me imagino que Massa se quede de brazos cruzado y rife su carrera política.
Dentro del empresariado, hay empresarios productivos y financieros que juegan a favor de Massa porque prefieren una Argentina sin un descontrol de represión y hay otros que juegan al descontrol y a la represión, o sea para Bullrich, Larreta y Milei. Esa interna del empresariado se va a reflejar también en las movidas del mercado que se hagan de acá a las elecciones de agosto, de octubre, y si hay ballotage en noviembre.
Hay algunos economistas que piensan que se va a morigerar la inflación porque ya el poder de compra de la clase trabajadora no da para más, pero no es lo que reflejan los volúmenes de venta, puede ser que en algunos meses se retraiga, pero es muy menor. Eso lo dicen los economistas que muchas veces están muy apegados a los manuales, pero uno de los factores que están fuera de discusión del manual es el poder, y la discusión que hay de la inflación en la Argentina no tiene que ver solo con las ganancias de las empresas abusivas, sino con empresarios que le están marcando la cancha al poder del Estado, al poder del Frente de Todos o de Unión x la Patria, esa discusión de poder hace que los discursos que dicen que cuando empiezan a subir los precios empiezan a vender tan poco que no les conviene, eso no tiene en cuenta al factor poder, al factor disciplinamiento. Cuando además no le pones restricciones a las exportaciones de cosas que están más caras en el mercado local por el juego del mercado internacional pero con salarios locales que en dólares están entre los últimos de Latinoamérica cuando han estado dentro de los primeros, el problema que tenés es que le estas trasladando precios internacionales a tu población en cosas tan sensibles como alimentos y bebidas, eso no tienen ningún sentido en un Estado que tiene que articular una relación entre Argentina y el mundo incluyendo no solamente las importaciones sino también las exportaciones.
Volviendo sobre el FMI, los burócratas de ese organismo quieren que les paguemos los intereses que son aproximadamente el 7 % anual, porque de eso vive la estructura burocrática del FMI. No solo de la Argentina claro, pero la Argentina es muy relevante en cuanto a la financiación total del FMI con lo que tenemos que pagar cada año en el futuro. Desde el punto de vista geopolítico lo que no quiere Estados Unidos es que nos saquemos al Fondo Monetario Internacional de encima y un día le paguemos todo lo que le debemos, como hizo Néstor. Con los 45 mil millones de dólares que le debemos hoy claramente no será un problema para ellos por muchos años.
Al FMI lo maneja Estados Unidos desde que lo creó después de ser el gran ganador de la 2da guerra, y EEUU tiene una interna muy fuerte entre los globalistas y los nacionalistas que quieren romper los lazos que tienen sus multinacionales sobre todo con China. Esto influye en lo que haga el Banco Mundial y el FMI con Argentina. Lo que tenemos que hacer es plantear condiciones para las inevitables nuevas relaciones carnales, porque quienes entregan el país por nada, como hizo Macri, no son serios ni confiables para Estados Unidos, porque eso no se sostiene en el tiempo. El contexto internacional permite hacer jugadas en un mundo polarizado, sin una hegemonía pura, esto da oportunidades y genera tensiones, porque el poder de daño que tiene Estados Unidos es muy grande, tanto financiero como mediático y hay que tener cuidado.
¿Es posible aumentar las retenciones en Argentina?
El poder ejecutivo tiene límites respecto de cuánto puede subir las retenciones sin cambiar las leyes e ir al congreso y esto es especialmente imposible en este momento electoral. Todo impuesto, y toda aplicación de retenciones tiene que pasar por el congreso. Cualquier cambio que no esté claramente habilitada por las leyes vigentes y en que el ejecutivo y la AFIP cambien un número o una coma va a terminar en la justicia y la justicia va a estar a favor de los empresarios.
¿Hay candidaturas que no sean promercado? ¿es posible?
Hay muchos que se autodenominan representantes de los mercados, pero los mercados no hablan, sino que hacen apuestas y aprietan hasta ver a donde los dejan a obtener ganancias rápidas y saquear o financiar inversiones y desarrollo a largo plazo.
Los autodenominados mercados financieros en Argentina están regulados por una ley que hizo Martínez de Hoz y que claramente facilita el saqueo. Es favorable a la fuga de capitales y no al financiamiento productivo.
La inflación de los últimos años no es solo por cómo se reparten los ingresos y ganancias, lo que se está discutiendo es quien manda en Argentina y en esta elección esta discusión es clave. No da lo mismo que Larreta y Massa tengan ideas parecidas, pero partidos y empresarios totalmente diferentes atrás.
La diferencia entre Larreta y Bullrich es mínima respecto de una comparación de ellos dos con Massa. Los presidentes en Argentina tienen mucha relevancia, sin embargo, esta vez hay que ver quien armo las listas de diputados, senadores y ver a los intendentes, porque eso hace que Massa pueda tener poder como presidente pero que esté acotado en el congreso y en las calles.
Fuente: Radio de la Azotea